El silencio del destino

Capítulo 2: Recordando el pasado

Flashback

_ ¡No se que hacer!- dijo Helmer frustrado y desesperado.- no se cómo recuperarme de esta dolorosa pérdida 

_ Nadie se esperaba esto, hermano- dijo Samuel, hermano de Helmer- secuestraron a Yoann y aunque les dimos el dinero que querían, no lo dejaron libre.

_ Debemos hacer justicia

_ Lo lamentó mucho también por Fiorella, su esposa.

_ ¡No me hables de esa maldita! ¡Por su culpa, Yoann fue secuestrado y fue asesinado!

_ Yo creo que no hemos visto muy bien las pruebas. Cuando acusaron a Fiorella del asesinato de Yoann, yo tenía dudas, se vio como si alguien hubiera alterado las cámaras.

_ ¡No Samuel! Esa mujer fue cómplice del secuestro de Yoann, y también de su muerte. Esa mujer pagará muy caro lo que hizo.

_ Helmer, se que estás muy dolido, pero no olvides que yo también, también era mi hermano. Mira, ya tenemos que volver al trabajo, esta vez te invito.

_ Está bien, Sam, voy al baño y luego te alcanzo

_ Si, está bien, pago la cuenta y te espero

Una señora tuvo en la mira a Helmer por ser multibillonario.

_ Mira Aubrey, ahi va un señor al baño, corre, tú sabes que hacer, y te daré helado de chocolate.

_ Si abuelita, ya voy- dijo Aubrey- un niño que le cambiaría la vida a Helmer.

Mientras Helmer fue al baño, el niño lo sigue sigilosamente. Cuando Helmer de lava las manos y se seca, el niño comienza a gritar y a llorar.

_ ¡No! ¡No! ¡Suélteme! ¡Se lo suplico! ¡Ayúdenme!

_ Oye niño, cálmate, no te voy a hacer daño

_ ¡Aubrey!- gritó la señora- ¿Que pasa? ¿Por qué gritas así?

_ Ese hombre empezó a tocarme.

_ ¡Como se atreve! ¡Usted es asqueroso!

_ Señora, yo no lo toque, el empezó a gritar solo.

_ ¡Mentiroso! ¡Usted quiso abusar sexualmente de mi nieto.

Llega el gerente y en automático llama a la policía

_ ¡Usted no irá a ninguna parte!- dijo el gerente- Ya llame a la policía, no puedo creer que siendo un hombre respetable, quiera abusar de un niño.

Sacaron a Helmer afuera, la señora estaba dispuesta a retirarle los cargos, pero ella exigía una suma de dinero.

_ Mire señor, usted decide, o va a la cárcel o me da 750 millones de pesos.

_ ¡Yo no le voy a dar nada! ¡Soy inocente! Yo no toque a ese niño, ¡esto es un malentendido!

_ Helmer- dijo Sam- dáselo, más vale que perdamos dinero a que te lleven a la cárcel, hay que dárselos o si no, estaremos atrapados en problemas más grandes.

_ ¿Es que no lo ves, Sam?- me está  acusando de ser un pederasta, y no voy a darle a esa mujer lo que quiere.

_ Muy bien, entonces irá a la cárcel- dijo un policía- no toleraremos a hombres como usted que lastime a los niños. Espósenlo 

_ ¡Esta es una calumnia! ¡Es una difamación!

_ ¡Callate! Todo lo que digas será usado en tu contra.

Samuel estaba muy preocupado, así que llamo a sus hermanas, esperando por Esther McGregor.

El celular de ella comienza a vibrar y contesta.

_ Hola Samy, ¿Que pasa?

_ Esther, necesito que vengas tú, Atziri y Meredith, tenemos un problema grave.

_ ¿Cómo un problema grave?

_ Ven y les cuento

Las hermanas se reúnen con Sam y les dice la situación.

_ ¿Cómo está eso de que nuestro hermano lo encarcelaron?- preguntó Esther

_ Si, lo acusan de pederastia. ¡Miren! Ahí viene nuestra cuñada Lydia

_ Hola, ¿que pasa?- preguntó Lydia.

_ A Helmer lo acusan de Pederastia- dijo Atziri.

_ ¿Pederastia? ¡Es imposible! ¡El sería incapaz de hacer algo así!

_ Tenemos que ayudarlo- dijo Sam- hay que enfrentar a esa señora y a ese niño que lo inculparon.

Lydia va a ver a su esposo en la cárcel.

_ Mi amor, ¿por qué tuvo que pasarte esto? ¿Por qué estamos ahora viviendo algo así?

_ Tú me crees ¿verdad?- preguntó Helmer con mucha angustia?

_ No lo se, la verdad no lo se.

_ Lydia, mi amor, tú sabes que sería incapaz de hacer algo tan grave como eso, créeme por favor, me están difamando, además, me extorsionaron.

_ ¿aquí en te extorsiono?

_ La abuela de ese niño que según ellos, quise abusar de él.

_ Veré que puedo hacer por ti, no te abandonaré, te amo y te sacaré de aquí.

Lydia planea algo para desmentir.

_ Me llevaré este lápiz, contiene una cámara, le daré a esa señora lo que se merece, le daré lo que quiere, la haré caer.

_ Confiamos en ti, Lydia- dijo Sam.

Lydia va directamente con la señora.

_ ¿Usted que hace aquí?

_ Vengo a darle el dinero que quiere. Pero necesito escuchar algo de su nieto.

_ ¡Es un menor de edad! ¿Cómo se atreve a hacer eso?

_ Necesito escucharlo- el niño se acerca.- Hola pequeño, dime una cosa, ¿mi esposo de verdad te tocó.

_ ¡Si señora! Ese hombre quiso abusar de mi. ¡Entregue el dinero!

_ ¿A caso no sabe que yo se lo que quiere hacer?- la señora le arranca el lápiz.- usted me está grabando. Ahora, la puedo acusar de que usted fue cómplice de esta tragedia. Así que, si no quiere que la acuse, déjeme el dinero y no diremos nada.

_ Está bien, aquí tiene- a Lydia se le salen muchas lágrimas.

_ Ahora, ¡váyase!

_ Muy bien, adiós- Lydia se va con mucha impotencia.

Estando solos, la señora felicíta a su nieto.

_ Muy bien mi niño, y ¿sabes ahora cuál será tu premio?

_ ¡Helado de chocolate!

_ Así es, toma, un litro de helado de chocolate para mi amado nieto. Ahora, te doy permiso para que toda la tarde juegues y hagas lo que quieras.

_ Gracias, abuela, ¿Puedo irme a mi cuarto a comerme mi helado de chocolate.

_ Adelante mi niño, ve y disfrutatelo, es tu premio.

Lydia va caminando y alcanza a ver a una multitud de mujeres en donde esta la policía. La señora difamó a Helmer y esparció el chisme a muchas mujeres con niños para que lo puedan encarcelar.

_ Hay señor, Mcgregor, es mucho más tonto de lo que creía, hasta su esposa lo es. Solamente tenían que darme el dinero y no tendrían más problemas.




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