El viaje de Arusai

Capitulo 1

—Tranquilo humano —dijo esa voz misteriosa—, yo soy a lo que ustedes llaman dios —afirmo de manera orgullosa.

—Soy Hitzil el dios de la guerra —exclamo con superioridad.

—Veo que estás un poco incómodo, por lo que será mejor que conversemos en otro espacio.

En un instante todo el alrededor de Javier paso de un espacio negro, a una habitación blanca que en el centro de esta había una mesa con dos sillas en cada lado.

Javier se sorprendió por el cambio tan repentino, mientras observaba la habitación, apareció una puerta al frente dela mesa, de la cual salió un hombre que parecía de unos 20 años, con pelo rojo y un cuerpo atlético, con una armadura de hierro no muy robusta, de un rojo casi tan intenso como el de su cabello.

—Bien humano, siéntate que te explicaré el porqué estás aquí —Dijo Hitzil con una voz seria, mientras se sentaba pesadamente en una de las sillas.

Javier, sin decir una palabra y estando bastante nervioso, se sentó en la otra silla.

—Siéntete feliz, humano —dijo Hitzil cambiando repentinamente su semblante—, fuiste escogido por mí, Hitzil el dios de la guerra, para participar en la competencia entre dioses —dijo con soberbia.

—¿Competencia? —dijo confuso Javier—, ¿qué clase de competencia? —pregunto un poco nervioso.

—Una competencia donde los dioses invocan a humanos para ser sus elegidos y mandarlos a un mundo con magia, para que se hagan fuertes, y que después de un tiempo, se reúnan para una pelea y averiguar quién es el más fuerte —explicó Hitzil.

—Entonces, lo único que tengo que hacer es volverme más fuerte que el resto —dijo Javier dudoso.

—Así es humano, cada dios le da algo especial a su invocado, yo te daré la habilidad para ver las estadísticas tanto de tus enemigos, como la tuya.

—También te daré una bendición que aumenta en gran medida tus habilidades físicas, eso te deberia ayudar un poco.

—Esa es una bendición muy útil —dijo Javier de manera alegre—, entonces seré un humano bastante fuerte.

—No te confíes —dijo Hitzil de manera divertida—, la especie que serás en este mundo será completamente al azar.

—¿Cómo que es al azar? —preguntó Javier preocupado.

—Así es, ni siquiera yo tengo control sobre lo que serás.

—Lo siguiente que tienes que saber, es que con tu habilidad de estado sólo podrás ver el rango de tus enemigos, podrás ver con más detalle el tuyo.

—La fuerza general de los seres que habitan el mundo. El menor rango es F- y el mayor es SS, si crees que la clarificación es rara, quéjate con el dios que lo creo.

«Además, los rangos están divididos por clases, no importa si un monstruo está en el rango más alto, si este se llega a encontrar con un monstruo de una clase superior y que sea de un menor rango, el de la clase superior no tendrá ningún problema en acabar con él da la clase inferior y ten en cuenta que solo son cuatro clases

—Lo último de lo que tengo que informarte es que este mundo es más grande que el tuyo —dijo sin mucho interés.

—Bueno, eso sería todo.

Antes que Javier pudiera decir algo, un agujero apareció debajo de él.

—Buena suerte —dijo Hitzil de manera burlona mientras veía caer a Javier.

 

Me desperté con un fuerte dolor de cabeza, cuando quise tocarme la cabeza note que mis brazos no respondían, lo que me pareció raro en un principio, pero enseguida entendí por qué, no tenía brazos, ni tampoco piernas. Además, que mi cuerpo se siente delgado y alargado, por si fuera poco, estaba atrapado dentro de algo.

—¡¿Qué les pasó a mis brazos y mis piernas?!, ¡¿y por qué otra vez estoy otra vez en un lugar tan oscuro?! —dije antes de lanzar un grito de desesperación. 

Comenzando a moverme frenéticamente en un intento de salir de ese lugar, luego de un buen rato de estar así me canse.

—A ver piensa un poco —dije agotado e intentando recordar lo que paso—, antes de estar aquí estaba hablando con ese dios y luego... caí por un agujero —me dije para mí mismo recordando la conversación con ese dios. 

—Y seguramente la razón por la que no tengo brazos es porque mi nuevo yo es de alguna especie que no tiene extremidades —dije algo abatido.

—Con todo un poco más claro, creo que lo mejor sería salir de aquí —dije un poco más tranquilo.

Me coloqué en una mejor posición y comencé a dar cabezazos a mi prisión con la esperanza de salir de aquí, después de un rato sentí como se comenzó a agrietar, aunque mi cabeza ya me estaba comenzando a doler, no fue suficiente para detenerme.

Con unos cuantos cabezazos más logré romper lo que me mantenía retenido.

Por el impulso del último cabezazo me mantuve un rato en el aire antes de caer contra el piso, tuve que abrir lentamente mis ojos por la repentina luz que me daba en mi cara, al abrirlos por completo pude observar muchos árboles de roble a mi alrededor, junto aún lago que está a unos cuantos metros adelante mío.

—Después de estar en completa oscuridad, este es un lindo paisaje —dije con una inmensa tranquilidad. 



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Editado: 21.05.2024

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