El Sello: La Rebelión De Los Caídos

Capitulo 14: Secretos

El ambiente se tornó muy pesado al encontrarse frente a frente los hermanos con Ëadrail, Mizarth extendió la mano mientras con la otra le hacía señas a Alcorth que no se moviera.

 

— Un gusto mi lord, estaba interesado en conocerlo y mi hermano también —

 

— Para mí también es un placer conocerlos, por lo que pude escuchar te enfrentaras tu a mis luchadores — dijo Ëadrail mientras miraba a Njord, eso no era lo planeado, pero Njord entendió que planeaba algo, ante esto cruzo los brazos y acento con la cabeza.

 

— Me parece bien que participen dos de su confianza mi lord, sobre todo si uno es el mismo comandante general de su nación — comento Quzury.

 

— Bueno esto ya se ha extendido lo suficiente llévenos a nuestras habitaciones para alistarnos para los enfrentamientos — apunto Njord.

 

— ¿Cómo se atr... — preguntaba Alcorth dando un paso adelante enojado por la forma de hablar de Njord, pero fue interrumpido por Valend?

 

— Vayan ustedes el mastodonte y yo debemos ir a hacer unas cosas que nos ordenaron —

 

— Pasen por aquí — dijo de forma cortes Quzury.

 

El grupo se alejó de Alcorth y Valend, mientras Valend lo sujetaba por el brazo, pero siendo ella de apenas un metro con sesenta centímetros se veía un poco chistoso, pero no para todos, una persona que llegaba en ese momento miro la escena y se acercó para pedir explicaciones.

 

— Puede alguien explicarme ¿por qué esta niña te tiene tomado del brazo? —

 

Era Mirve que había venido a reunirse con Alcorth después de mucho tiempo.

 

— Hola, sencillo lo estoy deteniendo para que no mate a alguien, imagino que eres Mirve — respondió Valend mirándola de arriba abajo con una ceja arqueada.

 

— Sí, soy yo, ¿cómo lo sabes y quién eres tú? — respondió la mujer de los risos.

 

— Sencillo he escuchado muchísimo de ti del mastodonte y de cuanto te quiere, aparte la forma como preguntaste era obvio que tienes algo con él, tranquila amiga no soy una amenaza él es como un hermano mayor, es todo, solo que no quería que iniciara una guerra con otro país, después él te pondrá al tanto, los dejo — dijo Valend picando el ojo y yéndose en la dirección donde se habían ido los demás.

 

— Princesa llegaste, al fin llegaste — dijo el mastodonte con alegría alzándola por la cintura.

 

— No debería de estar feliz, pero lo estoy de verte —

 

— Tranquila es solo Valend yo te he hablado de ella — respondió.

 

— Si me imagine solo quise parecer celosa — dijo ella con una sonrisa en el rostro.

 

Después de un rato de conversación y muestras de afecto entre Alcorth y Mirve; ella contándole de como estuvieron las cosas después de que él y Mizarth se fueran del pueblo.

 

— ¿qué sabes del maestro? — pregunto preocupado por su maestro.

 

— No sabemos nada, él se fue con ustedes y no se supo nada, mas, sin embargo, hay rumores de que él se fue en la misma dirección que ustedes, es decir; para estas islas, pero asumo que no fue así porque ustedes sabrían donde estaría —

 

En ese momento el maestro que estaba en la dimensión donde lo había enviado aquí sujeto no dejaba de gritar para que su alumno lo escuchara, pero era imposible dado el sitio donde se encontraba, sin embargo, se había dado cuenta que al llegar la delegación de Neipoy las paredes de esa dimensión se habían hecho más delgadas.

 

— Algo ocurre, existe alguien con suficiente poder para poder sacarme de aquí, pero ¿quién podrá ser? y ¿cómo hacer para comunicarme con esa persona? — preguntaba para sí mismo el maestro.

 

En un campo de entrenamiento alejado de los mirones se encontraba Ron con Miachyv entrenando a los futuros guerreros de la hermandad; la hermandad ocultaba la creación de estos guerreros al consejo mundial ya que sospechaba que eran los Nephilim los que estaban ocasionando que las criaturas que el escuadrón elite comandado por Mizarth venían enfrentando ya desde hace unos años salieran a la luz, a ocasionar miseria y hacer que los países no alineados y otros alineados quisiera ocasionar invasiones a otros países para poder huir del peligro, y con esto ocasionar guerras entre países; pero por suerte los hermanos con su escuadrón habían podido evitar, destruyendo el peligro, y haciendo incluso que esos países pensaran en unirse al consejo mundial.

 

— Como les decía, el ser humano ha evolucionado lo suficiente para manejar la materia, solo que no lo han visto así, pero en el momento que usamos el poder para sanar estamos manipulando la materia de nuestro organismo y el de otros para que hagan lo que queremos, de cierta forma es lo mismo solo que deben pensar que las primeras moléculas son su medio de comunicación para llegar a su objetivo, Abus ben acá — dijo Ron mientras entrenaba a sus discípulos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.