Prologo

Narra Cristian :
Me despierto por culpa de la maldita luz que entra por la ventana. No puedo evitar sonreir al recordar la noche anterior, y para comprobar lo incomprobable, veo a las dos muñecas con las que me había tirado anoche.
Una tiene el cabello del color castaño ceniza y la otra de un rubio Platinado. 《"soy una bestia"》me dije para mis adentros. lo se suena creído, pero vamos ¿quién se resistiría a este bombón?. Bueno sin contar la chica de anoche, ella fue una excepción,seguro era una de ésas niñitas de papi o algo asi. Pero que pena la piba estaba bien buena.
Bueno ahora si basta de presumir. 
-uhss....-me levanto entre suspiros y quejas. El solo hecho de saber que tengo que ir a la casa de mi vieja, soportar al ingrato que tiene como esposo y al estúpido de su hijo me irrita. Si no fuera por que después tengo que soportar a mi madre ni siquiera voy .No los soporto y nunca lo voy hacer.
Me saco la ropa y abro el grifo de la ducha, dejando caer el agua por mi cabeza inundando mis pensamientos para dar lugar a unos ojos color almendra grisáceos que conocía muy bien.

FLASHBACK

Salgo al balcón de mi departamento, es muy estrecho y solo contiene un par de sillones individuales que hacen juego con una mesita, cual es decorada por una esfera de acero.

La noche se encuentra hermosa, con su cielo despejado de un color azul intenso que era iluminado por pequeños puntos luminosos y una luna nueva que anuncia su nueva etapa, un nuevo comienzo.

Saco mi móvil y marco al pelotudo de mi amigo míchel. Parece que esperaba mi llamada por que sonó una vez y ya se escuchaba su inconfundible voz .
- voy para de tu departamento y vamos en tu auto que el mío se rompió-si que esta desesperado,hasta perdió sus modales.
- cálmate fiera. ¿que paso con tus modales, holaa "amigo" ¿cómo estás?-digo 
Sarcástico. la verda es que siempre me importaron mierda los modales con el.
-lo siento- contesto ya me lo imaginó con su mano en la nuca desacomodando su pelo. A veces me sorprendo de lo bien que lo conozco. 
- aparte ¿cómo sabes qué te llamo para salir ?- pregunto en completa confusión. ¿acaso le comenté algo y no me acuerdo?.
-porque  nunca llamas para otra cosa imbécil - contesto.
-qué se puede hacer, soy el rey de la noche- le contesté con una sonrisa.
Había tenido una semana caótica en el trabajo y la verdad es que necesitaba relajarme. si no terminaría como mi padre y eso no estaba en mis planes.

- creído - continuó michel.
No soy creído soy realista, pero no voy a gastar el tiempo contestando y me conformó con cortar la llamada.
Míchel vino a mi departamento y nos marchamos en mi bebé, una ferrari berlineta de color negro. Nos tomo unos 15 minutos llegar al club. Al bajar no hizo falta hacer la fila ya que tenía contactos y en el club soy muy frecuente, así que me conocían. 
-buenas noches -saludo al guardia y le entregó la llave del auto para que me las guarde.
-cris-saluda el fortachón bajando la cabeza en modo de saludo.
Paso al club y nos vamos directo a la barra.
Pasa una hora y mi amigo ya se encuentra bailando con una morocha, ¿como se llamaba?.... bueno no me acuerdo, pero no importa.
En la barra, se me habían acercado algunas zorras y digo zorras por que eso es lo que son.
La cosa es que ya me había acostado con todas las que estaban en el lugar, menos con unas que andaban con sus novios, pero con esas no contaba, digo, ¿a quién le gustaría irse con la cara rota? Y las demas no eran de mi gusto.
Le mando un fondo a mi tequila y pido otro. Al girar mi cabeza hago contactó visual con una morocha que ¡mierda! Parece una diosa de la sensualidad. Era terrible bombon, símplemente se distinguía del resto, haciendo que tus ojos caigan en ella y convirtiéndote en un pecador por contemplar tanta belleza.
《¡¡mierda!! ¿que tenía ese tequila?. Ya estoy diciendo pelotudeces 》
La pelinegra se dirige hacia la  barra, justo a un metro de mi asiento. La sigo con la mirada para captar su atención. Volteo mi cabeza y fijo esta vez mi vista en la bebida, que ni me di cuenta de cuándo me la trajeron. No puedo evitar verla por el rabillo del ojo, ¿pero qué carajo estoy asiendo?,desde cuándo soy asi.
Me decido hablarle y giro mi banqueta en dirección a ella, mientras observó como llama al mozo, levantando su delgado y delicado brazo. Es extraño por que no tiene cara de ser una chica del ambiente, si no más bien una chica elegante y refinada. eso habua captado mi atención, y bueno también que se partia de buena.
Tenia un vestido de lentejuelas color plateado, combinado con unos tacones negros y su pelo oscuro hasta por la cintura se encontraba suelto.
- un shot de tequila - le pide al mozo, dejándome ver asi su perfil. 
-una chica tan delicada no debería estar tomando una bebida tan fuerte en un lugar lleno de depredadores- le lancé con una sonriza pícara de lado. 
-delicada tu abuela.- Dice, mientras recibe su trago. luego se voltea quedando frente a mí. Su mirada haciendo contacto con la mía, eriza mi piel y siento como los latidos de mi corazón se aceleran.
Tengo la extraña sensación de haberla visto en alguna parte, pero no puedo recordar en donde, eso me irrita. no se por que siento que debo saberlo, necesito saberlo. Es como si mi mente no la recordara, pero mi cuerpo si. 
Esos ojos... esos ojos son los que me producen esas sensaciones tan olvidadas para mí.
Intencionalmente la recorrí con la mirada de pies a cabeza, deteniendome en sus grandes ojos de color almendra medios grisáceos, que resaltan con su color de pelo negro azabache y su piel bronceada.
-¿sabes cuál es el problema?- pregunta.
no le contestó, sino dejo que siga hablando mientras visualizado sus lavios pintados de rojo.- es que yo soy la depredadora aquí - continúa para luego darle  un trago a su shot de tequila.
-y ¿sabes cuál es mi problema? - pregunte levantándome de mi asiento y quedando a escasos sentrimetros de su boca, que hasta podia sentir su respiración y sus ojos clavados en los míos, como si quisiera descubrir todo de mí. -es que me encanta cazar a los depredadores- procedí.