"Si ves el inicio del humo, es porque el fuego está cerca"
Al siguiente día Rhett se fue por la mañana ya que tenia que hacer algunas cosas, de mi parte me sentía extraña, sentía que estaban observándome, voltee a ver hacia la ventana que daba al bosque y sólo vi una silueta asomándose por un árbol, cuando lo vi a los ojos sentí un ligero dolor punzante en la cabeza, rápidamente corrí hacia el baño a vomitar.
Cuando voltee a verme al espejo, no podía creer lo que estaba viendo, detrás de mí estaba aquella silueta pero esta vez si podía ver su rostro, era muy blanco, con el pelo color azabache, pero con unos ojos azules muy claros que claramente se podían perder con el color blanco, tenía una nariz muy bonita, sus labios eran gruesos, era más alto que yo y vestía completamente de negro.
Estaba tan sumida detallándolo que no me di cuenta de que el estaba marcando mi brazo con sus uñas.
-Ahora me perteneces preciosa -. Rápidamente abrí la llave y me lave el rostro, cuando me voltee a ver de nuevo el ya no estaba, pero mi brazo tenía una ligera marca rojiza.
[...]
Había pasado toda la mañana pensando en sus palabras <<ahora me perteneces preciosa >>¿ A que se refería? ¿Por qué su belleza era tan anormal como la mía? ¿Por qué sentía que lo conocía? ¿Por qué me marcó el brazo? Estaba tratando de convencerme de que eso fue solo un producto de mi imaginación y que eso no pasó realmente, pero la marca en mi brazo me decía otra cosa, así que prepare mis cosas y me puse las lentillas y salí directa al bosque.
Durante el camino sentía que estaban observándome de nuevo, creí que se trataba de Rhett pero muy dentro de mí sabía que no era así, porque ya hubiera leído su mente.
Aparte de que el ambiente se sentía distinto, era como si alguien lo estuviera controlando, decidí ignorarlo y seguir con mi camino al bosque, una vez que llegué me asegure de que nadie me siguiera.
Una vez que me asegure de que todo estaba bien, me adentre en el bosque.
Está vez se sentía tranquilo, haci que seguí caminando hasta que me tope unas escaleras que daban hacia arriba, empecé a subir las escaleras y continúe subiendo pero cuando voltee hacia abajo ya no estaban las escaleras.
Subí rápidamente hasta que llegue de nuevo al río, pero el río no era de color azul si no que era color negro, supe que algo no estaba bien y corrí hacia la primera parte que se me vino a la mente pero choque con algo o....alguien, cuando levante mi rostro hay estaba ¿Rhett?
-¿Qué haces aquí? -. Le solté con brusquedad.
No entendía ¿Por qué no podía leer su mente? Mire su rostro y se veía extraño, era como si sólo su cuerpo estuviera hay pero su mente no existiera, algo estaba mal.
Estaba pálido y las ojeras se veían muy pronunciadas debajo de sus ojos, pareciera que estaba a un segundo de desmayarse.
-¿Estas bien?-. Le pregunté frunciendo el ceño.
-¿Qué te pasó en el brazo? -. Me preguntó sin expresión alguna.
-Nada que te importe, ¿Qué haces aquí? -. Estaba perdiendo la paciencia.
-Bien, tengo que irme -.Se dio la vuelta y se fue.
Algo no estaba bien, algo debió suceder y quizás no quiere decírmelo.
Decidí ignorarlo y comencé a caminar sin rumbo, pero me detuve de golpe ¿ Por donde diablos se fue Rhett? Esto ya es demasiado extraño, seguí caminando pero sentí que alguien me estaba rodeando la cintura y tapandome la boca comencé a entrar en pánico cuando también sentí que me estaban metiendo dentro de unos arbustos, pensé que era Rhett con una de sus bromas pero cuando voltee hay estaba, ese extraño que por la mañana me marcó el brazo.
Me hizo una señal para que guardará silencio, lo hice pero cuando me asome por los arbustos había una sombra muy alta de color negro, el aire comenzó a sentirse pesado y caliente.
Cuándo voltee a verlo de nuevo, traía en sus manos el cuerpo sin vida de Helena Scott, rápidamente me tape la boca para no gritar, a mi lado el extraño no hacía ningún gesto solo lo veía, cuando noto que lo estaba viendo, me dio una sonrisa cálida ¿Por qué sentía que lo conocía?
Me encontraba en el río del pueblo, mamá me había prohibido venir aquí porque decía que era peligroso. Aunque en realidad no, tengo un amigo que le gusta hacer lo mismo que a mi, el me muestra las cosas bonitas del bosque y extrañas.
Como si lo hubiera invocado ya se encontraba a lado mío.
-¿Como te llamas?
Voltee a ver al extraño ¿Que fue eso? ¿Era el? Y luego voltee a ver a la sombra, lo que vi fue a la sombra quitándole los ojos y comérselos y soltar ronroneos satisfecho como si disfrutará ver a sus víctimas son ojos , también le estaba agrandando la boca de una manera muy macabra que si la vieras de lejos te diera tanto miedo y lo peor es que por alguna extraña razón en mi mente sabía porque lo estaba haciendo.
Cuando terminó de agrandarle la boca, la lanzo hacia nosotros, el cuerpo rodo y pude verla mejor, su cara estaba llena de moretones, su cuerpo desnudo lleno de arañazos y marcas como si hubiera estado siendo torturada y hematomas por todos lados, tenía lodo y sangre por todos lados.
Eso fue suficiente para que yo ahogara un grito y también fue suficiente para que la sombra rápidamente volteara hacia nosotros
Comencé a entrar en pánico cuando vi que la sombra estaba aproximándose hacia nosotros, el extraño noto eso y como pudo me pego a su cuerpo y me susurro un <<no hagas ruido >> le hice caso porque no quería morir así ¿Acaso quien querría morir asi? cuando la sombra llegó hacia nosotros note que ¿no me veía? La tenía justo en frente de mi pero el no se inmutó de mi presencia.
[..]
La sombra ya se había ido, aún no entendía como es que no me pudo ver, a mi lado el extraño estaba tranquilo como desde que lo conocí, estaba acomodándome el cabello nerviosamente cuando su voz me sacó de mis pensamientos.
-¿Por qué te empeñas tanto en ocultarte? -. Me preguntó aquel extraño