NARRADO POR KERIM QUISMET
Termino la conferencia con el gabinete, se ha tratado de un evento cuidadosamente planeado y ejecutado, donde cada palabra que he enunciado ha sido premeditada. Las miradas de mis colegas han resultado una mezcla de admiración y respeto, pero también he detectado trazos de tensión. Éstos son tiempos de incertidumbre, y nadie lo sabe mejor que yo a juzgar por los desafíos que la vida me ha puesto por delante. Las decisiones que tomamos aquí no sólo impactan a Sefira; el mundo entero observa.
Cuando me retiro de la sala, un asistente se acerca con una carpeta negra, marcada con un sello que indica máxima confidencialidad. Susurra unas palabras al oído que confirman lo que ya esperaba: es hora de asistir a la reunión ultrasecreta. Hago un gesto para que me sigan, y un grupo reducido de mi equipo de seguridad me escolta a través de un pasillo iluminado tenuemente. Las paredes están revestidas de acero reforzado, diseñadas para soportar cualquier tipo de amenaza externa. Este lugar no aparece en ningún mapa; es invisible para cualquiera que no pertenezca a la élite militar o política del país.
Al llegar a la sala, un regulador biométrico confirma mi identidad. La puerta se abre con un siseo mecánico, revelando una habitación austera pero equipada con tecnología de punta. Las pantallas brillan con gráficos complejos y datos en tiempo real. En el centro, un grupo de expertos y oficiales me espera. Algunos de ellos trabajan para mí desde hace años; otros son rostros nuevos, traídos específicamente para esta tarea.
La sesión comienza inmediatamente. Los datos proyectados en las pantallas muestran mapas antiguos, textos descifrados y una serie de imágenes con una inscripción: Uruk. La ciudad legendaria. El epicentro de tantas leyendas y especulaciones históricas. Los analistas presentan sus hallazgos con una precisión clínica. Hablan de cómo Uruk no es sólo una ciudad antigua, sino también una posible clave para entender el "Secreto de la Vida", un texto mítico que ha obsesionado a estudiosos, buscadores y conspiradores por igual.
—Señor Quismet —dice uno de los arqueólogos—, los textos recientes descubiertos en las cercanías de Uruk, creemos que pueden ser parte de un "portal de conocimiento" que, según nuestras interpretaciones, podría referirse tanto a una tecnología avanzada como a un estado de conciencia superior. Algunos datos señalan que estaríamos ante información de tamaña magnitud. De hecho, algunos pasajes mencionan que El Libro de la Vida describiría una estructura capaz de canalizar energía desde dimensiones desconocidas, lo que ha llevado a teorías de que Uruk no sólo era una ciudad, sino un epicentro de interacciones entre lo humano y lo divino. Se especula que este "portal" pudo haber permitido un intercambio de ideas y avances más allá de lo que consideramos posible para su época, lo cual explicaría antecedentes tan importantes en una humanidad remota.
Uno de mis hombres en el equipo de asesores se adelanta junto a otra historiadora que es parte también de mi equipo:
—En tal caso, ¿cómo se explicaría que el libro haya sobrevivido todo este tiempo?—pregunta él a lo que ella añade:
—¿Y si es información transmitida por épocas y tergiversada, qué garantías hay que de no se trate en verdad de un libro de ciencia ficción o que ustedes hayan recopilado información de ficción antigua creyendo que es real?
El arqueólogo parece haberse anticipado a esta información, por lo que interviene dando continuidad a sus certezas:
—Este descubrimiento podría ser la clave para entender el verdadero alcance del llamado "Secreto de la Vida" y su impacto en el desarrollo de las civilizaciones. Durante siglos, se ha debatido cómo un texto de semejante antigüedad logró atravesar los milenios, su información, pero ahora nuestro interrogante es cómo el libro teóricamente original ha conseguido llegar hasta nosotros, un testimonio de la capacidad humana para preservar conocimiento crucial o bien un mensaje desde las épocas imposibles de precisar con exactitud de Uruk. ¿Y si El Secreto de la VIda les ha permitido vivir como una sociedad que sobrevive en una dimensión paralela? Muchos estudiosos coinciden en que el "Secreto de la Vida" pudo haberse conservado mediante una combinación de tradición oral, copias meticulosas y un profundo entendimiento de los materiales resistentes al tiempo. Las tablillas de arcilla, por ejemplo, utilizadas frecuentemente en la era sumeria, demostraron ser sorprendentemente duraderas en ambientes secos como los de Uruk. O la misma sociedad de Uruk nos ha enviado su libro de manera intencional.
Los registros sugieren que su contenido, aunque esotérico, se transmitió en círculos restringidos de iniciados. Estos guardianes probablemente consideraron su información demasiado poderosa para caer en manos equivocadas, ocultándola bajo capas de metáforas y símbolos. Algunas teorías proponen que ciertas sociedades secretas a lo largo de la historia mantuvieron fragmentos del texto y sus interpretaciones, reconociendo su valor tanto espiritual como práctico.
Lo que resulta más intrigante es la datación del "Secreto de la Vida", que apunta a una época en la que los sumerios ya habían desarrollado sistemas avanzados de escritura y astronomía. Esto refuerza la idea de que el libro no sólo es un compendio de conocimientos pragmáticos, sino también un puente entre lo místico y lo científico o un portal transdimensional lo cual sería una locura de transmitir con la prensa internacional porque seríamos tomados por desquiciados.
Algunos estudiosos incluso especulan que su contenido pudo inspirar avances en arquitectura, medicina y gobernanza en diversas civilizaciones posteriores, al ser redescubierto y reinterpretado en distintos contextos históricos. Si el "Secreto de la Vida" realmente data de la era sumeria, no sólo sería un testimonio del genio humano, sino también un desafío a nuestra comprensión del alcance del conocimiento antiguo y su conexión con el presente.