7

Jueves, 17 de marzo, 3:22 pm.

Narradora.

Ya casi tenían en plan listo, el primo de Kimberly seguía un poco confundido ya que no habían querido decirle la razón porque no querían entrometerlo más. Guillermo comenzó a hablar serio.

—El sábado ya casi esta cerca, no lo arruinen porque si lo hacen yo mismo los mato—amenazó sin titubear.

A él no le importaba decirlo, era normal que amenazará constantemente.

—Siempre te ha gustado hacerte el chico malo y misterioso, ¿No?—se paró Emanuel y lo vio desafiante.— que patético, a veces te analizo y me doy cuenta que parece que ocultaras algo. ¿Tú eres el desconocido, acaso?—sonrió sin gracia.

Guillermo soltó una carcajada para luego volver a poner su rostro serio.

—¿No se te ocurrió algo más?—se acercó a Emanuel amenazante.— ¿no serías tu el desconocido y me estás tratando de inculpar a mí para que no sospechen de ti?

—Chicos basta—susurró Carol.

—¿¡Pero qué dices!?—soltó con enojo.—¡Yo no mataría personas!

—¡Y yo no tengo tiempo para esas estupideces!—empujo a Emanuel bruscamente y cayó al piso.— no te metas conmigo.

Salió de la casa mientras soltaba cuanta palabrota se le viniera a la mente, iba distraído por la furia que no se dio cuenta de que Carol corría hacia el preocupada. Una vez lo alcanzó tomó su mano.

—Detente.

—¿Qué estás haciendo?—se soltó bruscamente.

—Estaba preocupada por ti—dijo un poco nerviosa.

—No necesito tu lastima—escupió sin remordimiento.

Guillermo siempre fue alguien reservado y de un mal genio, él no soportaba casi a los humanos, que ironía, el también era uno.

—No es lastima, es preocupación—hizo un pequeño puchero y sonrió cuando se le ocurrió algo.—¡Vamos a comer!—lo jaló mientras escuchaba sus advertencias a la cafetería más cercana.

—Que molesta eres.

—Quiero que estés bien y cuando uno come se pone feliz—sonrió mirando la carta.

—Ajá—procedió a mirar la carta y eligió lo primero que vio,una hamburguesa doble carne.

Él mesero tomó sus ordenes y se fue, sin apartar la mirada de la pelinegra. Un silencio incomodo se hizo presente entre los dos, Carol miraba de vez en cuando a Guillermo pero apartaba su vista rápidamente y Guillermo solo miraba los postres.

—Um, lo siento por traerte aquí—se disculpó mientras apretaba sus labios.

—No te disculpes, yo, eh, lo siento por tratarte así—se rasco la nuca un poco nervioso, era la primera ves que Guillermo mostraba ese lado.

La pelinegra sonrió y asintió feliz.

[...]

En otro lado.

—Este lugar no me da buena espina—comentó la azabache.

—Lo siento pero por aquí tenemos que pasar para llegar al lugar.

—Y según tu, ¿Qué es ese lugar?

Melanie cada ves más se estaba enojando y entrometiendo pero ya hace mucho se había entrometido al ser la novia de un asesino.

—Un lugar donde los monstruos salen a cualquier hora y se divierten cuanto pueden—contesto y tomo su mano.—no te apartes de mi en ningún momento, es peligroso.

Asintió y agarró su mano un poco nerviosa, casi nunca lo tomaba de la mano por miedo a que éste la rechazara.

—¿Me amas?—preguntó la chica, muchas veces dudo de si él en realidad la amaba.

—Mataría por ti—dijo mientras acaricia la mano de la azabache, ella sabía que lo decía en verdad, a él no le importaba asesinar.

[...]

—¿Por qué no me quieren contar?—Preguntó Juan.

—Porque no—respondió Ariel.

—Eso no es una respuesta.

—No me interesa si es una respuesta o no—dijo molesto y se levantó del sillón.

—Déjalo, ha estado irritado estos días—lo excuso mientras lo miraba salir de la casa.

—No me interesa, les ayudaré ha asesinar a la chica y espero que no me vuelvas a pedir favores, ¿ok?

Kimberly asintió.

Narra Ethan.

Apreté mis labios y entré al cuarto de mamá, podía ser la ultima ves que la viera y necesitaba darle todo mi amor por si yo llegaba a morir, que viviera con que su hijo si la amo.

—Hola mamá—sonreí y me acosté a su lado.— ¿Cómo has estado?

—Un poco enferma pero tu compañía es mi medicina—sonrió débil, desde hace unas semanas mamá ha estado enferma, los médicos dicen que después de unos días se le pasará, mintieron, sigue igual.—¿Te has sentido observado o te han amenazado? Me enteré de los asesinatos que sucedieron, todos de tu escuela—dijo preocupada.

—Cla-claro que no mamá—hablé nervioso, no podía decir nada.—estoy bien mamá, tranquila.

Mama asintió y me abrazó acurrucándome en su pecho, al pasar de los años nos habíamos distanciado por la muerte de papá.

—Te amo mucho.

—Yo aun más—hablé aguantándome las lágrimas que amenazaban con salir.

Continuará.

¡Hola!

Gracias por estar apoyando la historia. Disculpen la inactividad.

Bye <3