ORACION FINAL:
SUFRIMIENTO Y REDENCION
Oh señor mío, cuanta ofensa por mi parte, Las palabras, las cosas de la vida corrupta me cegaron completamente y las voces de personas incorrectas me dejaron sordo de tu verdad eterna.
Fui el hijo terco, repudiado y traidor de muchas cosas subjetivas, pero tu señor mío, nunca me abandonaste, te falté al respeto y te mantuviste en silencio, dejé de creerte y alejarme de tu casa verdadera y aun así no me cuestionaste.
Dejaste que tu hijo se fuera y sintiera lo material creado por la humanidad y no insististe que volviera; mientras yo me entregaba en las cosas del mundo, consolabas a mi madre de años de tristeza.
Tu hija buscaba formas de acercarme a ti, y yo me negaba en acompañarla de tus maravillas. Tu hijo se instruyó de las cosas del mal, tomando sus decisiones como si fuera el dueño de su vida.
Los hijos somos incapaces de comprender del porque nuestras madres nos quieren felices contigo mi señor, muchos de nosotros no creemos en tus acciones divinas, pero tu dios mío eres manso de corazón, amándonos porque tú sabes lo que nos tienes preparado en nuestras vidas, confiando en que nos salvaras.
Somos incapaces comprender de tus acciones sabias y hermosas, todo aquel quien creer conocerte al 100% está equivocado, nadie sabe más que solo tu dios mío.
Tu hijo cometió errores que no se enorgullece y que padeció de muchas enfermedades, hasta que, por medio de su voluntad, decidió conocerte por tu hijo San Agustín patrono de los arrepentidos; Por medio de esta revelación ha tomado la decisión de creer en tu santo padre y en ti señor Jesucristo.
Tú, ser incomprensible, siempre serás un misterio para este individuo quien por medio tu divinidad omnipotente creasteis criaturas, razonables quien busca respuestas de tu verdad eterna.
Más bien tu sabes Dios, que hasta los más estudiados y expertos no buscaran conclusión de tu santísimo creación que a todos nosotros nos tienes maravillados; Tu lo fuiste, lo eres y lo serás siempre internamente nuestro salvador y cuidador de nosotros.
¡Ay de mi señor! Que yo un simple mortal buscaba conocerte de diferentes formas, saber quién eres, más bien tu sabes que nunca hallare esa respuesta, porque no soy como “TU” el alfa y el omega, lo divisible y lo indivisible, un ser que existe desde siempre.
¡Dios mío! Eres el camino, la verdad y la vida; nunca abandonas a tus hijos aun siendo confundidos por otras verdades falsas o alejados de tu santa iglesia católica y apostólica.
No eres una cosa misteriosa sino el misterio: aquel que no puede ser comprendido analíticamente, cuyo valor eres el infinito, la esencia y la sustancia que nació y habito entre nosotros, donde nos enseñaste amar y no odiar, ser empáticos, la unidad familiar y el amor fraterno.
Tú mi ser incomprensible sabes lo que necesitamos…ayúdanos a entender lo que está en nuestro alcance; protege a nuestros corazones humildes quien estamos en riesgo de muchas acciones del caído y que esté nos tratara de someternos y confundirnos de las lujurias y tenciones del mundo.
Señor y dios mío, gracias por ayudarme a entender que tú eres el motor que necesito en mi vida para seguir adelante, y que gracias a mis padres y amigos me han orillado a acercarme de verdad; se que esto es el comienzo de un camino extenso donde empezare a vivir de muchas experiencias tanto buenas como malas, sin embargo, se que tu estarás conmigo ayudándome de las adversidades del mal, porque contigo… nada es imposible.
Fui una vez la oveja perdida del rebaño, pero tu señor Jesucristo me encontraste y hoy en día sigo estudiando y aprendiendo de tu palabra como el mediador de hombres y tu madre como la mediadora de todas las gracias.
Permíteme ser el mediador de hombres de este mundo que tanto anhelo mi señor, los conocimientos que guardo en mi corazón en ti, déjame transmitirlo a cada alma perdida de este mundo para demostrarles que dios existe mediante la Fe y en la razón.
-Quien escucha de su verdad nunca más se volverá a perder-
Ten fe, protege y ama a los que te ofenden, así como también perdónate a ti mismo de tus acciones erróneos para seguir a ese ser incomprensible que lo llamamos dios padre, dios hijo y dios espíritu santo…
En ti confió.
“HAGASE TU VOLUNTAD Y NO LA MIA”
Amén.
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Editado: 17.09.2025