Libre Del Silencio. Parte. – 2.

Joan se encontraba en un bosque lleno de arboles blancos gracias a la nieve, miraba a su alrededor sin entender cómo había terminado en ese hermoso lugar, siente unas manos calidas que cubrían sus ojos, se las quita con suavidad, al darse vuelta ve parada a Estefanía con una sonrisa enorme, la hermosa postal que habia detrás de ella era opacada con la belleza sublime de su sonrisa.

—¿Que haces aquí?.

—¿Te gusta? Nunca estuve en la nieva.

-Deberías estar en el hospital.

–Joan ya soy libre, por eso no estoy ahí, estuve paseando por todos lados, fui a visitar a los demás para saber cómo estaban, es increíble.

—Pero tienes que vol...-

—Ya no voy a volver.

—¡¿Que?!.

–Vine para poder despedirme de ti tonto.

—No, no puedes despedirte así, aún quedan muchas cosas para hacer juntos.

—Perdon, gracias por todo lo que hiciste por mi, fuiste la primera persona que se dio la valentía de hablarme, fuiste mi primer amigo y mi primer... -.

—No digas más nada, no quiero que te vayas.

—No lo decides tu, aprendí tantas cosas a tu lado, te voy a recordar con mucho amor, a ti y a todos los demás, me dieron mucha alegría, yo sufría mucho, no hablaba con nadie, no lloraba, no reía y con ustedes tuve todas esas emociones juntas, me conocí más a mi misma y fue gracias a todos ustedes.

Él comienza a llorar con cada palabra, no quería aceptar que ella se estaba despidiendo, la angustia no lo dejaba en paz.

—No tienes que llorar, me vas a lastimar más, quiero que seas feliz con cualquier persona que te corresponda, quiero que te cuides y te abriges en invierno, quiero que sigas adelante por mi, yo te voy a estar observando, te voy a cuidar desde mi lugar, voy a estar escondida en alguna nube.

Él se acerca para abrazarla, al menos quería sentirla lo más cerca posible antes de no volverla a ver, pero cuando lo intenta pasa de largo como si sólo fuera un espejismo, se da vuelta desde el suelo y ve que ella le sonríe con lágrimas en los ojos, ella no quería irse pero debía hacerlo, su rostro lo decía todo, él se pone de pie rápido.

—No te voy a dejar ir, quiero que te quedes conmigo, te dije que quiero envejecer junto a ti.

—Perdon Joan.

Ella comienza a desaparecer, poco a poco se iba convirtiendo en luz, él solo era un espectador mudo que no se le había dado el derecho de hacer nada más que mirar como desaparecía de su vida, comienza a llorar y no logra escuchar las últimas palabras que ella le había dedicado.

Se despierta agitado, con una angustia enorme, se sentía mareado, débil y triste, siente un cosquilleo molesto en su mejilla, se toca y se siente húmedo ahí es donde de se había dado cuenta que había llorado, mira su celular y ve que eran las cinco y media de la madrugada.

Asustado por el sueño se levanta rápido y sale de su casa corriendo hacia el hospital, apesar de sentirse mareado y débil no paraba, no quería creer en ese sueño, tenia miedo de llegar y darse cuenta que lo que vio era verdad, quería creer que lo que vivió no fue por casualidad, solo una mala jugada de su temor aliado de su imaginación.

Corría con todas sus fuerzas bajo la fría noche, entra en el hospital y se escabulle rápido sin que nadie lo noté, abre la puerta y se desploma en el suelo en shock, no podía creer lo que estaba viendo, era difícil de aceptar, la encuentra a Estefanía sentada despierta mirando por la ventana, millones de ideas lo agobian con solo esa imagen, todas las emociones empiezan a salir en forma de lágrima, arrodillado apoya su cabeza en el suelo y comienza a llorar, se apretaba el pecho que tanto le dolía para aliviar el miedo que había sufrido, no sabía si aún estaba soñando o estaba despierto.

Vuelve en si cuando ella con su dulce voz y una sonrisa enorme pronuncia su nombre orgullosa, en ese momento su corazón acepta las palabras, ella se baja de la cama, pero cae al suelo, sus piernas no tenian la suficiente fuerza que ella necesitaba para caminar, se acerca hasta donde estaba aquel hombre roto, con sus manos le levanta la cabeza y lo abraza, él comienza a apretarla para sentirla, aún no asimilaba que no estaba soñando, la abraza con toda la fuerza que tenía, no quería soltarla, ella se despega de él y lo toma de la cara para poder secar sus lágrimas, usa sus manos como si fuera ceda y le pasa sobre sus ojos.

—Ya no llores.

Joan comienza atocar su cara para saber si era real.

—No sabes el miedo que sentía, pensé que ya no estarías con nosotros.

—Las palabras que me dijiste anoche me ayudaron mucho, me abriste los ojos, ya no tengo que aferrarme al pasado, tengo que ver hacia el futuro.

—¿Anoche? Estefi estuviste dos meses dormida.

—¿Enserio? Es un récord.

—Estuviste en coma.

—Oh me perdi el final de mi serie.

—Y también la graduación.

—¿Enserio?.

Él la vuelva abrazar.

—Gracias por no darte por vencida.

—Gracias por darme la fuerza que necesitaba, ahora no me voy a alejar de tu lado.

—Espero que no.

Ella se sonroja y quita su mirada de él.

A todos le llega la noticia que ella había despertado, cada uno reaccionó como su personalidad les permitía, estallaban de emoción, mientras pasaban los días uno por uno la iba visitando, algunos para regañarla, otros lloraban, cada día el ambiente era distinto.

En la habitación se encontraba Abril y Nicol que estaban hablando y poniéndose al día, quedan en silencio cuando escuchan la puerta abrirse, entraba Camila.

—¿Podrían​ salir? Necesito hablar con Estefanía.

—Hola por lo menos.

—Salgan.

—No voy a dejarte sola con ella, si la intentas matar.

—Abril no exageres.

—¿Si le llega a desconectar del cable y se muere?.

—No estamos en una película.

—Como se imaginan que soy.

Abril agarra la almohada de la cama de Estefanía y sale.

—Ahora se por que te rechazó Nicolás, maldita inmadura.