Estar en el momento y lugar incorrecto
Valeria empezaba su día mirando su vientre, y a pesar de que había aceptado de que seria mamá muy pronto, le preocupaba como sus padres tomarían la noticia siendo que su nombre estaba en boca de todos.
—Toc ~toc— Valeria se apresuró en abrir la puerta y enseguida Lorena entro con unas galletas.
—Miranda y yo hicimos galletas por lo que te traje algunas, ademas iremos al pueblo con los niños.
—Muchas gracias Lorena, se ven deliciosas.
Lorena sonrió de inmediato y la abrazo —Por favor cuidate muchísimo y no te alejes de la casa, es posible que regresemos al anochecer por lo que si sales regresa antes del atardecer.
Valeria asintió y bajo a despedirlas a la puerta, mientras agitaba su mano los niños junto a Miranda y Lorena se perdían en el camino. En cuanto ingreso a la casa subio a su habitación y se propuso a descansar un rato sin embargo por mas que trataba de dormir no podia por lo que decidió a dar un paseo a los alrededores hasta llegar a casa de la señora Livian.
—Señorita Valeria?— Acentuo al final la mujer al ver a Valeria cerca a su jardín.
—Buen día señora Livian, solo sali a dar un paseo a los alrededores.
—Es casi la hora del almuerzo si gusta puede acompañarme— Sonríe y entra a la casa detras de la mujer quien enseguida lleva dos platos a la mesa.
—Espero que le gusten las patatas asadas con este guiso de carne que hice.
—Se ve delicioso— Respondió de inmediato y al darle el primer bocado empezó a casi devorar todo causando una amplia sonrisa en su anfitriona.
Después del almuerzo la señora Livian le enseñó a cocinar una tarta de frutas mientras le contaba acerca sobre su vida y la razón de no ir a la ciudad. La razón era que casi toda su familia habia vivido en el pueblo y que nada le parecía mas tranquilo que vivir alejada del bullicio y las personas, sin embargo sus hijos si vivían junto a los grandes edificios y la tecnología pues tenian su propia familia.
Ambas reian a ratos y Valeria demostraba ser mas desenvuelta en la conversación, todo era armonioso acompañado por los sonidos de la naturaleza hasta que escucharon los ladridos de Titan el perro de la señora Livian a lo que enseguida se escuchó un grito.
—!Titan!— Grito fuerte para que el perro dejara de ladrar, poco tardaron en ver a un niño colgado de la cerca que daba al pozo de la casa.
El niño asustado comenzó a bajar de la cerca sin siquiera poder girar.
—Jovencito que hacias colgado de mi cerca, Titan no es un can malo, solo cuida que extraños no entren en su territorio, da la vuelta Jovencito.
Valeria observaba con detenimiento hasta notar que el niño traía el uniforme del colegio "Los Claveles"
—Anda jovencito no tengo todo el dia, gira.
Valeria quedo estupefacta al ver al niño, era Ethan el hermano de Ulises.
—¿E-ethan? eres Ethan ¿verdad?
—¿Valeria? — Interrogó sorprendido ante la sorpresa de la señora Livian quien no podia creer que ambos se conocieran.
—Y-yo solo queria beber un poco de agua— Expreso sosteniendo su mochila mientras se alejaba a pasos cortos de Titan.
Valeria ser acerco a él y poco a poco lo alejo del perro que parecía aun furioso.
No le quedo de otra que explicarle la situación a la señora Livian para que ella supiera la razón por la cual se conocían por otra parte la razón de que Ethan apareciera por ese lugar era porque el colegio Claveles tenia una sede para vacacionar la cual no estaba muy lejos del lugar. Ellas evitaron hacerle preguntas al niño y Valeria tomo la decisión de llevarse a Ethan a la casa y poder hablar con él con mas calma.
La señora Livian se ofreció a llevarlos en su carruaje pues el clima no pintaba bien y tal parecía que pronto lloveria.
—Ethan quieres algo de comer— le pregunto mientras él observaba la casa aun con miedo. Él nego y preguntó la razón de que ella estuviera en un lugar como este pues para el no tenía sentido que estuviera sin su hermano.
Valeria lo llevo a su habitación y le ofreció descansar, pues pensaba que no era el momento de decirle que habia roto lazos con su familia y en su lugar agradeció que se quedara dormido.
Se dispuso a esperar en la sala a que llegaran y poder explicar la situación y mientras el tiempo pasaba preparaba un poco de avena con leche para recibirlos con algo caliente y a la par pensamientos negativos se le venían a la mente, era claro que estaba en una situación fácil de juzgar pues alguien como Ulises pensaría que probablemente ella lo había secuestrado o incitado a escaparse del colegio.
Cubriendose con una manta salio a la puerta y veía el camino esperando que aparecerán pronto y rogaba a que no los alcanzará la lluvia. Tal parece sus pedidos fueron escuchados pues casi al instante de entrar en la casa escucho las voces de los niños.
Enseguida abrio la puerta y allí estaban junto a los niños.
—Mi Vale ya regresamos— se pronunció Lorena dejando su abrigo en la entrada mientras Andrew llevaba a la pequeña Morgan al sillon.
Editado: 14.01.2025