Ella Era Diferente

CAPITULO 1

Ella es diferente

Valeria Lendry estaba timida sentada en los asientos de atrás del coche negro de lujo, a su lado estaba Ulises Harvy, su esposo, él tenia la mirada fija en el periódico y ella solo podia ver los paisajes por la ventana del auto. En cuanto este paso por la enorme reja fue disminuyendo la velocidad.
Un hombre desde fuera abria la puerta del auto y le ofrecía su mano a Valeria para que pudiera salir, esta de inmediato levanto la vista y miro a su alrededor pues al parecer había extrañado la casa ya que hace seis meses habia salido de la ciudad para seguir a su esposo en un importante viaje de negocios.

Era impresionante ver como todo el servicio los esperaba para poder recibirlos, todos con el uniforme bien puesto y perfectamente planchado pues el señor de la casa odiaba las arrugas en la ropa y lo veia como algo insólito. Solo Gafret un hombre ya mayor podia sonreir y alegrarse por su regreso pues era un hombre de su entera confianza y el unico que podía dirigirle la palabra con toda libertad.
El hombre alto y bien vestido se acomodo el saco y sin dar ordenes entro en la enorme mansión y enseguida el servicio entro el equipaje dejándolo en las respectivas habitaciones, pues aunque llevaran ocho años casados solo a la apariencia del mundo eran un feliz matrimonio y estando solos todo era diferente.
Valeria subia delicada y elegante por las escaleras, llego a su habitación y comenzó a quitarse sus joyas para poder darse un buen baño, mientras una de las señoritas del servicio desempacaba su cosas y otra preparaba su baño.

Como describirla, una mujer bella y extremadamente refinada, pues desde niña habia sido educada para estar a la altura de un hombre como Ulises Harvy, hombre a quien todas deseaban y aun lloraban el que se casara con ella. Era dulce y dispuesta a recibir las ordenes de su marido, estaba acostumbrada a tener lo mejor de lo mejor sin embargo no era capaz de hacer de menos a alguien. Otros hombres la veían como una joya mas que preciosa pues su cabello corto que apenas rozaba sus hombros, lo sutil y elegante que era la ponía muy por de lejos de otras, e incluso a la par de la aclamada señorita Sofía Reyes.

Sofía Reyes era la mujer a la que su esposo amaba y siempre habia amado sin embargo no entendia exactamente la razón por la que Ulises se había casado con ella si amaba a otra. Según lo poco que sabía ellos estaban destinados a estar juntos, se conocían desde niños y sus familias estaban de acuerdo pero al parecer fue un problema entre las cabezas de tan poderosas familias.

—Disculpe señora, pero el señor informó que hoy vendran a cenar el señor Casas y su esposa— Valeria solo asintió con una leve sonrisa pues sabia que su rol era lucir como una esposa bella y elegante, las dos señoritas presentes la ayudaron a vestirse y maquillarse, en cuanto estuvo lista espero la orden para poder bajar.
Se escucho el sonido de un auto cerca a la entrada, ya era hora, ella bajaba las escaleras y al otro extremo su esposo hacia lo mismo, él la recibió y ella como casi siempre se sujeto de su brazo, aquello solo era para que pudieran ver lo felices que eran.
En cuanto la enorme puerta se abrió ambos recibieron a sus invitados muy sonrientes, una vez en el amplio comedor el rol de Valeria iniciaba nuevamente.
—Estoy muy feliz de verte Valeria, las tardes en el club no son las mismas— En cuanto la escucho su respuesta fue muy amable y corta.
—Ulises para mi es todo un gusto que regresaran, estuvieron ausentes un tiempo considerable— Expreso Norman Casas, este también era un hombre adinerado y al igual que Valeria su esposa era hermosa y elegante, toda una mujer ejemplar, era como si los adinerados buscaran el mismo tipo en todas. Hace años se habia escuchado el rumor de que el queria llamar la atención de la señorita Reyes y poder pretenderla sin embargo al igual que otros caballeros de la mas alta clase habia sido rechazado por ella.
—Para mi es un gusto regresar Norman, pero no fue malo pues estaba con mi esposa— Respondía un Ulises sonriente y daba la impresión de que tomaba la mano de su esposa por debajo de la mesa, todo con el motivo de que pudieran ver lo felices que eran.
—Son un matrimonio solido ya deberian de encargar un heredero— Dijo entre carcajadas Norman Casas, ante ello Valeria solo pudo sonreir con delicadeza y lanzarle una mirada a Ulises quien a la vez dibujaba una sonrisa en su rostro seguido de una respuesta.
—Estamos en ello, espero pronto sea asi.
Ante aquella respuesta Valeria recordaba aquello que Ulises le habia dicho en el viaje, queria tener un hijo pero todo se haria en un laboratorio, por su puesto el donante seria él y quedaria entre ambos. Aquella idea no habia salido bien pues despues de intentarlo no recibieron resultados positivos y Ulises habia decidido dejarlo por un tiempo.
—Valeria se que seras una excelente madre, y espero sea una niña pues no estaría mas feliz de que se pudiera conocer a futuro con nuestro amado hijo— Expreso la señora Casas viendo al final de sus palabras a su esposo.
Valeria nuevamente asintió con una sonrisa y continuó cenando como toda una dama.
—Ulises debo de decir que somos muy afortunados por tener esposas tan hermosas y sobre tener una hermosa familia, y se que pronto la tendras tu también.
Ulises solo levanto su copa de vino —Entonces brindemos por eso—
—Ustedes se casaron jóvenes, en especial tu Valeria, yo soy la mas ansiosa en que pronto quedes embarazada.
Aquellas palabras incomodaban en demasia a Valeria, solo ella sabia que su esposo no la había tocado en ocho años de matrimonio y aunque aun era joven, el vivir de esa manera habia echo que le diera igual.
Por fin la cena habia terminado y ya podian despedir a sus invitados, ellos se iban de la casa teniendo como última imagen a un matrimonio feliz, sin embargo en cuanto las puertas se cerraron Valeria solto un suspiro y antes de que pudiera irse a su habitación Ulises elogió su vestido mas no a ella.
A la mañana siguiente ambos se encontraban desayunando en el jardín y como siempre Ulises le prestaba mas atención a las noticias en el diario que a su esposa.
—Disculpen pero los señores de la casa tendran visitas— Anunció Gafret señalando en dirección a la entrada donde se podia ver el auto de Leonor la hermana de Valeria.




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