Markethe, Mizarth y Farani avanzan con determinación, sus figuras desvaneciéndose en las sombras mientras se adentran en la capital de Neipoy. La misión de su trío es crucial: descubrir la verdad detrás de la oscura conspiración que ha sumido a Neipoy en el caos y la opresión. Los hermanos Zeta y otros miembros del escuadrón, conscientes de sus habilidades para moverse sigilosamente, los respaldan desde las sombras.
La luna arroja destellos plateados sobre las calles desiertas de la capital, resaltando la desolación que ha caído sobre la ciudad. Sin embargo, a diferencia de los pueblos cercanos a la frontera con Yurei, el centro de Neipoy no ha sufrido daño por la enfermedad. La población, una vez bulliciosa, se ha sumido en el silencio, un eco siniestro de las maquinaciones que se gestan en la oscuridad. El escalofrío en el aire no proviene solo de la noche fría, sino de la certeza de que algo mucho más retorcido y malévolo se oculta en las sombras.
Markethe se detiene en una esquina, observando las miradas vacías de los ciudadanos que pasan. —Esto va más allá de una simple epidemia—, susurra Mizarth, y la verdad de esas palabras resuena en cada rincón. La enfermedad, lejos de ser un azote natural, se ha convertido en una herramienta de control y sometimiento.
La misión se vuelve aún más crucial al descubrir testimonios de aquellos que han sido víctimas de la opresión en los pueblos cercanos a la frontera con Yurei. Calles marcadas por el miedo, hogares que ahora son meras sombras de su antigua vitalidad. Valend, con ojos agudos, percibe la manipulación detrás de cada medida tomada por los líderes de Neipoy. Ghom, el gigante silencioso, aprieta los puños con la indignación de un guerrero que escucha la injusticia de las palabras de sus compañeros que estaban en la misión.
Markethe, liderando con determinación, dirigen su atención hacia el epicentro de la conspiración en la capital. La oscuridad se espesa a medida que se acercan, pero la luz de la luna revela un laboratorio clandestino, un nexo perverso entre la enfermedad y aquellos que la utilizan como una herramienta de poder.
—Esto va más allá de una simple epidemia, como comento Mizarth. Alguien está manipulando esto a su favor—, murmura Farani mientras examina los documentos en el laboratorio. Los informes detallan experimentos genéticos, conexiones directas entre los líderes de Neipoy y la creación del virus que ha sumido al continente en el caos.
Markethe comparte su preocupación con el escuadrón. —Están jugando con la genética de la población. Esto va más allá de cualquier límite ético—, comenta Alcorth, y sus palabras resuenan entre ellos como un juramento de resistencia.
El conocimiento de esta verdad se convierte en un catalizador. En Chuugi, la Hermandad y Cawdor reciben informes en tiempo real de la situación. La gravedad de la conspiración se confirma, y la preocupación crece entre los líderes, especialmente Miachyv, el antiguo mentor y protector de Alice, quien ahora está cautiva contra su voluntad en Neipoy.
—Alice está en peligro, y no podemos permitir que esta tiranía continúe. Debemos actuar rápidamente—, exclama Miachyv durante la reunión del consejo.
La oscuridad de Neipoy no solo se cierne sobre la ciudad, sino que amenaza con extenderse por todo el continente. Markethe, Mizarth y Farani, junto con el escuadrón, se preparan para desentrañar más secretos y enfrentar desafíos mayores. La conspiración se despliega como un manto oscuro, pero la luz de la resistencia brilla en cada paso que dan. La verdad está al alcance, y la lucha por la libertad y la justicia solo acaba de comenzar.
***
La sala estratégica estaba inmersa en un zumbido de discusiones y planeación cuando Markethe, en un gesto decidido, miró a Arnolf y Farani.
—La situación ha cambiado. Arnolf, Farani, se unirán a la misión de Valend, Ghon y Quzury. La familia de Alice está dispersa, y necesitamos toda nuestra fuerza para garantizar su seguridad.
Arnolf asintió con determinación, su mirada fija en el mapa. Farani, con su aguda inteligencia estratégica, ya visualizaba cómo integrar sus habilidades al nuevo escenario.
—Valend, Ghon, Quzury, Arnolf y Farani trabajarán juntos. La información que poseen cada uno de ustedes es crucial para el éxito de la operación —declaró Markethe, ajustando el plan en consecuencia.
La unión de fuerzas aumentó la eficacia del equipo. Valend, con su destreza en el sigilo, lideraba el grupo, mientras Ghon aportaba su imponente presencia y habilidades de combate. Quzury, astuto como siempre, trazaba rutas seguras y Arnolf, con su agilidad, se convertía en el maestro de las entradas y salidas rápidas. Farani, la mente estratégica del equipo coordinaba las comunicaciones cifradas y aseguraba que cada movimiento fuera perfectamente sincronizado.
En el norte de la ciudad, Valend lideraba al grupo hacia la siguiente ubicación de la familia de Alice. Las sombras de los callejones ofrecían cobertura mientras avanzaban con cautela. En una casa discreta, encontraron a algunos miembros de la familia esperando con la esperanza reflejada en sus ojos cansados. Valend, con gestos sigilosos, indicó que era seguro seguirlo. Mientras avanzaban hacia la seguridad, la familia de Alice expresaba su gratitud en miradas y gestos silenciosos.
En el este, Ghon se destacaba como una figura imponente mientras protegía a aquellos que necesitaban ser rescatados. Su presencia intimidante alejaba cualquier atisbo de peligro, y el grupo se movía con una seguridad renovada. Ghon, con su sentido de honor y justicia, inspiraba confianza en aquellos que lo seguían.
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Editado: 10.02.2024