Elegida Por El Rey

Prologo

La niña es reconocida por ser risueña, juguetona y alegre, y allí estaba saltando se alegría con su nuevo amigo, el al contrario era un niño extremadamente centrado y maduro, su educación estaba muy por encima de la de la niña, pero eso no lo hacía arrogante, en su interior guardaba una bondad inmensa.

- Tienes que tirar la hoja seca al cielo y correr hasta aquel árbol antes de que llegue al suelo. – decía la pequeña con sus ondas doradas esparcidas por todo su rostro.

- Pero no tengo permitido correr…- sus maestros no le permitían correr ni jugar. Solo podía estudiar.

- Pero eres un niño. Todos los niños corren… - confusa lo miro a los ojos.

- ¿Y si me ven?- miro a los lados sin encontrar alguien.

- Si nos descubren yo te cubro mientras tú te escondes.

- No puedo hacer eso, soy un hombre y tengo que protegerte, Lucia.

- No eres un hombre – había burla en ella- eres un niño, cuando crezcas me podrás proteger…

- Es un trato – el corazón del niño dio un vuelco.

Con eso le dio un beso en la mejilla a la niña y corrió al árbol dejándola atrás. Ella abrió su boca sorprendida mientras lo miraba alejarse, a los segundo arranco a correr detrás de él sin alcanzarlo hasta que su amigo llego al árbol, cuando ella lo alcanzo le dio un golpe en su brazo.

- ¿Por qué me golpeaste?

- Tú me besaste, soy una niña, no puedes hacer eso – arrugo su rostro tierno un poco molesta.

El niño sonrió y alzo la maño para alborotar lo cabellos dorados de su amiga, luego los dos corrieron al escuchar el sonido de unas pisadas sobre las hojas secas de los árboles.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.