Ella [us #1]

ELLA

11 de marzo de 2008.

Cumpleaños número 5 de Emily.

La pequeña niña se encontraba ensayando fuertemente para el recital de ballet, la sinfonía n° 25 de Mozart sonaba desde la bocina del salón de baile de su casa.

-Has estado mejorando – escuchó a su madre, quien entraba al salón.

-Estoy cansada – dijo la pequeña pausando la melodía – Es mi cumpleaños, ¿puedo descansar un poco? 

-Claro que puedes, cariño – su madre le sonrió - ¿Quieres un batido?

La pequeña asintió sonriendo, amaba esos momentos con su madre, sólo las dos.

-¿Papá vendrá hoy? – Preguntó la niña con ilusión, inmediatamente la mirada de su madre le dio una respuesta.

-Tu padre ha estado ocupado en la empresa, cielo. Pero te aseguro que te quiere mucho y que desearía estar contigo en vez de estar rodeado de un montón de papeles – lo excusó – Tus tíos y abuelos vienen en camino, ¿Por qué no subes a arreglarte?

La pequeña subió hasta su habitación sin decir palabra, lo único que le hacía ilusión de aquella fiesta era ver a su prima y a su “abue” como siempre la llamaba.

Sus fiestas de cumpleaños siempre eran lo mismo, sus padres invitaban a sus socios o personas que querían ser accionistas de la empresa de la familia y esas personas llevaban a sus hijos, Eso era lo que más le desagradó a Emily ¿Por qué querría compartir su cumpleaños con unos completos desconocidos? Por supuesto que ya no tenía decisión sobre aquello, ya que según sus padres había que hacer lo mejor para el negocio. Negocio que ella algún día heredaría.

Escuchó ruidos que provenían de su patio trasero y corrió hasta su ventana a ver de dónde venían,  miró hacia la casa de atrás,  al parecer tenía nuevos vecinos. Observó fijamente al patio trasero de sus vecinos, un pequeño niño, que parecía de su edad, se movía de un lado a otro jugando con una pelota, a Emily le había sorprendido, ya que sus vecinos anteriores eran una pareja de ancianos cascarrabias.

-¡Hola! – exclamó la niña sobresaliendo de su ventana, esperaba que el niño la escuchara.

El niño alzó su mirada dejando ver sus ojos café – Hola – respondió él extrañado, no esperaba que alguien lo llamara.

-¿Cómo te llamas? – Preguntó curiosa.

-David – respondió con un poco más de confianza - ¿y tu?

-Emily – Contestó la niña.

Ambos sonrieron sin dejar de mirarse.

Era el comienzo de una gran amistad.

***

-¿En qué piensas, cariño? – Preguntó abue María al ver que Emily se encontraba ida.

-Yo no quería está fiesta – se sinceró con su abuela – Solo quería que papá estuviera aquí conmigo.

-He observado que le has estado haciendo mala cara a todos tus invitados – su abuela cambió el tema - ¿no crees que es muy desagradecido de tu parte? Ellos no te han hecho nada.

-No quiero ir con nadie – dijo la niña - quiero estar contigo.

-No te quiero obligar a nada. Pero quizá deberías hacer amigas – señaló a un grupo de 5 niñas que se encontraban jugando – o deberías ir con Sebastián y Lucía – dijo mirando a sus primos. -Emily se llevaba bien con ellos. Pero últimamente las cosas estaban cambiando, ya no eran los mismos mosqueteros que el año pasado.

Resignada observó como su abue se marchaba a hablar con sus otros abuelos, noto que su prima Eleanor caminaba en dirección a las niñas que había visto antes jugando, se levantó del sofá y decidió hablar con las niñas.

-Hola – Saludo Emily tímida.

Las niñas dirigieron su mirada hacia Emily quien tenía sus ojos clavados al suelo – Hola – dijeron las niñas al unísono.

Eleanor le hizo un espacio a Emily para que tomara asiento. Su prima fue la primera en hablar.

-Emily – la salud o - ¿Quieres jugar con nosotras? – la pequeña sólo asintió.

-Soy Allen – dijo la niña de cabello oscuro y ojos café.

-Soy Amelia – dijo la niña de cabello café.

-Soy Camille.

-Y yo Sophie.

Dijeron dos niñas muy parecidas casi al mismo tiempo, Emily asumió que eran gemelas.

La última niña se encontraba en silencio hasta que fue su turno de hablar – Soy Anneliese – dijo sonriendo.

Nuestra pequeña Emily notó como alguien la observaba a lo lejos, alzó la mirada y se encontró con los ojos dulces de su abuela, ella la miraba con dulzura y aprobación, quizá nada iría mal esa noche.

 

4 de marzo de 2020.

Una semana para el cumpleaños número 17 de Emily.

 

-¡DILE QUE BAILANDO TE CONOCÍ! – Cantó Anneliese a todo pulmón al poner su playlist de reggaeton viejo – CUENTALE.

Solo podía observar con una sonrisa burlona, mi mejor amiga llegó extrañamente contenta esta mañana – Ok, tienes que contarme porque me hiciste faltar hoy al colegio – le pedí mientras la veía perreando en mi habitación. No les voy a mentir yo también estoy que me bailó sola.



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En el texto hay: jovenes, amor, amistad amor lealtad

Editado: 05.07.2020

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