El Secreto de los Williams

Capítulo 6

Ya habían pasado un par de horas desde que llegamos a mi casa y Mia no quiso ir a dormir, no dejaba de pensar en lo que había escuchado en el instituto, no me cabía en la cabeza que el director le estuviera haciendo eso. Subí a la habitación que le había dado a Mia y tras dar unos toques en la puerta ella me dijo que pasara.

-¿Estás bien? –Le pregunte mientras entraba.

-Supongo que estoy mejor, pero no puedo creer que me haya hecho eso, me traiciono y aun así me trataba como si nada –Me dijo con la voz quebrada y los ojos rojos e hinchados se nota que estaba llorando.

-Bueno pero ya estás aquí, y no te va a pasar nada

-Gracias, por todo lo que estás haciendo por mí sé que puede molestarte pero eres la única persona que se me ocurrió para pedirle ayuda

-¿Y tus amigos? –Le pregunte y pude notar que quería llorar más.

-Ellos no son mis “amigos”, si les hubiera pedido ayuda no me la hubiesen dado, pueden estar conmigo siempre pero no para darme la ayuda que necesito, ni siquiera aparecieron cuando el director anuncio que podrían verme, aparecieron hoy y solo se burlaron de mi porque me quede sola. Si llegue a pensar que ellos eran mis amigos pero solo son unos hipócritas.

Quede sorprendido, nunca me lo imagine y ps, como ella es tan buena no pensé que serían así con ella. La vi tan triste que decidí abrazarla ella no se lo esperaba pero termino correspondiendo el abrazo, me sentí muy extraño,  esta vez no fue incomodo como lo fue en su habitación la verdad me sentía tranquilo y después de un rato nos separamos, no quería que estuviera triste así que le propuse algo…

-¿Quieres ver una película? –Le pregunte con un tono suave y comprensivo– Te puede hacer bien distraerte, puedo ir a comprar palomitas, helado, sodas, cualquier cosa para verla, ¿qué dices?

-Está bien, pero yo elijo la película –Me dijo un poco más animada.

...........

Fui a la tienda que quedaba a unas dos calles de mi casa y deje a Mia escogiendo la película, le deje claro que si escuchaba algo que se fuera a esconder y que no hiciera ruido. Compre unas sodas, palomitas, chocolate, helado, etc.; compre muchas cosas y regrese al entrar no encontré a Mia por ningún lado, deje las cosas en la isla de la cocina y la fui a buscar, subí y la encontré en mi habitación fue extraño verla ahí estaba viendo el álbum de fotos que tenía en mi escritorio, cuando entre ella se asustó y cerro el álbum de fotos nerviosa.

-Perdón no debería estar aquí solo que… –No la deje terminar.

-Tranquila, no hay problema

-¿Seguro? Es que… soy muy curiosa y la puerta de tu habitación estaba abierta entre y vi el álbum sobre tu escritorio, y bueno como dicen: “La curiosidad mato al gato”

-Jajajaja tranquila no pasa nada. Ahora vamos  a ver la película, ¿Ya escogiste alguna?...

-Si encontré una de comedia.

Bajamos y después de un rato viendo la película Mia se quedó dormida ya eran las 5 a. m. y yo también me termine durmiendo.

.............

 Cuando me despierto ya eran las 12 del mediodía, desde la cocina podía sentir un olor que no sabía que era pero olía delicioso me levanto del sofá voy hacia la cocina y me encuentro a Mia bailando mientras cocinaba, tenía un camisón que le llegaba unos centímetros por encima de las rodillas y el cabello recogido en un moño mal hecho pero no se veía mal, yo no había hecho ruido cuando entre y ella se dio la vuelta y pego un brinco cuando me vio yo solo pude reírme y ella me miraba mal, pero aun así seguí riéndome por su expresión al notar que estaba aquí.

-Sé que soy feo pero no para que se asusten como si hubiesen visto un espanto –Le digo poniéndome una mano en el pecho fingiendo hacerme el ofendido.

-No vuelvas a hacer eso que casi me matas del susto –Me dice medio molesta y al mismo tiempo divertida.

-Bueno… ¿Qué es eso que huele tan bien?

-Lasaña pero a mi manera –Me dice orgullosa de lo que está preparando.

 -¿A tu manera?

-Sí, yo hago la típica receta pero le doy mi toque –Se queda un momento pensativa y puedo ver como se le cristalizan los ojos– Todavía recuerdo que cada vez que lo hacía en la casa mi madre y mi hermano siempre pedían una porción extra porque les encantaba.

Su voz se quebró cuando dijo eso y unos segundos después comenzó a llorar, me acerque a ella y la abrace ella se recostó de mi hombro y lloro estuvimos así unos cuantos minutos, y ella después se separó tenía los ojos rojos y las mejillas manchadas de lágrimas se las quite y nuestros ojos se encontraron, nunca los había distinguido tan bien como ahora, sus ojos no eran grandes pero tampoco eran pequeños, tenía las pestañas largas y oscuras, sus iris eran de un gris azulado, eran oscuros pero se podía definir bien su color, y lo dije sin pensar…

-Tienes los ojos más hermosos que he visto en mi vida –Ella parpadeo un par de veces analizando lo que le acababa de decir y aparto la mirada.

Y me odie por haberlo dicho, me deje llevar por el momento pero ella a lo mejor debió imaginar que estaba aprovechando que estaba desconsolada y pudo haber malinterpretado mi intención al habérselo dicho.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.