Reprimirse.

El conde le estaba dictando unas cantidades. Su voz clara y suave,concisa y firme,se calló de pronto.

Adele levantó la vista. El se tocó la cabeza y cerró los ojos. Acto seguido cayó hacia atrás.

Adele se quedó quieta, incrédula. En cuanto pudo reaccionar,se levantó y se arrojó sobre la campanilla.

Después se inclinó sobre el hombre.

-Exelencia!, exelencia!- lo llamó turbada y asustada.

Mr. Green entró en la habitación ceremoniosamente, en cuanto se percató de la situación, se inclinó también sobre el conde y envió a llamar a dos lacayos y al médico de inmediato.

Adele sacó de su cajoncito,un frasquito de sales. Que acercó a la nariz del conde. Pero este no despertó.

-Vete a la cocina y llama a Miss Cuervo, llevaremos al conde arriba a su habitación -

Adele asintió y luego salió corriendo a buscar a Miss Cuervo.

Adele miró ansiosamente al conde en la cama. Junto a él estaba Eleonora, que sostenía al inquieto bebé de seis meses. El médico ordenó que alguien se hiciera cargo de la criatura.

Mrs. Harris cargó al niño en brazos y se retiró.

En la habitación,solo quedó Mr Green, Miss Harris,La condesa y Adele.

El doctor miró a Adele.

-Es usted la administradora del conde?-

-Si señor -

-Tiene el conde listo su testamento?-

-Si... señor - Adele comprendió poco a poco,con la información penetrando su mente lo que eso significaba.

-Ha heredado la...- Mr Green no pudo completar la frase.

-Todo indica que sí - corto ,conciso, inmisericorde.

Eleonora dejo escapar un profundo sollozo.

Miss Cuervo la sostuvo en cuanto se desvaneció.

-Llevela a su habitación. La revisaré en un momento -

Se quedaron solos y callados .

-Esto es.. bastante lamentable,nunca viví una situación como está. Un conde con una enfermedad progresiva y una condesa que se muere lentamente -

Adele estaba completamente conmociónada por la información.

Mr. Green bajó la cabeza.

-Que podemos hacer o que podemos esperar?-

-Van a tener que actuar como guardianes de la familia. No sé cuál será el primero en fallecer. Dejaré los tratamientos del conde en manos suyas,dijo mirando a Mr Green, los de la condesa, los veré más tarde con Miss Cuervo, usted, cuide al niño y los bienes de la familia - dijo mirando a Adele directamente.

Ella asintió. No podía creerlo. No. No podía creerlo.

Ella había estado resentida con los condes durante esos meses después de la marcha de la Lady Elliot.

Cómo había podido estar tan enojada y rencorosa?

El tiempo del conde y la condesa se estaba agotando y ella con sus resabios.

Había estado mal. Muy mal. Había deseado quitarles el niño e irse lejos,tal vez a América.

Se le salió un sollozo. El doctor meneó la cabeza.

-Ire a ver a la condesa-

Mr. Green salió tras él. Adele se quedó mirando la cama. El conde parecía tan indefenso y con esa piel tan pálida.

-No quiero que muera,Oh Dios,no quiero que muera!-

Los días siguientes pasaron entre las cuentas y documentos del conde y la cuna donde el bebé reposaba. Algunas veces, detenía el trabajo para ponerlo en la alfombra y jugar con el un raro.

Llevó al bebé a la habitación de su padre y lo ponía a su lado, mientras el conde comía un poco y recuperaba fuerzas.

Luego, se iba a la habitación de la condesa y ella sonreía débilmente al ver al bebé.

Media hora al día,había dicho el médico,el bebé solo podía estar con su madre media hora.

Eleonora era feliz al verlo y que él niño intentase gatear hasta ella y mirarla babeante y con brillo en sus ojos.

Adele se había reprimido antes de explotar contra los condes, ahora lo hacía para controlarse. Debía mostrarse tranquila y hacer su mejor esfuerzo administrando la propiedad y los bienes del conde.

Cuando se recuperó un poco, pudieron sostener cortas reuniones para dar y recibir información e instrucciones.

Adele aún estaba perpleja. Esperando. Esperando que? Una explicación?. Sí, una explicación, sobre lo que sucedía con la salud, tanto del conde como de la condesa.

El corazón se le apretó. El conde anterior había fallecido joven,en plena madurez. El conde iría a fallecer igual o antes?