En cuanto entre la cueva sentí un cambio de ambiente tan brusco, de una rustica cueva
a lo que parecía una habitación cualquier, porque había una cama pero estaba hundida
en el medio, una mesa de noche con un reloj derretido y una lámpara dibujada en la
pared.
Era muy gracioso la forma en que todo estaba deforme, más adelante había un árbol
con varios relojes que caían de sus ramas como si fueran plastilina, me hacen acordar a
esas pinturas extrañas que están en galerías. Más adelante la cueva desapareció y las
paredes volvieron planas y se pintaron de formas de colores en un gran domo
iluminado por fuego que colgaba del techo literalmente, había sillas y mesas volando
por el lugar, había una nube de lluvia en el suelo que lanzaba agua hacia arriba y
apagaba de vez en cuando una llamita del techo, pero nada importante.
––– bueno esto parece el caos total.
Pero en realidad no era lo que dije, todo aquí era muy pacifico, loco pero pacifico. Y
mientras caminaba hacia un árbol que estaba sembrado en el suelo, la gravedad del
lugar se volvió nula y empecé a flotar y dar vueltas sin control.
––– hay dios mío que esto, pare. –––vomite seguidamente, de tantas vueltas que había
dado.
Mi vomito estaba flotando también pero luego se empezó a mover solo y se transformó
en un murciélago rojo verdoso. Que voló hacia la pared y choco contra ella perdiendo
su forma y volviendo a ser un vomito ordinario.
––– dúa... que asqueroso.
Las cosas en el lugar se volvieron más locas, todo se puso modo abstracto mis manos
se estiraron y empezaron a cambiar de tamaño al igual que todo mi alrededor, de un
momento a otro parecía gelatina, plástico, agua, plastilina de todo un poco.
La gravedad volvió de momento y corrí hacia una pared de este lugar, pero mientras
lo hacía me era difícil caminar, por el constante cambio involuntario de mi cuerpo y de
su estructura, como también de su tamaño, cuando llegue todo mi cuerpo volvió a ser
el mismo. Toda la habitación se había convertido en una obra de arte. Las paredes
pintadas de colores, despertaron y salieron de su lienzo convirtiéndose en pinturas
vivientes. Bailaban y caminaban por todos lados.
––– ¡debo salir de aquí! ––– me dije a mi mismo.
Pero antes de poder hacer algo, todo lo que estaba en este lugar empezó de derretirse
y volverse liquido incluyéndome, lo único que podía hacer era ver el techo, sin
pensarlo me empecé mover hacia el centro de la habitación, y sin poder resistirme ni
hacer nada, me quede quieto esperando ver que sucedía. Hasta que el techo empezó a
alejarse lentamente mi cuerpo fue tomando nuevamente su forma original con algunas
otras cosa que también estaban cayendo.