El Seol

EL INFIERNO, UNA DIRECTA PROFECÍA

En ese momento, Santiago no les hace caso a sus padres y entra a su casa con la parte del robo, y eso lo escode debajo de su cama, y se acuesta mirado hacia el techo, diciendo:

— Me quedo gustando ese primer robo, fue muy fácil...

De inmediato, Santiago se levanta, y le pone seguro a su puerta de la habitación, y saca la bolsa donde tiene las joyas de debajo de la cama, y las mira y se sonríe bastante, y dice:

— Que buen trabajo hice...

En la mañana, Santiago abre como es de costumbre su garaje, y comienza a limpiar su moto. Dándole la espalda a la calle. Cuando ve una sombra, y se da vuelta rápidamente, diciéndole:

— ¿Tu otra vez?

— Tengo que decirte algo muy importante antes de que te pase.

— ¿Qué? Mejor vete de mí vista, o busca te un novio, pero no me molestes.

— Si no me escuchas esto que te voy a decir, no vas a regresar más a esta casa.

— ¿Por qué?

— Porque morirás si no me escuchas.

Con un poco de temor al escuchar eso, Santiago se rasca su cabeza con su mano derecha, y le expresa a la joven:

— Dime, ¿qué es lo que tienes para decirme?

La joven se acerca un poco más a Santiago, y le expresa:

— Anoche tuve un sueño contigo; que salías de esta casa como todos los días, y en el camino te das de cuenta que viajas sin tu cartera, y te regresas con mucha molestia, porque te habías retrasado para reunirte con tus amigos para seguir hablando del robo que hicieron.

Santiago se pone agresivo, diciéndole a la joven con gran voz:

— ¡¿Tú qué sabes de ese robo?! ¡¿Tu como sabes del robo?!

— Eso lo sé por el sueño.

— Tu no sabes nada, y vete de mi casa.

— Te pasará algo sino me escuchas.

— Habla entonces, pero habla rápido.

— Luego de que de mal tratas verbal mente y nuevamente a tus padres; sales de tu casa y te vas con tu moto, pero en unas cuadras, ves un camión que tiene un letrero con una vaca, y luego de eso; en el camino miras como dos jóvenes juegan con un disco, tirándoselos uno al otro. Cuando te caes de la moto, por estar viendo a esos jóvenes, porque no viste una pequeña piedra en el pavimentado, y tienes múltiples raspaduras en tu brazo derecho y en varias partes de tu cuerpo, pero te levantas, y miras tu moto unos segundos, y como si nada; te vuelves a montar en esa moto, y te vas a toda velocidad, y te chocas de frente con una volqueta que sale de una calle. Saliendo disparado por los aires, y te matas al caer al piso...

— Vaya, me sorprendes.

— No he terminado... yo te vi en el suelo, había mucha sangre por todos lados de donde quedaste, luego yo aparezco en un lugar hostil, un lugar de mucho fuego, y escuche mucha gente gritando, pidiendo que los sacaren de ese lugar, que es el infierno. Después de eso, vi desde lejos, como desde una montaña encendida de fuego, vi que venía alguien, y estuve allí, hasta que se acercó hacia mí, y pude reconocerle, esa persona eres tú.

Santiago se asombra. Cuando la Joven sigue diciendo:

— Estabas lleno de gusanos, los cuales no se morían ni se quemaban y gritabas que te sacaran de ese lugar, porque era muy duro, pero muy duro lo que estabas viviendo, y luego que escuché decirte eso, llegan varios demonios y te arrancan la piel y te atormentan de formas muy duras, castigándote hasta la eternidad por a ver mal tratado a tus padres... tu tratas de correrles a todo lo que te atormenta, pero adonde corres, te chusas con clavos y te quemas en fuego y los demonios te alcanzan a donde quieras que estes para atormentarte por siempre, y fue que me desperté.

Santiago se puso pálido por unos segundos, y luego se muestra duro, y se ríe bastante, diciéndole a la joven:

— Pero, ¿qué película viste anoche?

— No estoy jugando con esto.

— Me has hecho reír mucho, comienzas a caerme bien, pero ahora quiero que te quites de mi camino.

La joven le abre paso, y le dice:

— Busca de Dios a tiempo, y honra a tus padres.

Santiago no le hace caso a la joven, y saca su moto a la calle, y se va...

Segundo después, se detiene y nota que dejo su cartera en su casa y se enoja un poco, y se devuelve por ella...

Santiago llega de nuevo a su casa, y tal cual como lo dijo la joven, este entra a la casa y alega con sus padres. Maltratándolos verbalmente...

Santiago sale de la casa con su cartera, y cuando la guarda en su bolsillo; se acuerda que la joven le dijo de la cartera, y dice:

— No me debo de perturbar con las palabras de esa joven traumada.

En seguida, Santiago enciende su moto, y se va de la casa, y cuando está a unas cuadras, por la avenida; éste ve un camión con un letrero de una vaca, y sigue de largo. Cuando ve a unos metros más adelante a dos jóvenes que se lanzan un disco uno al otro...

Santiago se preocupa en ese momento. Cuando se cae de la moto por culpa de una piedra que no alcanzó a ver, por mirar a los dos jóvenes, y se raspa en su brazo derecho y en varias partes de su cuerpo, y estando en el suelo, se acuerda que la joven le dijo que se iba de nuevo en la moto, y se mataba con una volqueta.

En ese momento, Santiago se levanta lentamente y no le quita la mirada a su moto, y se acuerda también que la joven le dijo que lo vio en el infierno quemándose por estar maltratando a sus padres...

Santiago llora y se arrepiente de verdad, y mira el cielo, y le pide perdón a Dios por todo lo que había hecho con él y con sus padres...

Santiago le coge pavor a esa moto y la deja tirada ahí, y sale corriendo de ese lugar...

Cuarenta y seis minutos después. Llorando bastante, Santiago entra a su casa, y abraza a sus padres y les pide perdón.

Estupefactos, Gustavo y Nieve le dicen juntamente a su hijo:

— ¡¿Qué te sucedió?!

— Mi mal comportamiento con ustedes dos, me iba a llevar al infierno, pero gracias a una mujer de Dios que me alertó, yo ahora estoy vivo.

Nieve abraza a su hijo, diciéndole:

— Hijo mío, ¡has vuelto!



#2704 en Otros

En el texto hay: esperanza, salvacion, consejos reflexin

Editado: 25.06.2025

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