EL MISTERIO DE LA RAZON DE DIOS

¿Cuántas veces he dudado de ti dios mío? Tu eres el único que lo sabe, porque, a decir verdad, no te puedo mentir, trate de ocultarme de ti, me encontraras.

Suplico a ti dios mío que me perdones lo que voy a redactar en mi libro, en cuestionar tus obras, por alguna razón haces las personas inquietas, volátiles, creyentes y hostiles, pero yo ¡señor mío! Mi mente es imperativa que duda y que trata de buscar respuesta en tus obras, entiendo muy bien que nunca te podré comprender, así que las personas que dicen conocerte en perfecta e infinita sabiduría de tus palabras… están equivocados.

Nadie sabe más que tu ¡señor mío! Solo somos los estudiantes de la vida que nos has puesto, para que vivamos de nuestras convivencias en familia, hijos, amigos etc.

¿Por qué tengo muchas preguntas hacia ti dios mío? Porque me cuestiono lo que haces; Las perfecciones e imperfecciones, la maldad del ser humano, entre otros, ¿Por qué? Soy una creación tuya muy insignificante que lo viste bueno que busca una respuesta a todo lo que haces.

¿Por qué tenemos que pasar el estrecho del paladín? tenemos la voluntad nuestra en decidir cuál camino ir, ya sea en el estrecho del paladín o el camino de la perdición, pues, de alguna manera nuestros miedos, problemas, tendremos que enfrentarlos de modo que tu dios mío estarás siempre con nosotros porque nunca nos abandonaras, entonces ¿Por qué nunca nos abandonas? ¿Será que nos amas tanto que ignoras el camino que elegimos? Mi respuesta es que NO, siempre esperas a que nosotros salga de nuestra boca el “arrepentimiento” de lo que hemos hecho, o el ofrecer disculpas a una persona que dañamos o perdonar a los que nos dañaron en el pasado, pues, cualquier de las dos vialidades que elijamos siempre pasaremos por el arrepentimiento y el perdonar para obtener nuestra recompensa en el final.

¡Señor y dios mío! Confieso en haber elegido el camino de la perdición, pero me iluminaste mi oscuridad para que abriera los ojos y eligiera al camino correcto.

Porque para hacer el salto de fe, en cambiar nuestras perspectivas de vida, tenemos que confiar y perdonar los que nos ofendieron y humillaron, porque para dios lo es todo.