Luego me encontré cayendo un cielo que no era nocturno ni meridiano. Todo estaba
asumido en una gran sombra, no sabía si estaba cayendo o estaba quieto en realidad,
porque me movía lentamente por todo el lugar sin control absoluto, ya fue después de
un rato que caí en cuanta que eso no era verdad, no sé cómo llegue ni como Salí, pero
estaba en otro lugar. Deprimente es lo primero que pensé al ver el lugar donde me
encontraba, una ciudad con algunas siluetas caminando lentamente y todo era
monocromo, no había nada de color en absoluto blanco y negro era toda paleta de
colores, por eso el deprimente. No había casi ruido nada más el arrastre de los pies de
las siluetas.
Era muy extraño, todo era monocromático en su esplendor, todo. Fui a recorrer el
pueblo como siempre y no encontraba nada interesante, solo siluetas deprimentes
como todo en este pueblo.
––– que le pasa a todo este pueblo.
––– que más puede pasar, estamos de luto. ––– Dijo una silueta que iba pasando.
––– ¿porque?
––– no lo sabemos, solo debemos estarlo.
En ese preciso instante se puso a lloviznar sublimemente, hasta que después si empezó
a llover y me refugie en el porche de una casa. Estaba solo y sentado en medio de la
lluvia, Mientras observaba como las gotas caían al suelo.
––– Que lugar más triste, no lo entiendo porque existe este lugar, ––– le dije a la nada.
––– ¿qué haces allí? ––– me dijo una sombra pequeña que salió de la casa.
––– hola ¿más bien que haces tú?
––– nada, solo vi que estabas solo y vine.
––– gracias...
––– sabes, estar solo es malo para una persona.
––– y ¿tu como lo sabes?
––– Mira a tu alrededor. Somos un pueblo que vive en una tristeza pura y sencilla.
Pero no, nos ves separados o si, porque cuando estamos unidos podemos superar
cualquier obstáculo, aunque llueva mañana y no salga el sol. Si tienes personas que te
quieran, siempre podrás ver adelante.
––– si pero... solo quiero que vuelva, no quiero dejarlo ir.
––– pero si ya no está como lo recuperaras.
––– no lo sé.
––– tienes que intentar olvidar, porque no podemos corregir el pasado ni predecir el
futuro ya que solo vivimos el hoy.
––– pero si no puedo.
––– como vas a poder si lo recuerdas, no guardes lo que sientes porque en algún
momento sufrirás por todo eso que guardaste, tendrás una crisis.
––– y ¿cómo sabes todo eso?
––– he vivido en este lugar por mucho tiempo, y muchos de nosotros se han vuelto
locos y desquiciados.
La silueta se sentó a mi lado y me abrazo, sentí un lugar cálido y reconfortante.
––– pero... es que no puedo. No sé por qué pero siento que no puedo.
––– ssssss... no digas nada, solo quedate en silencio.
Al estar al lado de esa silueta me di cuenta de que tenía razón, mucha razón.
––– sabes, este pueblo siempre esta como lo vez, no entiendo cuál es la razón pero...
se siente tan tranquilo de alguna manera.
––– ¿tranquilo?
––– si se podría decir ya que todos somos muy unidos e intentamos que todos estén
bien. Aunque no lo vean, felices de algún modo aunque abecés no podemos hacerlo
con todas las personas, por eso todos estamos lo más unidos que podamos.
La lluvia se hizo más fuerte y salpicaba hasta donde estábamos.
––– mejor entramos.
––– sí.
Los dos entramos a la casa y me senté en la sala, mientras la silueta se fue a mas
adentro de la casa, que lugar más bonito pensé aunque era todo blanco y negro. Dure
un rato sentado solo hasta que me llego un olor a chocolate, y después vino la silueta
con dos tasas grandes, con eso me imagino.
––– toma, para que te calientes.
––– gracias.
––– quieres galletas.
––– si no es ninguna molestia.
––– claro que no, ya vengo.
La silueta se levantó y se regresó a la cocina creo. Cuando volvió tenía una taza con
galletas que coloco en la mesita.
––– son integrales, no importa.
––– claro que no, me encantan así.
De pronto se abrió la puerta y entro una silueta toda empapada. Y la otra silueta a
verla.
––– te dije que no vinieras y ¿porque viniste ahorita si ves que está lloviendo?
––– ¡tengo un problema!
––– espera, dejame buscarte una toalla.
––– claro.
La silueta busco la toalla y seco suavemente a la otra silueta, mientras se reían.
––– oye, cuál es tu problema hoy.
––– bueno... es que, no te tengo.
––– pero eso no es nuevo eso no es un problema, eso es cotidiano.
––– lo sé. ––– dijo la otra silueta y luego tomo a la otra silueta.
––– por eso te quiero. ––– y las dos siluetas se besaron.
O algo parecido a besarse. No pregunte nada pero las dos parecían estar muy felices,
de tenerse una a la otra.
Me sentí un momento ignorado.
––– ah sí, tenemos visitas.
––– hola. ––– dije y le salude con la mano.
––– hola.
––– ven por aquí.
Las dos siluetas se fueron por el palillo.
––– puedes quedarte solo un rato. ––– me pregunto.
––– si claro, hagan sus cosas.
Después ya rato sentado mirando la ventana, dejo de llover y Salí afuera, quien podría
decir que un mundo monocromo se podía ver tan hermoso después de llover. Que
inusual, bueno para mí, ya luego de ya un tiempo salieron las dos siluetas.
––– veo que estas mejor.
––– sí, gracias por el chocolate.
––– recuerda después de la tormenta siempre viene la calma.
––– claro...
Las dos sombras, se fueron y se perdieron entre las casas.
––– se fueron... hash. Este lugar es bonito después de la lluvia, como dijo la silueta,
saben abecés de las cosas malas vienen mejores, se podría decir.
Y en eso, el sol se había ocultado y la noche cayo, junto a la luna que salió.
––– ya es tarde mejor, entro.
Las luces de toda la ciudad se iluminaron y yo entre una habitación, y me recosté en la
cama. Y perdí la noción por completo.