Jamás pensé respirar.
Jamás pensé que formaría parte de los humanos.
Jamás pensé sentir dolor.
Soy un ser divino desterrado por culpa de estar en contra de los planes del todo poderoso.
Me arrancaron mis alas y ya no soy un Ángel mensajero del cielo.
Soy un Ángel caído tratando de reparar la destrucción causada por los demonios.
Amo los humanos, ahora soy uno… –Suspiro mientras observo la destrucción mundial junto a varios demonios que me rodean–
Y esta guerra apenas comienza…