El viaje de un nigromante reencarnado

Llegada

Lósif se detuvo de pronto al ver a la casita del árbol donde conoció a Hanao por primera vez de una forma extraña y divertida, el recordaba que antes de venir aquí por primera vez estaba en un entrenamiento de 10 horas completas y muy adolorido por todo eso.

Lósif estaba perdido en los recuerdos por lo vivido y fue sacado de sus pensamientos al escuchar hablar a Erika.

Erika— Oye Lósif, llegamos a la casita del árbol, pero huelo a alguien y es débil el aroma parece que nos llevaba ventaja—

Lósif reaccionó rápidamente y volteó a ver seriamente a la semihumna.

Lósif— Ya veo, entonces avanzamos lento y en silencio por cualquier cosa mala—

Erika asintió en confirmación de las palabras dichas por el caballero y ambos se agachan para avanzar lentamente rodeando la casa.

Lósif con espada en mano la levantó listo para usarla de una vez y pensó seriamente en comprar una caballo  o algún animal para recorrer grandes distancias, gastaba demasiado, pero solo tenía 95 de cobre.

Lósif notó que la puerta estaba abierta y solo avanzó directamente al lugar sin ningún  tipo de miedo, vio que estaba algo sucio el lugar con hojas y polvo dispersos.

Lósif— parece que no hay nadie ya, durmamos en eso o abajo de la mesita—

Erika— Abajo de la mesa dices, pero es extraño dormir así—

Lósif— Duerme en eso entonces dormirme abajo de la mesa—

Lósif avanzo hasta donde está la mesa y la levantó con las dos manos poniendo antes la espada en la funda qué tiene en la cintura y la mesa cargándola la puso entre la puerta para que no se pueda abrir de afuera y choque con la mesa.

Lósif — de esta manera me siento más seguro, si alguien quiere entrar la mesa va a lograr detener el avance y además despertándonos como una alarma—

Erika— Eso es muy genial e ingenioso—

Lósif — Duerme tengo sueño—

Ambos durmieron sin decir más cayeron en un sueño profundo por el cansancio.

Al día siguiente el sol estaba caliente sin el aire fresco de la mañana, en la casita del árbol ambos individuos dormidos todavía hasta que el humano sintió los rayos del sol en la frente haciéndolo despertar por el calor.

Lósif — Erika! nos quedamos dormidos!—

Erika al escuchar el fuerte grito de horror de Lósif, despertó rápidamente y tratando de pararse para sentirse mareada y caer de frente sin antes tratar de agarrarse de algo.

Lósif al ver a la muchacha enana caer al suelo rápidamente rodó para servirle de amortiguador y no se golpe una zona vital.

Lósif sintió el cuerpo de la muchacha enana en sus manos y logró atraparla apenas antes que se golpeara con la armadura en el pecho.

Erika sentía náuseas y después de un momento volvió en sí misma.

Erika— parece que me estaba desmayando—

Lósif — Eso pasa cuando te pasas rápido y tu cerebro apenas tiene tiempo de cambiar de acción—

Erika— Ya veo, pero parece que dormimos mucho está vez—

Lósif no dijo nada y se paró haciendo que la chica igualmente y ambos se miraron con la luz del sol.

Lósif seguía sorprendió por la extraña criatura rara parada adelante de el y lo peor o mejor la había besado.

Lósif — Voy a preparar la comida y continuaremos el viaje nuevamente—

La muchacha asintió y salió a orinar a alguna parte dejando solo a Lósif con la cocina.

Después de un tiempo ambos comieron un más de la cuenta, porque Lósif mencionó qué no se volvería a ocupar estos suministros y es mejor usarlo ahora mismo.

Erika y Lósif comieron con buen apetito y sin esperar continuaron el viaje por el camino más tranquilo y soleado.

Lósif seguía angustiado por la extraña sensación en el pecho, pero tenía fe en que no hubiese pasado nada malo.

Erika por alguna razón no hacía preguntas o hablaba solo seguía a Lósif a todos lados sin preguntar.

Lósif después de unos momentos observó el gran muro qué divide el camino y recordó donde se podía cruzar, pero por alguna razón inexplicable estaba sellado todo sin poder acceder al otro lado.

Lósif — parece que tenemos que hacer una salida de aquí o nos quedaremos más tiempo, pero podemos ir a rodear el muro y lograr llegar por la puerta principal, después de todo antes de llegar a la puerta había un lugar donde cortas árboles—

Erika asintió en afirmación sin saber qué más decirle.

Lósif decidió verificar nuevamente el lugar y encontró el pequeño espacio violado para poder cruzar y lo hicieron ambos avanzaron logrando atravesarlo.

Al seguir caminando llegaron aún área quemada del bosque o eso parecía, estaba lleno de cenizas con vegetación muerta.

Erika— ¿Qué malvado quemo este bosque hermoso?—

Lósif al escuchar la pregunta de la muchacha estaba avergonzado.

Lósif — Fue algún idiota qué estaba presumiendo de seguro, esos tipos actúan así—

Erika— ¿Por qué un idiota?—

Lósif — Solo siento esa sensación, no preguntes mejor sigamos—

Después de seguir avanzando Lósif se quitó el la playera corta de color café qué le dieron en el reino semi y se la entrego a la muchacha y le dijo que ocultará sus peculiaridades de la gente.

Erika no preguntó e hizo qué se pidió y estaba ocultando muy bien todo, parecía solo una niña pequeña qué fue acosada por algunos tipos malos.

Lósif— mira aquí es donde vivo, en el reino de Tosiff en la parte del sur y aquí es donde estoy ahora mismo viviendo—

Erika observó el edificio qué señala Lósif y observa lo viejo qué se ve además de las malas condiciones, parece mucho a su antigua casa.

Lósif avanzo y llamo a la puerta donde después de unos momentos salió una niña rubia.

Diana— Lósif volviste! Pasaron muchas cosas!—

Diana se acercó al niño para abrazarlo y lloro mucho, ella se sentía débil.

Lósif— ¿Qué pasa Diana?—

A Lósif le entro una mala sensación al ver a esta chica ruda y fuerte llorar.

Diana— Se llevaron a Blanca—

Lósif — ¿Quién se la llevo?—

Diana— fue el capitán José, el se la llevo y se casó con ella desde hace 3 días—



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En el texto hay: reencarnacion transmigracion, reencarnar, nigromante

Editado: 13.02.2024

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