El secreto del jefe

15.Secreto a la vista

La mañana había llegado sin previo aviso, como siempre lo hacía, con su luz cruda entrando a través de las ventanas y despertándome antes de lo que me hubiera gustado. Mi cuerpo estaba agotado, y aunque la cama me pedía quedarse más tiempo, mi mente tenía otros planes. Desde la noche anterior, las palabras de Marcus seguían resonando en mi cabeza, como un eco constante que no podía silenciar.

Me vestí rápidamente, sin ponerle mucha atención a lo que elegía. ¿Qué sentido tenía preocuparme por lo que vestía cuando mi cabeza estaba llena de tantas cosas? La situación con Marcus se volvía más densa, más compleja a cada minuto. No sabía cómo manejarlas, y aunque trataba de evadir lo que sentía, mis pensamientos me traicionaban.

Con una taza de café en la mano, me senté frente a mi teléfono. Había algo reconfortante en el contacto con "Invisible". Sabía que no era real, que estaba conversando con alguien que nunca conocería cara a cara, pero, al mismo tiempo, me hacía sentir entendida, vista, de una manera que no había experimentado en mucho tiempo.

Abrí la aplicación, buscando su nombre entre los mensajes. Los dedos, casi por costumbre, comenzaron a escribir.

**Blair**: *Hoy me siento… rara. Todo está tan tenso últimamente, y no puedo evitar pensar que estoy atrapada en un círculo del que no puedo salir.*

La respuesta fue casi inmediata, como siempre.

**Invisible**: *¿Tensas? ¿Por qué lo dices? Cuéntame más.*

Me tomé un momento antes de responder. La tentación de revelar más de lo que debería era grande, pero a la vez, había algo en este espacio virtual que me hacía sentir libre, sin filtros. Decidí arriesgarme.

**Blair**: *Es como si todo fuera tan... intenso. Y lo peor es que me siento atraída por algo que sé que no debo, por alguien que sé que no debo.*

Hice una pausa, esperando. La ansiedad me hizo volver a mirar la pantalla varias veces. No era fácil admitir lo que sentía, pero de alguna forma, con él era diferente.

**Invisible**: *¿Por qué no deberías? Tal vez sea eso lo que necesitas: algo que rompa con todo lo que conoces, que te saque del mismo patrón.*

Esas palabras me hicieron sonreír, pero también me dieron una punzada en el pecho. "Invisible" entendía cosas que yo no podía comprender. Era como si él viera en mí algo que ni yo misma había sido capaz de identificar.

Pero entonces, una notificación diferente apareció en la pantalla: un mensaje de Marcus. Mi corazón dio un brinco, y aunque traté de disimularlo, mi pulso aumentó al leer sus palabras.

**Marcus**: *Necesito hablar contigo sobre algo importante. Esta tarde. ¿Te parece bien?*

Mis dedos titubearon sobre la pantalla. Sentí un nudo en el estómago. ¿De qué hablaría Marcus? No podía evitarlo, la idea de estar frente a él nuevamente, de tener esa conversación, me daba miedo. Todo entre nosotros estaba al borde de volverse algo más complicado.

Decidí ignorar mi nerviosismo y responder a "Invisible" para distraerme.

**Blair**: *¿Sabes? Es extraño. A veces siento que estoy atrapada entre lo que debo hacer y lo que realmente quiero hacer. Como si hubiera algo que me empuja a dar un paso atrás, pero mi corazón… mi corazón va en otra dirección.*

La respuesta no se hizo esperar.

**Invisible**: *A veces la razón y el corazón no se ponen de acuerdo, Blair. Pero tal vez es el momento de seguir lo que realmente sientes.*

Mis dedos temblaron ligeramente mientras leía esas palabras. ¿Debía seguir el consejo de alguien que nunca había visto? ¿Era tan sencillo? Lo cierto es que las palabras de "Invisible" resonaban de una forma que nada más lo hacía. Tal vez necesitaba escuchar esas palabras, aunque vinieran de un extraño.

Mientras pensaba en lo que acabaría de escribir, escuché el sonido de los pasos de Marcus acercándose al salón. Levanté la vista, y ahí estaba, como si hubiera estado esperando el momento exacto para aparecer. Su presencia siempre lograba descolocarme.

—¿Puedo hablar contigo? —su voz era más suave de lo normal. Había algo en él que se sentía diferente, pero no estaba segura de qué era.

—Claro, ¿de qué se trata? —respondí, tratando de mantener la calma.

Él se quedó de pie cerca de la puerta, mirándome de una manera que, por alguna razón, me incomodaba más de lo que esperaba. Era como si hubiera algo que no podía decir. O algo que sabía que no podía revelar.

—Creo que ya es hora de que empecemos a hablar de las cosas con más claridad —dijo, como si estuviera eligiendo sus palabras con cuidado—. La remodelación, el proyecto... todo esto. Siento que me he estado alejando de ti.

Hubo un pequeño silencio entre los dos. Miré a Marcus, intentando leer algo en su expresión, pero no pude. Solo sentí el peso de su mirada y la forma en que sus palabras se colaban en el aire, llenando el espacio vacío.

—No sé qué decir. No estoy segura de cómo manejar todo esto —respondí, sintiéndome vulnerable.

Él dio un paso hacia mí, y aunque quise retroceder, no lo hice. Era como si estuviéramos condenados a tener esta conversación, aunque ninguno de los dos estuviera listo para ella.

—Blair, sé que las cosas entre nosotros no han sido fáciles. Pero estoy convencido de que hay algo más... algo que no puedo ignorar. —Su voz sonó diferente, más sincera, y en ese momento, todo en mí se detuvo.

De repente, la tensión entre nosotros parecía menos una barrera y más una cuerda que nos unía.

—Marcus... yo... —no sabía qué decir. Mis pensamientos se volvían confusos. Justo en ese momento, mi teléfono vibró. Un mensaje nuevo.

Lo miré, dudando si debía leerlo o no, pero el nombre que aparecía en la pantalla me lo dijo todo. Era "Invisible".




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