Elementos

Capítulo 3 - La pelea y el gran campeón.

Cyan seguía mirando como Nomalia usaba como saco de boxeo a Peter.

Billy, desesperado tiró del brazo de Cyan para hacerlo avanzar y que se pudiera esconder detrás de unas rocas que eran parte de la arena de combate.

─Aquí estaremos a salvo.

─¿A salvo de qué? ─respondió Cyan ─cuando esos dos se cansen vendrán por nosotros. No estamos a salvo.

Billy bajó la mirada, en esa cara llena de pecas dejaba ver que tenía razón y no quería morir de esa manera, tenía que pelear y demostrarle a su familia que podía ser como su hermano.

Cuando Billy tenía tres años fue elegido para formar parte de la escuela de tierra, el entusiasmo de su familia era inminente cuando se enteraron de tal noticia porque su padre también formó parte de esa escuela y su abuelo igual, por las circunstancias a ninguno de los dos se les permitió participar en el torneo, pero el mayor de los hijos si tuvo esa dicha.

El gran día había llegado para la familia de Billy y todos sus conocidos estaban hechos un lio completo, la euforia prevalecía y las ansias por verlo en la batalla era grande, se decía que era el favorito para ganar, todos miraban con ganas las pantallas de la colonia y mientras unos se comían las uñas, otros no paraban las apuestas en contra de los otros tres competidores apostándole todo lo que tenían a el hijo mayor de la familia Farias.

El momento llegó, la cuenta regresiva llegó a cero y todos los competidores salieron disparados a la arena de batalla que en esa ocasión era un socavón de al menos tres metros de profundidad para que los competidores pudieran jugar entre un montón de rocas que formaba columnas salientes del enorme agujero y que usen eso como método de escape cuando las trepen. Como era de esperarse, el resultado fue favorable para la familia Farias haciendo que el muchacho fuera el competidor ganador y desde el momento en que salió de la colonia ya no lo volvieron a ver nunca más y aunque eso lo sabía muy bien su familia no se sintió tristes por la pérdida de este hijo por la simple razón de que ahora lo veneraban como el héroe que es; Billy tendría el mismo destino si ganaba la contienda y sus padres no podrían estar más orgullosos de él.

─¡Billy!

Gritó Cyan haciendo que le pelirrojo saliera de su trance.

Ambos dieron un salto para esquivar a Nomalia que caía con fuerza sobre la roca en la que estaban escondidos, el sonoro ruido de dolor de la muchedumbre retumbo por todas partes mientras que la chica se retorcía en el suelo con la roca completamente hecha trizas, Cyan miró hacia adelante encontrándose con el cuerpo desgastado de Peter que ahora ya no tenía la parte de arriba de su uniforme, el pecho herido con un montón de cortadas sangrantes y lleno de tierra por todas partes, por su frente corrían enormes gotas de sudor que rodaban por su fino rostro hasta la barbilla y así gotear al suelo, su mandíbula estaba desencajada y con los dientes completamente rojos dejaba saber que le habían dado un golpe muy fuerte.

Por su parte, Nomalia no paraba de quejarse y con la misma condición que Peter trataba de incorporarse antes de que algo más le pasara, su cabello estaba suelto cubriéndole gran parte del rostro a pesar de haberlo tenido atado al comienzo del combate, la sangre le recorría todo el rostro revelando una herida muy seria en su frente, todo su uniforme estaba desgarrado completamente y si no eres cuidadoso al mirar podrías pensar que tiene un brazo roto.

─¡Vamos! ¡pelea! ─gritó Peter.

Billy y Cyan se miraron aterrados.

Peter se acercó con paso firme hasta los chicos que de a poco se dieron cuenta que no iba tras ellos, sino tras Nomalia que si no fuera poco quería acabarla de una vez.

Cyan buscó por el piso algo con que detenerse encontrando solamente rocas, tomó una y la lanzó al a cabeza de Peter impactando directo en su cien, Peter lo miró furioso y quiso acercarse, pero entonces algo lo detuvo, un recuerdo o tal vez el dolor y agitando su cabeza se deshizo de la idea de golpear a Cyan, en cabio tomó a Nomalia para alzarla en el aire y luego dejarla caer sobre el piso haciendo que se le escape un grito desgarrador al tiempo que maldecía a Peter, tiró el cuerpo de Nomalia a un lado y regresó a su posición inicial para descansar un poco echándose boca arriba en la arena, Cyan vio como su pecho subía y bajaba con dificultad, parecía que moriría.

Toda la gente continuaba gritando y seguía alborotado.

─¿Cyan? ─dijo Billy ─espero me perdones.

Cyan giró su rostro para mirar a Billy.

No pudo reaccionar a tiempo para esquivar el golpe que le propino, con el puño le volteo el rostro haciendo que le comience a sangrar el labio.

El sabor metálico de la sangre hacía que Cyan comenzara a hervir, podrías golpearlo sin recibir un golpe de vuelta, pero si la sangre se hacía presente entonces Cyan comenzaba como un perro rabioso a tirar golpes sin importarle quien estuviera cerca, le daba una descarga llena de adrenalina que le permitía levantar un autobús con una sola mano y arrojarla al subordinado que hozó golpear, pero en esta ocasión era diferente, estaba atónito por ver quien fue el que lo golpeo.




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