Tienda misteriosa

Kor estaba buscando al capitán de los caballeros y por esa razón llego directo a su casa, pero observó llamas desde lejos en la misma dirección qué se dirigía y aceleró el paso, solo para observar a Lósif y atrás una casa en llamas.

Lósif — ¿Sabes donde está Ana? Parece que Blanca murió en el interior, solo escuche gritos y vi al capitán tratar de meterse a la casa como un héroe y murió quemado, no pude hacer nada para ayudarlos. Todo paso muy rápido—

Lósif observó la cara triste del anciano y posiblemente muera de la tristeza, el sabe bien que este tipo tenía una buena relación con José desde hace años.

Kor— Parece que murió al tratar de salvar a su esposa, sabes ellos dos se querían mucho aun recuerdo su boda—

Lósif — Ya veo... entonces y Ana ¿dónde está?—

Kor— por lo que se fue llevada por algún noble a la parte norte, pero vamos a apagar el fuego antes de que se extienda—

Lósif observa con calma el mar de fuego qué comenzaba a envolver a las casas más pequeñas de alado hechas de madera. Realmente no le importaba eso, que mueran y listo el quiere saber donde está Ana.

Después de unos momentos muchas personas y caballeros se unieron para apagar el incendió de la casa, varios lloraron al ver a sus amigos muertos quemados por el fuego.

Lósif al saber que había logrado calmar las llamas, volteó a ver a Kor directamente.

Lósif — entonces dime—

Kor sudando por todo el esfuerzo puesto en apagar las llamas y triste por la pérdida de su amigo, recordó la pregunta del niño.

Kor— Entendido, ella está en el norte con un noble de la casa, no recuerdo, pero tengo entendido que unos comerciantes abuela y nieta fueron con ese noble—

Lósif — Bien, gracias por la información—

Kor— No trates de ir por la niña, ella ya está en los ojos de un noble y un hombre pobre no puede hacer nada—

Lósif no dijo nada y regreso al orfanato para prepararse.

Al regresar observo el camino lleno de gente que salía preocupada a las calles y listas para ayudar o esconderse.

Estando más cercas logró ver a Diana qué espera afuera de la casa.

Diana— Lósif regresaste! ¿Sabes algo de Blanca y Ana?—

Lósif— entra te diré—

Ambos entraron sin perder el tiempo afuera, así logrando cerrarla rápido y sentándose en la mesa de la cocina.

Lósif notó la cara preocupada de la niña y tenía que decirle lo que encontró.

Lósif — Blanca estaba muerta cuando llegue a la casa de José, el la forzó y cometió suicidio. Sobre Ana ella fue secuestrada por algún noble—

Diana no captada nada más, todo su mundo estaba congelado y los ojos abiertos por el horror.

Lósif al ver qué la niña no hacía nada, no dijo más y se levantó rápidamente para tomar un poco de comida y agua, salió de la puerta dejando a una niña llorando en la mesa.

Diana— No vayas Lósif, no quiero perderte a ti también—

Lósif avanzo sin detenerse el está avanzando rumbo a las murallas donde dividen las dos partes del reino.

Lósif observó la tienda donde hace tiempo compraba y vio a la abuela y nieta, pero ahora estaba sucio y solo sin ningún alma.

Lósif avanzo pasando el callejón donde al final de la calle donde estaba con Blanca y también fue donde mato por primera vez al llegar a este mundo, mato a un humano.

En un abrir y cerrar de ojos había llegado en una puerta de hierro cuidada por guardias de ambos lados y rápidamente notaste la diferencia de ambos guardias, los del sur tienen un equipo bélico muy pobre y a lo tosco, pero los de norte un equipo bélico muy refinado con piezas fuertes de hierro con oro, además de caballos de guerra listos para montar.

Lósif fue detenido por unos caballeros.

Caballero del sur— Qué quieres aquí caballero, no debes de estar en este lugar al menos qué sea una misión o tengas familia del otro lado—

Lósif — quiero saber los requisitos para pasar al otro lado—

Un caballero del otro lado de la puerta al escuchar la conversación y lo que dijo Losif sonrió a más no poder.

Lósif lo ignoro y solo espero a la respuesta del caballero con el que está hablando.

Caballero del sur— Debes de estar trabajando como sirviente o tener algún noble qué te ayude, pero puedes pagar la tarifa de 20 monedas de plata y pasas—

Lósif— Ya veo... Gracias por la información, me iré ahora mismo y el capitán José está muerto junto a su esposa, ambos murieron en el fuego de su casa—

Lósif se dio la media vuelta y no hizo caso a la exclamación de sorpresa del caballero y sus compañeros.

Lósif debe de matar más y más, además no le gusta que cuando invoca algún esqueleto este aun sin recibir daño no pueda volver a ser invocado, talvez exista alguna manera de poder hacer esto.

Lósif avanzaba por las calles solitarias y llego aún lugar solo parecido algún local de algún tipo y entro por curiosidad, no quería volver al orfanato para darle cara a Diana.

Entro al sitio y escucho el timbre de la campana sobre su cabeza observó varios frascos llenos de líquido extraño y muy parecido a lo que utilizo para bañarse en la casita del árbol y adentro de esos líquidos había patas de rana, ojos de criaturas, cerebros, corazones, hígados, pulmones entre otras cosas siniestras. Dándole a todo este lugar un efecto feo y tenebroso, además con todas las telarañas en el lugar y suciedad parecía muy viejo y desolado.

Lósif — ¡Hola! ¡Quiero! ¡Quiero!—

Después de unos segundos apareció un extraño pájaro con dos cabezas y unos cuernos, todo el cuerpo y plumas color negro.

Lósif se alarmó al ver a esa fea criatura y rápidamente realizo movimientos cuidadosos para no parecer hostil y saltó al escuchar una voz de una anciana.

Anciana— Qué sorpresa! Parece que un caballero tiene maná en su cuerpo, para que puedas entrar aquí solo los magos puedes hacerlo—

Lósif volteó a la voz rápidamente y vio a una muchacha de unos 30 años, voluptuosa y con un cuerpo de reloj, algo que asombro fue la cara de un pájaro solo el picó y ojos a los lados. Muy siniestro y le dio mala vibra al verla vestida como una bruja malvada.