Narra Gastón.
Las clases fueron suspendidas por lo que queda de la semana, significa, no tareas, no exámenes, no profesores mamones, eso es una alivio.
Cerré mi laptop y y fui a la cocina por un vaso de agua. La casa esta callada aunque estuviera mi hermano mayor, seguramente estaría durmiendo. Dejé el vaso de agua sobre la isla cuando mi celular sonó, es muy probable que sea del grupo.
Desconocido: ¿Les gusto el reto?
Desconocido: Yo se que si (¬‿¬) .
Gastón: Si nos encanto, me divertí como nunca.( Nótese el sarcasmo)
Michell: Vayamos al grano, ¿cuál es el nuevo reto?
Desconocido: Al parecer alguien esta apurada, pero tranquilos, por ahora no habrá retos, tengo que salir de viaje.
Brayan: Nadie te pregunto que tenías que hacer.
Desconocido: Que agradable sujeto ( ͡ᵔ ͜ʖ ͡ᵔ ).
Brayan:Ya lo sé (▀̿Ĺ̯▀̿ ̿).
Ariel: Ajá, bueno no te me cuides y ojala te mueras.
Reí y apagué mi celular.
—¿De que te ríes?—preguntó Joshua.
—De un meme—dije con simpleza y me dirigí a la sala.
[...]
Narra desconocido.
—¿Por qué tenemos que salir de viaje?—preguntó enojada.
—Tenemos que ir a hacer un pequeño recado—sonreí de lado.
—Y, ¿Cuál es ese pequeño recado?—alzo una ceja mientras preguntaba.
—Asesinar—dije ya cansado de sus preguntas.—¿Feliz?
—No, claro que no estoy feliz, porque a mi no me divierte asesinar personas.
—¡¿Puedes calmarte, Melanie?!—mi paciencia se había acabado, odiaba cuando se ponía así.
—Entonces, lo siento pero nunca me ha gusto asesinar personas, estúpido—dijo y se fue dejándome solo.
Solté un grito de enojo y comencé a tirar las cosas que tenía a mi alcance. ¿Acaso, ella no era capaz de entender por que teníamos que hacer esto?. Si no hacíamos esto nuestras almas nunca quedarían libres, yo haré todo lo posible para que ella y yo estemos libres de la maldición, no me interesa lo que ella vaya a decir...
Narra Guillermo.
Toqué la puerta de la casa de Lyla, unos segundos después me abrió la susodicha. La saludé con una leve sonrisa y entre sin esperar a que ella me dijera si podía entrar o no. Todos ya estaban en la sala.
—Bueno, ya llego Guillermo—dijo Gastón alzando una ceja.—ahora si podemos comenzar.
—Ajá—dije y me senté al lado de Pedro.
—Bien, lo que planeamos es intentar rastrearlo de alguna forma—dijo Ethan.—el primo de Ariel es hacker, tal vez le podamos pedir ayuda, así podemos acabar con el desconocido.
—Pero si ni siquiera se puede ver su número o hablar con él por privado—dijo Lyla.
—Ahg, tienes razón, no sirve de nada eso—dijo Brayan.—tendremos que esperar si nos hace alguna prueba donde lo podamos ver en persona, ojala y sea rápido.
—Entonces por ahora tenemos que dejar que nosotros sigamos muriendo—Gastón se veía serio, era la primera vez que lo veía serio en tres años.
—Lamentablemente si.
Suspiro cansada Michell.
—Ya me voy—dijo Kimberly,se veía un tanto decepcionada.
—Quédate, prefiero que estemos juntos, puede que sea la última vez que estemos todos juntos—dijo Lyla, estaba sentada al lado de Gastón. Ella y él fueron novios por dos años pero terminaron por una razón que desconocemos.
Asintió y se volvió a sentar junto a Carla.
—¿Qué hacemos?—pregunté.
—Salgamos a comer, los hombres invitan—propuso Tiago.
—Me parece bien, por que yo no pagaría nada—dijo Lyla mirándose las uñas.
—Mala—le dijo Ariel.
—Tontos—expreso con enojo Gastón.
[...]
Narradora.
—Ya decídete—le dijo Emanuel a Carol.
—Pero todos son ricos—dijo sin despegar la mirada de los sabores de los helados.
Emanuel rodó los ojos.
—Creo que pediré el de vainilla con fresa—dijo con duda y el heladero comenzó a hacer su helado.
Brayan se sentó al lado de Ariel, hace unos años fueron amigos pero cuando llego Gastón todo cambio, sus tardes de videojuegos ya no eran tan constantes. Ya no eran tan cercanos y en poco tiempo Ariel cambio, ser la sombra de Gastón junto a Emanuel, en la escuela eran llamados como los problemáticos, no había un día que no estuvieran en la oficina del director para una advertencia o una suspensión. Ariel comenzó a hablar.
—¿Cómo te ha ido con Celeste?—preguntó mientras miraba los autos pasar.
—Bien, dentro de poco cumpliremos dos años de relación, Celeste es una gran chica—sonrío inconscientemente mientras recordaba los mejores momentos que ha tenido con ella.
—Me alegro—dijo y la conversación dio por terminada.
Emanuel y Carol se vinieron acercando, Carol traía en su mano un cono de helado que lamía felizmente.
—Hasta que llegan, creí que se quedarían a vivir en la heladería—dijo Guillermo.—vamos al parque que queda cerca—dijo para luego caminar adelante junto a Pedro.
Todos se miraron entre si y siguieron a los dos rubios que ya iban un poco adelantados. Tiago dirigió su mirada a una hermosa chica de cabello azabache, bajita y unos hermosos ojos verdes que resaltaban mucho. Se le veía un tanto apresurada, unos segundos después la perdió entre la multitud y volvió su mirada al frente, ya habían llegado al parque. Hoy estaba más lleno que otros días, se podía ver como los niños corrían y se montaban a los juegos felices mientras que las madres los miraban sentadas en una banca.
—Los niños se ven muy felices—dijo Lyla recordando con melancolía su infancia, aunque no fue la mejor trato de disfrutar al máximo.
—Sí—sonrío mirando a Lyla, con un brillo especial en sus ojos.
Alguien carraspeo.