Ella es del Rey

Capítulo 5

Tessa solo cerró fuertemente los ojos inhalando profundamente, por que, bien la había convencido, el dinero era tentador, y no parecía que ayudarlo fuera algo peligroso, además no se podía negar a ganar un poco más de dinero, la oferta era irresistible. 

— ¿Qué dices?, ¿Lo haras? — Ese hombre estaba loco, sabía cómo negociar y hacer que las personas no se pudieran negar.... 

— ¿Por cuánto tiempo? — Preguntó después de abrir los ojos, Dietrich le había hablando de todo pero nunca de cuanto tenía que durar ese teatro. 

— Lo que sea necesario — Bien, estaba indecisa, era demasiado, tendría que actuar frente a las personas y además de asistir a cada reunión con él, estaba tan absorta en sus pensamientos cuándo él rubio volvió a hablar. 

— Aceptas? — Volvió a preguntar el Alfa, pues necesitaba arreglar eso rápido, ya que la persona a quien necesitaba ahuyentar estaba por llegar nuevamente a la manada y tan solo pensar en eso lo ponía de muy mal humor (aunque eso no era en nada diferente al habitual Dietrich). 

— Soy una excelente actriz... — Respondió Tessa mirando al Alfa directamente a los ojos, ante esto Dietrich solo sonrió, pues había hecho que la extraña castaña aceptará, aunque había creído que le iba a costar más trabajo. 

— Bien... La verdad no pensé que aceptarías... — Dijo el rubio sin pensar, pues por lo que había dicho Henry ella era peligrosa. 

— ¿Por qué?...... — Dijo ella haciendo un gesto de confusión, hasta caer en cuanta de lo que hablaba el Alfa — Mira, si es por tu Beta.... Uno, estaba borracha y dos, como reaccionarias si alguien te pide que vayas con él? ¿No es extraño? Pero si quieres puedes buscar a alguien más... —  No, eso jamás, había logrado convencerla como para tener que buscar a otra persona, eso no lo iba a permitir. 

— No, mañana te espero a primera hora, tenemos que ajustar ciertas... Cosas... — Hablo Dietrich mientras salía de aquella pequeña habitación seguido por Tessa con una actitud bastante alegre, pues había hecho un gran negocio. 

......... 

Justo cuando estaban por llegar nuevamente hacía la tienda unos gritos se empezaron a escuchar, ambos se miraron extrañados, pues cuando ellos se fueron los únicos allí eran sus amigos, así que tal vez los que gritaban eran ellos. 

Silenciosamente entraron al lugar encontrándose con un Henry muy alterado y Candy riendo de una manera bastante alocada, haciendo extrañar a ambos. 

— ¿Qué ocurre? — Preguntó Dietrch al ver a su amigo tan enojado. 

— La loca está... — Dijo antes de que Candy le lanzará una mirada asesina, abriendo exageradamente sus bonitos ojos azules. 

— Candy..... — Habló Tessa mientras veía a la pelinegra de manera acusatoria. 

— Bien, por accidente se me cayo la taza de café.... — Hasta ese momento los dos se percataron de la gran mancha en la pierna izquierda del pelirrojo. 

Tessa sabía que no había sido un accidente, pero que pudo haber sido tan grave como para hacer enojar a su amiga de tal manera de mostrarse agresiva? (claro, aunque Candy no era precisamente una persona paciente). 

— Henry... — Antes de que Dietrich terminará de hablar él chico solo lo observó como si quisiera decirle que se quedara callado. 

Bien, ambos sabían que sus respectivos amigo no hablarían así que después de despedirse de Tessa y su amiga Dietrich salió rumbo nuevamente a su manada. 

— ¿Qué te dijo?... — Preguntó la pelinegra una vez que ambos se habían ido del lugar. 

— Vamos Candy, tu no quieres hablar entonces yo tampoco... — Infantiles, ambas lo eran, una de ellas era tan salvaje que no lograba salir de una problema cuando ya se había metido en otro y la segunda creyendo que podria quitarle tan mala maña a su simpática amiga, pero al final Tessa había terminado por contarle todo lo que había pasado. 

........... 

Digamos que en ese momento Tessa estaba por desmayarse, y quien no lo hubiera hecho si al despertar lo primero que ves que una gran cantidad de dinero te fue depositada, eso sí que era no perder el tiempo, además de que aquel hombre la estaba comprometiendo si o si. 

Aún no siquiera salía de la cama cuando su teléfono comenzó a sonar y en la pantalla un número desconocido se reflejaba.

— ¿Estas lista?... — En su tan aturdida mente apenas y había logrado identificar aquella voz. 

— ¿Pará qué? — Respondió ella aún somnolienta mientras pasaba su otra mano por su cara. 

— ¿Tenemos cosas que hacer? — No sabía de qué hablaba y eso la tenía algo confundida, pero, "el Alfa había pagado así que no podía a replicar" Ok, eso se habían oído mal, parecía que se estaba vendiendo, pero no era el casi, así que estaba bien. 

Había imaginado una gran cantidad de cosas, hasta tener que limpiar la mansión del sujeto, pero jamás pensó que aquel Alfa la llevaría de compras a las más lujosas tiendas, llenas de elegantes vestidos, de noche, de gala, formales(una cantidad inimaginable de ellos). Su cara reflejaba asombro al ver tan elegantes establecimientos, esto hizo que de alguna manera extraña el Alfa de pronto sonriera. 

Después de una gran caminata por todas las tiendas a su alcance pararon en un bonito lugar para tomar algo, hacía unos tres minutos que Dietrich había salido a contestar una llamada, mientras, la conciencia de Tessa hacia de las suyas. 

Por la Diosa Luna, se sentía mal, si parecía que se había vendido, no sólo le estaba pagando, también le estaba comprando ropa, parecía que enserio era la amante de aquel hombre... Si Candy la viera en ese momento seguro que le aconsejaría aprovechar lo que pudiera, pero ella no pensaba igual. 

Rayos, se había metido en algo bastante complicado, ¿el dinero lo vale? Se decía, otra vez su mente le hacía dudar... ¿Y saben qué?... Claro que lo valía!! , no tendría más deudas y eso era lo que importaba. 

Apenas había alejado aquellos pensamientos de su mente cuando desde su silla pudo ver a una extraña chica rubia, "¡¡vaya cabello!! Seguro no es natural" Pensó Tessa mientras tomaba un sorbo de su delicioso café, el cual casi escupe en la mesa al ver cómo la mujer se arrojaba a los brazos del hombre que le había pagado por ser su novia falsa... No sabía cómo reaccionar, ¿tendría que irse?, ¿salir?, ¿esconderse? Estaba en un dilema hasta que pudo observar como Dietrich veía de una lugar a otro como si buscará algo o a alguien, ¿era a ella? Si, era seguro, se veía... Mmmm, ¿desesperado?, así que sin dudarlo salió justo en el momento en el que la rubia soltaba al Alfa, sin alejarse de él. 




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