Ella Era Diferente

CAPÍTULO 3

Cambios

Valeria se encontraba Desayunando sola en el jardín, pronto sintió la presencia de Ulises quien esta vez desde él inicio la miro fijamente y ordenó que los dejaran solos.

—Buenos días— Saludo ella con algo de temor pues sentía que hoy sería una mañana diferente a todas.

—Buen día— La saludo en seco y viendo que nadie estaba a su alrededor inicio con la conversación que se había propuesto desde anoche.

—Valeria llevamos ocho años casados y desde el día uno te deje en claro que no podria tener sentimientos por ti y en el acuerdo de nuestro matrimonio puse como primera cláusula jamás tocarte— Hizo una pausa antes de seguir.

—No quiero hacer larga esta conversación, solo quiero informarte que he decidido que lo mejor para ambos es terminar este matrimonio y por lo pronto ya no haremos apariciones juntos como pareja eso hara que todos piensen que no estamos pasando por un buen momento en nuestra relación.

Aunque Valeria queria responderle solo atino a asentir con la cabeza y tal parece que aquello Ulises lo había tomado como una aceptación total.

Justo anoche después de hablar con Laura se había propuesto en hablar con Ulises y plantearle el hecho de que pudieran intentar formar una familia juntos y no solo por apariencias. Sola en la mesa aún seguía pensativa en aquellas palabras que ahora parecían retumbar en su cabeza <<Lo mejor para ambos es terminar este matrimonio>>.

Dejando casi todo en la mesa se puso de pie y dirigiendo su mirada a él respondió.

—Ire a mi habitación, t-ten un buen dia— Dijo temblorosa, subio las escaleras apoyándose en el barandal, Ulises solo podia verla desde su asiento sin decir nada.

—Gafret este pendiente de la señora y avisame si sucede algo.

—Si señor— Gafret lo vio irse y a la par veía como Valeria subia las escaleras, fue tras ella a pasos poco ligeros y cuando llego a su puerta que ya estaba cerrada por fin pudo escuchar su llanto. Él estuvo a cargo de su señor desde que era un niño y por supuesto sabía que el sufría en ese matrimonio pues no estaba con la mujer que amaba, sin embargo creia qué quien se llevaba la peor parte era Valeria.

Aún podía recordar el día en que preparo su habitación, le dijeron que a la mansión llegaría una mujer fría y calculadora, mimada en demasia y que estaba dispuestas a dar órdenes por doquier. Grande fue su sorpresa al ver a una jovencita de mirada angelical y temerosa, desde que ingreso a la casa siempre trato bien al servicio y las pocas veces que tenia conversación con ellos se dirigía con una voz cálida y dulce, ni que decir en las fiestas de fin de año pues siempre pedía que se fueran a disfrutar con sus familias.

Lo unico que estaba a su alcance en ese momento era llamar a su amiga la señorita Lorena Ferrara. Ella no dudo ni un segundo en ir al encuentro con su amiga.

—Valeria soy Lorena abre la puerta por favor— por fin pudo ver a su amiga que sin decirle nada la abrazo.

Después de consolarla largo rato por fin se atrevió a preguntarle lo que había sucedido.

—Lorena que sera de mi, Ulises me pidio que termináramos este falso matrimonio.

Lorena nuevamente la consolo y apretando los dientes maldecia en grande a aquel hombre malvado que se había atrevido a lastimar a su amiga.

—Puedes venirte a vivir conmigo Valeria, sabes que mi casa es la tuya también y además se que Luciano te protegerá de todo lo que pienses que se te viene encima.

—Fueron ocho años de matrimonio, solo tenía un deber y lo hice mal Lorena.

—Valeria no tienes la culpa, siempre supimos que ese cruel solo tenia ojos para una mujer y me siento mal de haberte alentado a querer conquistarlo— Menciono tomando sus manos y mirándola con ternura.

—No llores, un hombre como él no merece tus lágrimas mi hermosa Vale— Lorena limpio sus mejillas con delicadeza —Estoy segura que fuera de este lugar hay alguien para ti y esta esperándote.

—G-gracias.

—No pienso dejarte aqui Valeria, anda hagamos tus maletas, te vendras conmigo a mi departamento.

—P-pero en cuatro dias es la boda de mi hermana Lia, no quiero opacar ese dia con las habladurías de la gente.

—Pero no puedo dejarte sola Valeria, si es asi lo mejor es que me quede aqui estos días y luego de la boda nos iremos.

Valeria asintió y la acompañó el resto del dia sin dejarla sola ni un segundo, pues era la única que sabia que su amiga sufria de crisis cada vez que se sentía menos.

Durante su camino a la empresa Ulises parecía sentirse liberado y recordaba aquella primera vez que le había propuesto a Valeria que terminaran pero ella le pidió que aun no la dejara y al verla en un estado tan deprimente optó por desechar esa idea, pero desde anoche se había dado cuenta que si perdia un dia mas perdería a Sofia para siempre.

Llego a su oficina con el rostro completamente sobrio y enseguida llamo a Pablo.

—Dime que es aquello tan urgente que hizo que dejara de revisar unos documentos muy importantes.

—Deja las bromas Pablo acabo de terminar con Daniela.




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