15 años después
—Tía Sophie, ¿con esa historia tan infantil pretendes convencernos de quedarnos en casa? —. La incredulidad en la cara de Sally resultaba graciosa, aquella adolescente era difícil de complacer.
Jeremy el hijo menor de Ivette y Caden miraba a su tía con aquel rostro tan tierno y esos profundos ojos azules como los de su madre, él era una copia exacta de Ivette.
—A mi si me gustó, solo desearía saber por qué siempre que nos cuentas esa historia cambias una parte, no me gusta que nadie muera —. Jeremy era soñador y amante de las historias de romance todo lo contrario a Sally.
—Es divertido dar giros y confundir sus mentes —. Con una sonrisa de complicidad Sophie le guiñó un ojo a Jeremy.
Sally seguía algo enojada, no quería escuchar historias de niños, quería ir a la feria de jardinería.
—¿Por qué los personajes tienen nuestros nombres? —. Esa duda rondaba por la mente de Sally cada vez que su tía le contaba la misma historia.
—No lo sé, deberías preguntárselo a tu tía Anna cuando regrese de sus viajes —. Entonces se puso de pie, cerró el libro y fue a una esquina de la habitación.
Caden e Ivette estaban presenciando todo desde la puerta, no habían querido darle permiso a Sarah y Jeremy para ir a la feria de jardinería por el comportamiento que habían tenido unos días atrás haciendo bromas al tio Arthur diciendo que el y Eva estaban enamorados.
Caden insistía en que podían ir, Ivette se negaba a ceder, no toleraría ninguna rebeldía a sus hijos.
—Adoran a Sophie, todo porque es una alcahueta.
—Ya no los castigues más, tú también amabas ir a la feria cuando tenías su edad, no me hagas recordarte que incluso organizabas a los comerciantes —. Caden era el tipo de padre que consentía a sus hijos en todo, Ivette le llevaba la contraria.
—Está bien —. Finalmente Ivette aceptó, todos en la casa le habían rogado que dejara salir a los chicos.
—Chicos su madre les dio permiso, vayan por Jamie, Sophie los llevará.
Antes de que Jeremy pudiera salir corriendo Ivette lo sustuvo por el brazo para decirle unas palabras.
—Cuida a tu hermana y no dejes que ningún chico malicioso se acerque a ella ni siquiera porque vaya a enseñarle el significado de las rosas —. Miró a Caden de forma acusadora que al principio parecía intimidante, luego sonrió dando a entender que se trataba de una broma.
—Nada que decir, me declaro culpable de cualquier cosa que me acuses —. Caden sacudió los brazos como dándose por vencido.
Jeremy asintió con la cabeza y luego corrió a toda prisa antes de que su madre cambiara de opinión, era algo muy propio de ella.
Una sonrisa se dibujó en los labios de Sally haciendo desaparecer esa expresión malhumorada que a diario solía tener.
¿Si la historia es real el final feliz no existe?
Eso depende del giro que quieras darle a tu historia, nadie elige que destino tendrás porque solo tú tienes ese poder, solo tú das giros y cambias la trama de la historia que estás viviendo, no te empeñes ni te conformes con quedarte con el final trágico, a última hora puedes cambiarlo y sorprenderte a ti mismo.