Estefania llega temprano y se sienta en el mismo lugar de siempre, cuando ve entrar a Joan una sensación de querer ignorarlo se le presenta en su cabeza, junto a otras emociones que no sabia explicar, no sabía con exactitud del por qué está mezcla de emociones, levanta su mirada al sentir que estaba cerca, Joan le dice amablemente.
—¡Buenos días!
Ella lo mira y se gira inmediatamente, él se sienta confundido mientras la observaba tratando de deducir el por qué de su malestar, pero termina siendo una vez más ignorado por ella, cuando toma asiento ella gira y se queda observando por la ventana.
Durante las clases él trata de llamar su atención con miradas y gestos que no llegaban hasta ella, ya que en ningún momento le llego a prestar atención.
Las horas pasaban y ella seguía en la misma postura, durante los receso ella se iba sin mirarlo con Cami y Karen, así transcurrió su día, sin oír la voz de ella, sin sentirla cerca, no pudo contarle lo que había pasado en su cita.
Cuando las clases terminan Joan se pasea por el colegio y ve que Estefania estaba sentada sola, se acerca en silencio.
—¿Y tus amigas?
Ella se asusta al conectarse de golpe con la realidad nuevamente.
—¡Perdón, no quería asustarte!. ¿Por que estas sola?
Le pregunta mientras se sienta a su lado, ella solo le responde con silencio, ambos se quedan callados mirando a la nada.
—Estefi, perdón si hice algo que te molestó.
Ella mueve su cabeza negando su oración, sin más quedan en silenció nuevamente.
—¿Me puedes decir porque estas enojada conmigo?.
Ella ignora su pregunta, no levantaba su mirada.
—¡Hey!.
Le dice mientras se acerca a ella, eso le hace sentir mas incomoda aumentado los nervios que se hacían visibles en un pequeño rubor de color rojizo.
—Estas muy cerca.
—¿Que?.
—¡ESTAS MUY CERCA!.
Le grita y pone su mochila en su cara, era el impedimento y resguardo que ella uso para cortar la distancia que los separaba, lo empuja para alejarlo, esto levantó el humor de Joan, ya que le hizo gracia sus movimientos.
—Bueno, cuando estés cómoda para hablar me dices.
En ése momento llega Camila y Karen, Joan sé pone de pié mientras sigue riéndose, estaba listo para retirarse del lugar para no ser estorbo entre sus amistades, pero es frenado por la voz de Camila.
—¿No quieres quedarte?.
—No, me tengo qué ir, gracias.
Él sé va caminando sin qué lo miré Estefania, Karen sé sienta a su lado.
—¿Qué pasó? ¡¿Se pelearon?!.
Ella mueve su cabeza en forma negativa, mientras aún se mantenía escondida entre sus piernas.
—¿Entonces?
—No se, me siento molesta con él, no se que me pasa, pero solo quiero estrangularlo y pegarle.
—¡Eso da miedo!.
Lo repite mientras toma distancia de ella, Camila se sienta a su lado.
—Si estas enojada tienes que seguir en la misma postura, una mujer jamas debe aflojar.
—Pero Cami...-.
—Callate Ka, estoy hablando con ella, bien, ni se te ocurra hablarle, deja que él te busque.
Estefania nunca noto nada raro en la forma de hablar de ella, ya que era su amiga y le estaba dando su primer consejo que aunque le parezca dudoso ella es su amiga y para eso están ellas para ayudarla.
Al día siguiente.
Estefania camina hacía el colegio con la duda en su cabeza de que hacer si se llega a encontrar con Joan, sigue su paso mientras la única compañía que tenía esa mañana era su sombra que no se despegaba de ella, la única que seguía sus pasos, su mente estaba inundada de escenas creadas por su imaginación, se llenaba de preguntas, que ninguna tenía respuesta.
Mientras se acercaba al colegio escuchó que alguien dijo su nombre, parecía la voz de Joan , ella en un acto de reflejo gira y ve que no había nadie, tal vez fue sólo su imaginación.
Entra a su curso y se sienta mientras mira el banco vacío a su lado, acomoda sus cosas y se acerca Nicolás.
—Buenos días, después necesito hablar con contigo a solas.
Ella asienta con su cabeza para que entendiera que era un si.
Luego de clases, Estefania sale hacia el patio con una sensación rara, tal vez sea por lo que faltó Joan, se sienta sola en el pasto bajo la sombra de un árbol y llega Nicolás.
—Por fin te encuentro, te dije que quería hablar contigo, ¿Donde te habías metido? No importa.
Él se sienta a su lado.
—Necesitó un favor, ya que eres amiga de Camila y la mas cer...-
—¿Por que no se lo pides a Joan?.
— Lo haría, pero él ya me hizo un favor enorme, me acompañó a una cita doblé, lo tuve que obligar, por eso quería pedírtelo a ti.
Ella se quedó trabada en su imaginación mientras va entendiendo que fue arrastrado para versé con esa chica y un ligero peso se cae, se sentía liviana, su malestar se desvaneció automáticamente, ella no entienda el por que de la desaparición de su enojo al oir esas palabras, se da cuenta que el tiempo nunca freno como en su cabeza, se había desconectado por compelto de la realidad gracias a su imaginación, se respondía sola a las dudas que iba creando, vuelve en si al escuchar una pregunta.
—¿Y bien? ¿Me ayudaras?.
Ella lo mira desentendida, trataba de deducir su duda lo más rápido posible.
—¿No me prestaste atención?.
Ella mueve su cabeza en forma negativa, no había nada que hacer, más que aceptar su error.
—Bien, para resumir, necesito que me presentes a Camila.
—Bueno, pero quiero algo a cambió.
Ella lo mira fríamente con terror, algo estaba tramando, era fácil de darse cuenta, no hacía falta conocerla, el acepta ya que así tendría su deseo, un precio justo para su ambición.
Alex M. Martínez.