Ella [us #1]

EL VIAJE

8 de Marzo de 2020.

3 días para el cumpleaños número 17 de Emily.

-¿Puedes dejar de hacer tanto drama? – Eleanor ya se encontraba frustrada de Verne caminar de un lado a otro.

-No – contesté simplemente.

-Haces que me ponga nerviosa – Contestó irritada.

-Oh, qué lástima – dije sarcástica.

Ella cansada, se levantó decidida y tomó mi cara entre sus manos – Emily, mira esto como una oportunidad. Mi tío no está para vigilarte, puedes ser tú misma, ¿Qué más quieres?

Una familia presente. Pero dejando eso de lado, un poco de libertad no sonaba tan mal.

-Esto es lo que siempre has querido hacer – continuó - te he visto mirar cada desfile y cuando puedes vas a alguno.

-Aún no puedo creer que hicieras esto, ¿Cómo convenciste a mamá?

-Bueno… Ella solo compro los boleto para el viaje, yo me encargue del resto.

-Tu hiciste ¿Qué? ¿Cómo lo hiciste?

-Emily, tienes una cantidad impresionante de seguidores, un portafolio lleno de fotografías es más que obvio que te aceptarían. Aceptalo, este es tu sueño, preocupate por cumplirlo.

-Oh, ¿y que se supone que les diré a mis padres? Lo siento, renunciaré a mis acciones de la empresa, ¿Acaso quieres que me quedé sin apellido?

-No te digo que renuncies a tus acciones, después de todo, eres hija única. No puedes dejar a tus padres así. Sólo digo que puedes ser ambas cosas si quieres – trato de explicarse – Dirigir la empresa y cumplir tu sueño, te lo mereces. Siempre haces de todo para complacer a mis tíos. Es momento de que hagas lo que realmente quieres hacer.

-Eleanor, soy bailarina - hablé detenidamente - no sé como hacer esto.

-Yo sé que puedes hacerlo.

10 de Marzo de 2020.

Un día para el cumpleaños número 17 de Emily.

-Em, despierta – escuché una voz lejana a la que no preste atención – Em, por favor despierta. Tienes que ver esto – Seguí sin prestar atención a lo que decía hasta que la luz del sol me dio en la cara – Emily, hablo en serio, tienes que despertar ya – habló con voz demandante.

-¿Qué quieres? – gruñí cansada, ayer había sido mi primer desfile y después de dos días de ensayar arduamente, estaba totalmente cansada.

-Levántate, has salido en las noticias – me anunció encendiendo el televisor.

-¿Qué?

Y no mentía, esa si era yo.

Emily Hall, hija de los empresarios Adam Hall y Jazmine García, deslumbró en el desfile de anoche como la nueva modelo para una de las más grandes marcas de ropa del mundo.

Era lo que decía el encabezado junto con una foto que claramente fue tomada anoche.

Los periodistas se encontraban hablando y dando sus opiniones sobre el maravilloso desfile de anoche, mi aparición y de cómo sería mi futuro si decidiera incursionar en el mundo del modelaje, pero yo solo podía pensar en una cosa.

Eso sí cabrearía a papá y lo había hecho sin querer, ¿acaso podía ser mejor?

En ese momento mi celular comenzó a vibrar anunciando una llamada, la pantalla se iluminó con el nombre de mi mamá en ella, Eleanor pareció notar mi cara de susto porque dijo.

-Recuerda que ellos no están aquí – dijo antes de salir de la habitación

 -Hola mamá – la saludé – Qué sorpresa – intenté bromear con ella.

-Si que es una sorpresa – dijo irónica - ¿Tienes algo que decirme?

-No claro que no – me hice la loca.

-Emily, no estoy para tus bromas ahora – se escuchaba molesta - ¿Qué fue lo que hiciste?

-Yo no hice nada, fue una ¿coincidencia? – sonreí inocente aunque ella no pudiera verme.

 Me matarían al llegar a casa, adiós mundo cruel.

-¿Por qué lo hiciste? – Preguntó más calmada.

-Cuando intenté negarme era tarde - mentí.

-Espero que no se vuelva a repetir.

-Bueno…

-Tendrás que explicarle eso a tu padre, jovencita.

-¿A cual padre te refieres? ¿Al mismo que nos abandonó y no me llama en mis cumpleaños? No pensé que tuviera que rendirle cuentas a él – le solté.

-No empecemos con eso, por favor.

-No, mamá. Creí que al venir aquí tendría un poco de paz por una semana – le dije – y si quiero tener paz, no quiero que nadie nombre a ese señor.

-No te ponga así, es tu papá.

-¿Ahora si es mi padre? – pregunté sarcástica – No estoy para esto. Mi mañana iba muy bien por si no lo sabías – suspiré – nos vemos cuando llegué, si es que estás en casa – le colgué.

Solté el celular a mi lado, mi mamá si sabía cómo cambiar mi humor. Decidí que era momento de levantarme, no podría volver a conciliar el sueño después de eso.

Luego de arreglarme, baje al restaurante del hotel a desayunar. Eleanor como siempre se encontraba esperándome, después de mi abuela, ella era única que sabía cómo me sentía realmente sin tener que contárselo.

-Supongo que la llamada no ha ido bien – comentó cuando tomé asiento con ella en la mesa.

-Supones bien – me quedé callada un momento - ¿Sabes? A veces pienso que las cosas irán bien con mamá, porque todos saben lo mucho que la quiero, qué es lo mejor que tengo en la vida, pero me molesta que después de hablar mal de papá, lo defienda cuando habla conmigo, ¿Habrá alguien que realmente la entienda?

-Ella debe tener sus razones para hacerlo, ¿no crees? Tal vez no quiere que le guardes rencor.

-Ya es tarde para eso.

-¿Vamos a la playa? Eso puede ayudar a despejar tu mente.

-Me parece buena idea - Le sonreí.

Admiraba a Eleanor y su alegría, después de haber pasado por mucho se notaba que no le costaba sonreír, estoy totalmente segura de que mis tíos estarían muy orgullosos de ella, de cómo ha seguido adelante, dándole la cara al mundo con una sonrisa.



#32021 en Novela romántica
#20393 en Otros
#1541 en No ficción

En el texto hay: jovenes, amor, amistad amor lealtad

Editado: 05.07.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.