La luna abandonaba el firmamento y daba paso al sol, había llegado el momento que estaban esperando. Todos los participantes que habían terminado su cuchillo reunidos delante de los lideres y la anciana Iris, listos para parte más importante de sus vidas hasta ahora, pondrían a prueba su trabajo, para comprobar si podían seguir avanzando y si podían poner su confianza en su herramienta primordial.
-Han terminado, el padre Manek les ha dado sabiduría para la elección adecuada de su colmillo de morsa y fuerza para lograr transformarlo en su primera arma – dijo solemnemente la anciana Iris – ahora los lideres probaran si este cuchillo que han forjado les servirá para cuando enfrenten adversidades. Los que no lo logren, es porque Manek no necesitan que sean cazadores aun y deberán volver a la aldea.
Los lideres, cada uno con una tira de cuero de mamut bajo el brazo, empezaron a caminar delante de cada uno de los participantes probando si su cuchillo era capaz de cortar un trozo, Talan observo a Syra que se encontraba a su izquierda, estaba evidentemente ansiosa y preocupada
-Todo estará bien, hiciste un arma preciosa.
- No importa si es lindo, importa que funcione – respondió Syra sin dejar de mirar su cuchillo – que Manek me ayude.
Talan no supo cómo reconfortarla, vio como avanzaban los lideres probando los cuchillos uno a uno, la mayoría lograba pasar y se adelantaba hacia donde estaba la anciana Iris, desde su izquierda venia aproximándose el líder Abrax.
-Tu cuchillo – Dijo el líder Atos y tomo por sorpresa a Talan – no lo repetiré otra vez – agregó malhumorado. Talan se lo paso, él lo examinó con desprecio. Intento cortar el cuero y falló
- A la aldea – dijo secamente.
- Mi cuchillo si corta, yo mismo lo probe – le dijo Talan con seguridad
-Manek ha decidido, no tienes lo necesario para ser cazador, vete ya y deja de entorpecer la ceremonia – añadió sonriendo.
- Mira – le mostro el corte en la manga de su abrigo – lo hice con ese cuchillo, es imposible que no corte.
-¿Estas desafiando a un líder cazador? ¿Tú que solo eres un niño? Deberías conocer tu lugar, insolente – respondió lleno de furia.
-Mi lugar es con los cazadores – dijo firmemente
El líder Atos alzo la mano para golpearlo, pero el líder Abrax lo detuvo por el brazo, ambos sostuvieron miradas desafiantes, los participantes estaban visiblemente incomodos, atentos a la situación, hasta que el líder Atos desistió, sin decir nada, el líder Abrax le quito el cuchillo de Talan de su mano y corto el cuero de mamut fácilmente.
-Este cuchillo corta -dijo el líder Abrax – lo ha forjado un Sedna con sus manos porque Manek le ha mostrado como hacerlo– se lo devolvió a Talan sin dejar de sostener la mirada al líder Atos, el no respondió, solo hizo un gesto despectivo y se fue. Talan recibió el cuchillo y lo guardo.
- Gracias – le dijo al líder Abrax.
- Ya hiciste el cuchillo, ahora hazte cazador.
Talan lo miro con gratitud, él le sonrió y se fue.
-Que tenso fue todo eso – dijo Syra, con lo que había pasado, Talan se había olvidado de que ella estaba a su lado - ¿Cómo se te ocurre desafiar al líder Atos?
- No lo desafié, solo le dije la verdad – se defendió Talan.
- Quizás Manek no te dio las palabras adecuadas.
- No había palabras adecuadas, supongo.
La anciana Iris tomo la palabra y dijo
-Todos los que están aquí, han sido guiados por el padre Manek para completar el primer paso para ser cazadores, ahora nos dirigiremos hacia Tamaruk, en donde pondrán a prueba su espíritu Sedna, descenderán como niños y ascenderán como cazadores.
Empezaron su camino hacia Tamaruk, la grieta donde los Sedna encontrarían la piedra para hacer su punta de lanza, el lugar estaba a un par de minutos de caminata desde donde se encontraban, en el viaje, Talan se dio cuenta de la fatiga acumulada que sentía al no dormir y haber pasado todas las ultimas horas tallando su cuchillo. El cansancio se notaba en todos, pero, además, estaban nerviosos, mucho más que el día anterior, a diferencia de la primera prueba, en esta no hay segundas oportunidades, un Sedna que entra a Tamaruk, nunca vuelve como descendió, asciende como cazador o es destinado a la aldea por el resto de su vida, el que baja tiene que demostrar que merece subir.
Cuando estaban a tan solo unos metros, se sentía en el aire, era un lugar sagrado para los Sedna, a la distancia parecía solo una grieta en el hielo, pero al acercarse se abría como una herida en la misma tierra, a Talan le producía escalofríos.
-Jóvenes, estamos en Tamaruk, el lugar sagrado que el padre Manek nos obsequió cuando aún pisaba este mundo – dijo solemnemente la anciana Iris y añadió – Nosotros necesitábamos herramientas para nuestro sustento, el padre lo sabía, así que vino hacia aquí, con su lanza, la clavo en el hielo y el hielo se abrió, no como una herida, si no como quien obedece ante un reclamo justo.
- El hielo se ha abierto para ustedes, pero no lo hará dos veces – Tomo la palabra el líder Abrax – ya saben cómo funciona, si suben sin su piedra, no serán cazadores, si su cuchillo se rompe allá abajo, no serán cazadores y un Sedna que no es cazador no vuelve a salir.
Un silencio abrumador inundo el ambiente, Talan veía el miedo reflejado en el rostro de todos, incluso en el de Syra.
-Elijan su cuerda, todas están amarradas a los bloques de hielo tallados, todas son igual de firmes, recuerden, Manek ve y Manek decide, si caen es su voluntad, si vuelven es porque él lo quiso – dijo la anciana Iris y pusieron manos a la obra.
Había tres bloques de hielo en desde los cuales estaban amarradas las cuerdas de cuero de ballena trenzado, la habían hecho todos los que fracasaron la prueba, su destino estaba tejido en ellas, se encontraban enrolladas, de a poco cada uno elegio su cuerda y se aproximó a la grieta.
-Todo saldrá bien – le dijo Talan a Syra – serás una excelente cazadora.