Nieve se acomodó en una de las sillas del comedor con pesadez, estaba cansada y con un poco de frío, miro a Daniel por un momento noto el color carmesi como el fuego, frunció el ceño por un momento, neguo con la cabeza.
—Es una pena que no encuentre a su Luna, he leído muchos hechizo de lunas — ella acomodo sus mando en la mesa con confianza, por alguna razón se sentía bien en la casa. — algunos hechizo son de sacrificio y otros es para sellar algún poder que posee una persona pero eso hechizo son en caso de emergencia. Por lo tanto; no son muy requerido... Aún que pensándolo bien....mmm, hay un hechizo de tranferencia de poderes, pero las once lunas perdería sus poderes no su fuerza vital.
—Es usted muy conocedora del tema, señorita Nieves.— la voz de Daniel se volvió muy seria para el gusto de Nieves, lo miro un momento antes de sonría con seguridad. — ¿¡Gusta algo de tomar!?
—Es usted muy perspicaz, Señor Hades.— a pesar de que no estaba segura solo tiro una canica al aire, que fue confirmada con la sonrisa que le brindó Daniel.— Claro que me gustaría tomar algo, espero que sea cálido.
Daniel que ese momento se vio descubierto por Nieve dijo su apariencia mientras caminaba a la cocina a buscar algo de chocolate caliento con algo de malvaviscos, Hades el dios del Inframundo; se quedó pensativo por un momento mirando por la ventana, una vez que estuvo el chocolate se fue al comedor miro a la jovencita que estaba sentada, la observó por un momento, se notaba que estaba nerviosa lo noto en como se sujetaba las manos mientras estaba en la mesa.
—Deberia preguntar, ¿¡Cómo lo noto!?— la voz de Hades no sopredio a Nieves, él se sentó a su lado mientras ponía el vaso de chocolate caliento y los malvaviscos frente de ella.
—Por sus ojos, es usted una persona muy hermosa los libros se quedan pequeño al describirlo... Unos ojos carmesí como el fuego en si tan intenso como peligros, su belleza que hace pecar a cualquier — la honestidad con que las palabras de Nieves sorprendió a Hades, la confianza con que sus ojos le memostraba que no estaba mientiendo, un ligera sonrisa curvaba sus labios mientras habla, hizo que el oscuro corazón de Hades que solo latía por su esposa latiera por una niña.
Una niña que su apariencia mostraba pureza e ingenuidad que desprendía pero se vía que cuando era de mostrar seguridad la mostraba sin temor alguno, ese ser le parecía interesante en cierto punto, Hades que a sido juzgado por muchos se sentía colmovido por una niña que no sabía nada de él.
— Se que está pensado, que no sé nada de ti... Pero es todo lo contrario, posees la habilidad de leer la mente y de manipulación a las personas de hacer que caíga en sus peores pecados, también que los dioses puede tomar cualquier apariencias y tú no eres la excepción. — podía escuchar su voz sin importar nada, por alguna razón él se sentía orgulloso de ella, no entendí el ¿¡Porque!? — cambiando de tema, la casa está sola.
— En parte, en un momento entrara Danny y los gemelos que viene del parque. — sonrió mientras Nieves solo guardaba silencio y se tomaba el chocolate caliento. El calor recorrió todo su cuerpo con suavidad.
Fue una sensación agrable, mientras mira a su alrededor fotos iba y venía pero nada de su interés por alguna razón sentía que era alguien que no debería estar ahí pero la sensación de calma y calor le acurrucaba con familiaridad que por ella se quedaría pero ese lugar no era de ella, por lo tanto; se sentía que estaba invadiendo un espacio que le pertenecía a otras personas. Suspiro por un momento, su cabeza buscaba la posibilidad de ir a buscar un lugar para quedarse por un tiempo y después partir.
—Puedes quedarte aquí, hablaré con mi hija para que te brinde estadía por un tiempo. — lo miro incrédula por haber leído sus pensamiento, había invadido su privacidad mental. Lo fulminó con la mirada. — Soy Hades, señorita Nieves; ningún pensamiento se oculta ante mi, lo quiera o no; los puedo escuchar. — Le sonrió con burla, cosa que hizo enojar a Nieves.
***
La desesperación de Colt estaba llegando a su límite, por desgracias no podía seguir buscando aún tenía que ir a ver la manada, suspiro mientras se encaminaba a la puerta de la casa, habría tocado pero solo estaba Hades, el señor del Inframundo no le gusta abrir las puertas.
—Al menos puede no se tan obvio en decirlo. — una suave voz cautivó sus oídos, confundido camino al comedor. Al entrar se encontró con una chiquilla poco peculiar.
Sus ojos se encontraron por un momento, Colt se quedó curiosos antes esos ojos, es como si se le fueran tan familares, su olor le llego a su nariz; un desequilibrio moral se instalo en su cuerpo, un temblor recorrió su ser; mientras mira a la joven con cierto temor. Era un mezcla de durazno con aguas termales; muy diferente a el olor de Primaria, de flores de durazno con té de limón y aguas de termales.
—¿¡Quien eres!? — pregunto Colt con indiferencia.
—Colt, has vuelto antes a casa, ¿¡Porque no tocaste!? , Te fuera abierto.— la sonrisa burlona de Hades hizo que Colt le pusiera mala cara.
—Seguro lo tendré presente la próxima, ¿¡Quien eres!? — Fulminó a Nieves.
—Mi nombres es... Nieve Scarlett Johansson.