El Último Chico en Tierra

El Último Chico en Tierra

Salí a caminar al tan aclamado Jardín de Kahlo, un mundo floreado y vivaz oculto detrás del edificio del conjunto de apartamentos «La condesa». Aunque es de todos es más de la señora Leticia Kahlo pues ella se encarga de regar cada día sin falta todas y cada una de las flores que aquí yacen postradas al suelo. Y las rosas, las margaritas, frecias y magnolias cuelgan de un muro de ladrillos rojos mientras sus hojas envuelven el muro junto a las macetas donde los insectos juegan; y existe un ligero contraste de girasoles y caléndulas anaranjadas casi en el centro del jardín cercadas con maderas blancas, en mi paseo por el suelo bañado en césped siento la caída de cientos de pétalos en su mayoría caléndulas que caen a mi cabello y de mi cabello al suelo en un arduo viaje de casi dos metros. Y Leticia permanece sentada en su camastro de tela blanca y rosa con su vestido de manta azulada leyendo sonetos, susurrando cuartetos a sus rosas y magnolias.

Desde el pasto veo la ventana de mi habitación dividida en dos partes y los ladrillos son muy notorios y aunque busco un momento de tranquilidad mis ojos giran hacia Ramona y Angello quienes discuten sobre sus vacaciones de verano «¿A dónde ir?» era la premisa.

—Quiero ir a Wayama. —dice él.

—Wayamaya. —corrige Remy.

—Como sea ¿sí? —y Ramona asiente.

... Los chicos se cuestionan su propia existencia mientras cabalgan en bicicletas siendo golpeados por el viento. Ello suelen escuchar el susurro de la naturaleza al romperse a su costado y las casas de la urbanización en la cual cabalgan sólo les da la impresión de ser libres sin serlo realmente puesto que son presos del terror social. Suelo grabar todo o por lo general, la mayoría de mis acciones con una cámara de 8 milímetros y grabo muchas de las cosas que veo, como por ejemplo la vida polémica de Romeo y Julia, son como Nancy y Sid hippie-mexicanos, a diario se posaban en el jardín para protestar.

—¿Por qué la protesta hippie? —pregunta Julia grabando una silueta masculina de cabellos rizados rodeado de hongos similares a los de videojuegos. Rojo y motas blancas.

—¡Para que las empresas capitalistas dejen de explotar su fauna!

Pero en el mundo existen 2 clases de chicos; aquellos que gozan de acostarse sobre el césped mirando al cielo en la parte trasera del conjunto de apartamentos, —aquí encajan Romeo y Julia— sin embargo, existe un contraste de los otros muchachos quienes adoraban pelearse con botellas de vidrio haciendo sonrojar a todas las chicas que los ven juguetear con sus entrepiernas.

-La luna comienza a salir y con ella la decadencia.

 




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