Horfanato

Al día siguiente cuando el sol salió en el cementerio estaban tres personas paradas en la puerta del panteón listas para partir algún lugar, dos niños y un hombre anciano estaban listos.

Kor— chicos espero que estén listos y no vayan a olvidar nada en mi caseta, hoy iremos a la calle del reino para ir a donde está el orfanato donde se quedarán, ambos serán nuevos miembros por lo que parece, ya que no tienen familia—

Lósif—Gracias señor Kor, cuando tenga mucho dinero voy a invitarlo a comer y regresar la amabilidad, es un buen ser humano señor Kor—

Ana asintió en afirmación de lo que dijo Lósif.

Kor—ja, ja, ja, chico no seas tan serio solo soy un anciano y posiblemente no alcanzó a vivir hasta que tengas mucho dinero, tengo más de 75 años, ya estoy más muerto qué vivo es una maravilla qué viva tanto tiempo siendo una persona normal, pero acepto tu amabilidad—

Sonrió felizmente el anciano y palmo los hombros de Lósif para enfatizar las palabras que el niño era serio.

Después de esa pequeña plática ambos se marcharon con el señor Kor guiándolos por el nuevo camino, al entrarse más observaron con asombro como las calles estaban pobladas entre tiendas de ropa, tiendas de armadura, tiendas de armas, tiendas de comida y puestos ambulantes con únicamente una manta arriba.

Lósif estaba viendo todo esto con algo de nostalgia por su viejo mundo, donde los puestos ambulantes eran muchos y se ponían en cualquier lugar entre otras cosas como las señoras gordas qué vendían elotes u tacos, todo era muy nostálgico parecía que seguía en las bulliciosas calles de México con los "tiangues" en cada esquina, solo que esta vez no vendían películas piratas u osos de peluche todo eso fue cambiado por espadas oxidadas y cuchillos listos para usar entre otros equipos bélicos.

A Lósif le llamo mucho la atención cierto puesto ambulante donde vendían una capucha hecha de armadura de maya de color negro, parecía muy al estilo de la época medieval algo que un arquero utilizaría o algún sacerdote "brujo", él quería comprarlo se veía genial además de eso parecía algo viejo pero estaba bueno, él creía que sí.

Observando la ropa que tenía puesta realmente dejaba mucho que desear en su vida anterior él nunca fue uno para vestirse a la moda solo lo más cómodo y ya estaba listo siempre es más de ponerse guaraches a tenis, aunque varias veces fue criticado por personas algo que ignoró pero igual forma le sirvió para ver la asquerosa mentalidad qué tenían, burlarse y criticar solo por vestir diferente, ya era considerada una persona pobre un vagabundo él sabía que eso estaba mal, no importa la vestimenta de todos modos morirás y pudrirás pero parece que no lo veían así, México siempre se fijan en el dinero y no en las personas si tienes dinero eres genial si no lo tienes eres un "malandro".

Observó con calma como está vestido, una playera hecha de hilo y a mano por su difunta madre un pantalón qué parecía dos enormes trozos de tela rosa cocidos a lo loco y el calzado no se diga, el mismo los hizo unas chanclas casuales con un poco de protección alrededor de los dedos y empeine hecho de tela listo, parecía un buen aldeano inocente aún aquí los más pobres vagabundos qué estaban pidiendo dinero estaban mejor vestidos qué él y Ana, sé veían geniales con capas y botas, sentados esperanzados y esos enormes físicos parecía que el ejercicio era lo mejor para hacer.

Ana por su parte estaba vestida con un vestido verde qué tenía la parte de la espalda abierta y las mangas cerradas algo así como algún tipo de vestido clásico qué usarías para pasar el rato en la casa o en un día caluroso, tenía unas botas pequeñas de trabajo algo sucias y con cocidos en los lados para que se tenga como refuerzo.

Frunció el ceño un poco al pensar con una son risilla como estaba vestidos se veía genial y eso le encantaba él sabía que era genial. Las miradas qué le daban los transeúntes se las pasaba por los testículos él lo sabía, él es un maldito necromante y aparte un viajero de otro mundo qué digan lo que quieran me importa un comino.

Observó a un tipo pidiendo dinero que lo volteó a ver con lástima en la mirada, Lósif se sorprendió como lo observa esos ojos del tipo muestran emociones sin ocultar expresan lástima, observó como la persona sonrió con una risa forzada y triste y tomo de la tasa algo que parecía ser una moneda de cobre oxidada y los bloqueo el camino.

Tipo anciano—chico mira, te entregaré esto puedes comprarte algo de comer para tu hermanita, observé qué está mal—

Lósif se sorprendió por la amabilidad de este extraño qué parecía que no tenía nada pero aun así expresaba ese deseo de compartir lo poco que tenía algo que lo dejo muy impactado y con felicidad al ver como todavía había personas amables en este mundo, él se quedó pensando si esto pasara en su antiguo mundo existe la posibilidad de que solo lo vean y listo se retiren sin dar ayuda pero si fuese un tipo con rasgos extranjeros rápidamente mostrarán bondad y ayudarán todo por caer bien, algo que entristeció a Lósif al pensar en todos los videos que veía en Internet sobre "mexicanos bondadosos" solo un fraude, al menos en la mayor parte de México existe solo una minoría que si ayuda pero eso es difícil solo 1 de 10, muchos tienen miedo de ayudar por temor a ser asaltados.

Fue sacado de los pensamientos por la voz de Kor.

Kor—¡No es necesario! ¡No vuelvas a acercarte! ¡Llamaré a los caballeros!— Amenazó directamente Kor al hombre que estaba tratando de ayudar levantó la pala para que el hombre la viera y enfatizar lo que dijo, el hombre solamente asintió y se alejó de nuevo a su sitio sentado sin moverse con los ojos observando a lo lejos, la mirada bondadosa jamás desapareció de la cara.

Lósif y Ana se quedaron reflexionando Ana muy superficial en lo personal ella tenía miedo de ese hombre que estaba ofreciendo dinero no quería saber por qué lo hacía, talvez quería robarles, ella felicitó a Kor por ser fuerte y sonrió después volteó a ver a Lósif y lo vio con el ceño fruncido y negando con la cabeza parecía triste.