El último concierto.

capitulo uno.

Se escuchaban miles de voces aclamando el mismo coro de hace nueve años, aclamando por siete personas sin pensar que quizá algún día ya no los tendrían para reír con sus bromas. Emocionarse con sus logros. Y enorgullecerse al escucharlos cantar en enormes escenarios.

Nadie nunca piensa en el adiós.

Por más que sea el inminente resultado de cualquier cosa, nadie jamás pensaría o aceptaría el adiós. Él no quería aceptarlo...

Desde donde estaba, en una esquina del escenario, no pudo hacer más que aceptarlo. Callar y ver cómo sus seis mejores amigos eran felices con lo que amaban, en ese momento entendió lo más importante... Sin importar qué.

No importaba a dónde fueran a parar. Si es que seguirían o no juntos. Si conseguirían alcanzar la felicidad después de todo. Todo daba lo mismo, porque siempre vivirían con el recuerdo de todos esos hermosos años que pasaron juntos.

Cada recuerdo. Cada concierto. Cada viaje. Cada gira. Cada risa, llanto, pelea... Todo, todo eso lo valorarían hasta que su mente y su ser lo dejaran de acompañar.

Namjoon miraba a sus compañeros, sus hermanos, a través de las lágrimas que amenazaban con derramarse. Sabía que este era un momento único, un adiós que resonaría en el corazón de cada uno de los millones de Armys que habían sido parte de este increíble viaje. El dolor en su pecho era profundo, pero también lo era la gratitud por los momentos vividos y los lazos formados.

Recordó el comienzo de todo, aquellos días de incertidumbre y sueños compartidos en un pequeño dormitorio, donde todo parecía posible si estaban juntos. La lucha constante, los sacrificios, las victorias y las derrotas, todo había valido la pena por esos momentos en el escenario, con las luces brillando y los gritos de los fans llenando el aire.

Mientras los últimos acordes resonaban en el estadio, Namjoon sentía una mezcla de tristeza y esperanza. Sabía que aunque este capítulo llegaba a su fin, el vínculo que habían creado era irrompible. Los recuerdos seguirían vivos, y cada uno de ellos llevaría consigo la fuerza de esos días, iluminando el camino hacia un futuro desconocido.

Miró a sus seis amigos y vio el reflejo de sus propias emociones en sus rostros. La determinación de seguir adelante, el amor y el apoyo incondicional de los Armys, y la promesa de que, sin importar lo que el futuro les deparara, siempre serían BTS, una familia que había cambiado el mundo y cuyas historias permanecerían eternamente en los corazones de aquellos que habían sido tocados por su música.

Con una última mirada al mar de luces, Namjoon respiró profundamente, permitiendo que la emoción lo envolviera. Levantó el micrófono una vez más, y con una voz quebrada pero firme, agradeció a todos por haber sido parte de ese viaje. Sabiendo que aunque este era el fin de una era, también era el comienzo de algo nuevo y maravilloso.

El amor y los recuerdos no se desvanecerían. Los Armys seguirían apoyándolos en cada paso del camino, y en sus corazones, siempre serían siete, siempre serían BTS.

Con esta certeza, cerró los ojos un momento, grabando en su memoria la imagen de ese escenario lleno de amor y apoyo incondicional. Luego, abrió los ojos, preparado para lo que el futuro les tenía preparado, confiando en que, juntos, podrían superar cualquier desafío y seguir brillando, siempre.

Después del concierto, los siete miembros se dirigieron a la sala de prácticas, un lugar que durante años había sido su refugio, su espacio de trabajo y creatividad. Al entrar, todos se lanzaron al suelo riendo y bromeando entre ellos sobre las travesuras que habían hecho en ese fabuloso concierto. El eco de las risas llenaba el espacio, creando una atmósfera de camaradería y felicidad que había sido el sello distintivo de BTS durante todos estos años.

Aún en la entrada, Namjoon miraba en silencio su teléfono. Las luces del dispositivo iluminaban su rostro mientras leía una y otra vez el mensaje que debía comunicar. El peso emocional caía sobre él, sabiendo que ya era hora de poner fin a todo ello. Jin, siempre el más observador, se levantó y se acercó a Namjoon.

“¿Estás bien, Namjoon?” preguntó, con una mirada de preocupación que contradecía la sonrisa en sus labios. Namjoon suspiró profundamente, sintiendo que su corazón se rompía un poco más con cada segundo que pasaba. “Chicos, necesito decirles algo”, dijo con voz temblorosa, atrayendo la atención de todos.

Taehyung, con su energía contagiosa, se levantó rápidamente. “¿Qué pasa, hyung? ¿Algo va mal?”

Namjoon tragó saliva, intentando encontrar las palabras adecuadas. “El concierto de esta noche... fue nuestro último concierto juntos.” El silencio cayó sobre la sala como una manta pesada. Las risas y las bromas se desvanecieron, reemplazadas por miradas de confusión y sorpresa. “¿Qué quieres decir con 'último'?” preguntó Yoongi, siempre directo al grano. “Significa que... vamos a tomar caminos separados por un tiempo,” explicó Namjoon, tratando de mantener la compostura. “No es el fin de BTS, pero necesitamos un descanso. Cada uno de nosotros tiene proyectos personales, sueños que perseguir, y es hora de que nos enfoquemos en ellos.”

Jimin, con los ojos llenos de lágrimas, se acercó a Namjoon y lo abrazó. “Siempre supe que este día llegaría, pero nunca pensé que sería tan pronto.”

“Todos sabíamos que eventualmente habría una pausa,” añadió Hoseok, tratando de animar a los demás con su característico optimismo. “Pero aún así, es difícil imaginar no estar juntos cada día.”

Jungkook, el maknae, con lágrimas deslizándose por sus mejillas, preguntó en un susurro: “¿Nos volveremos a reunir algún día, verdad?” Namjoon asintió con firmeza. “Por supuesto, Jungkookie. Esto no es un adiós definitivo. Volveremos, más fuertes y más inspirados que nunca. Pero ahora, necesitamos tiempo para crecer individualmente.”

Jin, quien había permanecido en silencio, finalmente habló, su voz llena de emoción. “Siempre seremos una familia. No importa dónde estemos o lo que estemos haciendo, BTS siempre estará en nuestros corazones.” Sus palabras resonaron con todos, y lentamente, las lágrimas comenzaron a fluir. Cada uno de ellos se tomó un momento para abrazarse, compartiendo la tristeza del momento y el amor que habían cultivado a lo largo de los años. “Prometamos algo,” sugirió Taehyung, secándose las lágrimas. “Prometamos que nos mantendremos en contacto, que seguiremos apoyándonos mutuamente, y que nunca olvidaremos todo lo que hemos pasado juntos.”




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.