El último invierno

Donde nace el cazador

La zona costera al sur de la cordillera era un lugar inhóspito, la vida era difícil para los lugareños, de los cuales, su principal sustento era la caza de morsas, ballenas y mamuts. La vida era en comunidad, todos tenían sus funciones definidas, los jóvenes se dedicaban a la cacería, la cual iniciaba el último día de invierno, cuando el clima era más amable y el mar más calmo.

Era en una mañana fría del fin del invierno en la aldea Sedna, cuando la luz del sol se coló por un agujero en el techo de la choza común, Tálan, se levantó, se puso su abrigo de piel de morsa y sus botas de cuero de ballena, se dispuso a salir de su hogar. El reflejo del sol en la nieve que empezaba a derretirse le cegaba los ojos, miró hacia el sur, hasta donde alcanzaba la vista solo se divisaba el mar, había llegado el día de la ceremonia de iniciación en la vida de los Sedna. Talan tenía claro que lo único que quería era completar el rito y volverse un nuevo cazador para la aldea. se dispuso a asistir al comedor en el centro del poblado, se respiraba un ambiente festivo por todas partes, al entrar, pidió su ración de comida, que consistía en carne de foca cocida, a pesar de que estaba acostumbrado a comer carnes crudas, no le disgustaba en absoluto.

Se sentó en un mesón y vio a Vin acercándose.

-Hola Talan - saludó Vin - ¿Estás listo para la ceremonia? – preguntó alegremente.

-Hola, Vin, si estoy listo - contestó Talan con pesadez.

- ¿Solo sí? – le respondió Vin consternado.

- Todos tenemos nuestra forma de enfrentarnos a la cacería – dijo Syra que llegaba con su desayuno, con su cabello trenzado con su caracteristico liston de cuero rojo.

- Solo estoy preocupado, ya saben que quiero que logremos ser cazadores y en qué grupo quiero que estemos – le respondió Talan.

- Sea lo que sea que pase estará bien, sabes que el padre Manek es el que elige nuestro lugar y nuestra presa, no nosotros – Dijo Vin con decisión.

- Si, pero ya sabes lo que sucede con los cazadores de ballenas – le respondió Talan con amargura.

- Tranquilo, disfruta tu desayuno – le indico Syra.

Después de comer, se dirigieron la plaza, estaba todo el pueblo reunido, a Talan le sorprendía la felicidad del ambiente, los que iban a participar del rito de iniciación estaban separados del resto, eran alrededor de cincuenta jóvenes, sobre la tarima estaba la anciana Iris junto a tres hombres

-El día de hoy damos inicio a la ceremonia de los quince inviernos, que el padre Manek cuide a todos los futuros cazadores para que regresen a salvo de la travesía a la que se enfrentarán, los que no logren superar esta prueba, es porque aún no están listos y el padre Manek lo decidió así, él sabe cuándo será el momento para ellos – miró a toda la multitud y añadió – partirán como niños y volverán como hombres y mujeres Sedna.

Todo el mundo aplaudía las palabras de la sabia Iris, Detrás de ella estaba Graham era un hombre más bien regordete, bajo de estatura correctamente afeitado y el cabello de un castaño casi rojizo, se veía más anciano de lo que realmente era, a pesar de su apariencia, era un hábil cazador, no por nada era el líder del grupo que cazaría morsas, el siguiente era Atos, un hombre de medio siglo de edad, entrecano, tenía gesto serio y era un orgulloso arponero cazador de ballenas, Talan nunca lo había visto siquiera sonreír. En el grupo de Atos era donde había más decesos, pero a él no le importaba, solo parecía vivir para asesinar ballenas. Finalmente, tomó la palabra el otro hombre, Abrax; era el más joven de todos, aparentaba unos treinta y tantos con su barba recortada y pelo hasta los hombros, a pesar de ser extranjero, su valentía y sus hazañas en la cacería le valieron llegar a ser el líder cazador de mamuts, en el poblado era muy amigable siempre ayudaba a la comunidad en lo que podía.

-A partir de hoy, como todos saben, se enfrentarán a grandes desafíos, para empezar, deben ser capaces de fabricar su propio cuchillo de colmillo de morsa, el cuchillo es lo primero que necesitan para su supervivencia, podrán trabajar en ello hasta el amanecer -hizo una pausa y recorrió a los participantes con la mirada- Si la herramienta primordial cumple con su función, podrán pasar a la siguiente fase de la ceremonia, que es descender en Tamaruk.

Se lleno de aplausos y vítores, cuando bajó de la tarima seguido de los demás jefes cazadores y la sabia Iris, indico que lo siguieran los elegidos de este año y los llevaron a las afueras de la aldea, en dirección norte. Se detuvieron en una planicie, había asientos de roca alrededor de cuero embetunado en grasa que usarían para encender una fogata cuando llegara la noche. A un costado de todas las rocas, se encontraban varios colmillos de morsa, eran de diferentes tamaños, desde cuarenta centímetros hasta un metro y color blanco amarillento, cada uno tenía a su lado una roca afilada, un martillo hecho de hueso y una pequeña lija de lengua de morsa.

-Ahora cada uno de ustedes elegirá el colmillo y las herramientas que utilizaran para fabricar su cuchillo, que el padre Manek les de sabiduría para tomar esta decisión – dijo la anciana Iris.

A penas termino de hablar, gran parte de los jóvenes se apresuraron a tomar su colmillo de morsa, para poder elegir los más largos y rectos. Que sea largo les daba cierta ventaja para poder hacer un cuchillo más grande y en caso de que se desprendiera un trozo por un golpe demasiado fuerte, podrían seguir trabajando e intentarlo de nuevo si aún les quedaba material y energía suficiente, en cambio con los más pequeños y curvos, solo tenían una oportunidad, debían dar golpes más precisos y realizar un trabajo más pulcro, no había margen de error. Entre los primeros se encontraba Syra y Vin, que ya venían donde Talan con sus colmillos elegidos.

-¡Apúrate! – le grito Vin – No conseguirás un buen colmillo si no vas rápido.

Talan asintió y se acercó, solo quedaban unos cuantos, la mayoría de los más grandes ya habían sido elegidos, él se quedó con uno de los más pequeños, cuarenta y cinco centímetros y ligeramente curvo, no era lo ideal ni el colmillo perfecto, pero era suyo y eso era más importante.



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En el texto hay: fantasia épica, hielo y fuego, cacería

Editado: 19.05.2025

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