Ella [us #1]

LA FIESTA DE DAVID

Estuviste fantástica – me felicitó Eleanor - ¡DIOS MÍO, ERES UNA DIOSA! – exclamó haciendo voltear a varias personas en el lugar.

-¿Quieres callarte? No es momento que andes con tu griterío – la molesté.

-Me importa poco lo que los demás piensen – le restó importancia – Eres hermosa – volvió a halagarme.

-Si, en eso tienes razón - bromeé – deberíamos ir a comer, ¡Muero de hambre! – tomé su mano y fuimos directo a la mesa de comida.

-No es normal que una persona siempre tenga hambre.

-¿Me estás diciendo anormal? – fingí estar ofendida.

-No es eso – estaba a punto de defenderse cuando su celular anunció una llamada y se levantó a atenderla, para volver unos minutos después – Estaba pensando en que no hemos organizado nada por tu cumpleaños – dijo casual, sabía perfectamente que ella había organizado algo a mis espaldas.

-No saldré de fiesta, Eleanor – dije de inmediato.

-Nadie dijo que saldríamos de fiesta – se apresuró a decir – aquí – completo la frase mientras subía y bajaba sus cejas rápidamente - ¿Recuerdas lo que Anneliese te había dicho el día que te dijeron lo del viaje?

-¿Lo de la fiesta de David?

-Si, todos saben que David hace fiestas porque quiere todos los fines de semana. Pero, este fin de semana si tendrá un motivo – aclaró su garganta – uno de sus amigos cumplió años recientemente y le celebrará su cumpleaños junto con el tuyo, ¿Qué te parece?

-Bueno, no me parece que celebren mi cumpleaños con un extraño, además no creo que mamá me deje salir.

-No es un extraño, va a nuestro colegio y entrena con David y mi tía no lo sabrá porque se va de viaje este viernes.

-Lo tenías todo planeado, ¿No es así? 

-Ajam, pero esta semana tenemos que fingir ser niñas buenas para que no sospechen nada.

-Yo no tengo que fingir ser una niña buena – asegure.

-Oh, claro. Se me olvidaba que la gran Emily Hall es la niña que nunca rompe un plato – me miró cómplice – ella es la niña que rompe todo la vajilla – ambas reímos.

-¿Qué haremos mañana? – cambie el tema.

-Seremos niñas buenas, ¿Lo recuerdas? 

13 de Marzo de 2020.

-Pensé que mamá iría por nosotras al aeropuerto – me quejé cuando llegamos a la casa.

-Está trabajando – salió abue de la cocina dándonos una sorpresa. Eleanor y yo salimos corriendo para abrazarla.

-¡Te extrañamos mucho! – dijimos ambas al unísono.

-Y yo a ustedes, mis niñas – nos separamos y nos sentamos en el sofá – cuentenme, ¿Cómo la pasaron?

-Genial – respondí.

-Eso lo pude notar – dijo mi abuela con una sonrisa – no sabía que teníamos una modelo en la familia.

-Yo lo sabía desde hace tiempo – respondió Eleanor – solo bastaba mirar lo mucho que se emociona cuando ve un desfile por televisión.

-Fue como un sueño, abuela – suspiré con ilusión – fue bueno mientras duró.

-¿Por qué dices eso? Lo puedes seguir haciendo.

-No puedo con todo lo de la empresa.

-Emily, tienes 17 años. No es tiempo de tener esas responsabilidades, además no serás la única al mando de esa empresa, Eleanor va a tener las mismas responsabilidades que tú – miro a mi prima – y creo firmemente en que ustedes harán un buen trabajo con todo.

-Te quiero, abuela.

-Yo las quiero mucho más – se levantó con rapidez y giró hacia nosotras - ¿Tienen hambre? La comida está casi lista.

Ambas asentimos y las tres caminamos a la cocina, se podía sentir el sazón de la abuela en el aroma de la comida, simplemente delicioso.

-¿Has venido a cuidarnos ahora que mamá se va de viaje? – Tenía que preguntar, aunque mamá nunca dejaba a alguien a cargo, nunca dejaba de sorprenderme.

-No, solo me quedaré este fin de semana – nos explicó.

La comida transcurría con tranquilidad y mi abuela cortó el silencio – Esta mañana vino David, me dijo que mañana daría una fiesta.

-Si, algo me había dicho. Pero no te preocupes, no planeábamos ir – le conté.

-¿Por qué no irán? Es una fiesta en tu honor, Emily. Yo no te enseñe esos modales – me miró – Ambas irán a esa fiesta y se van a divertir – ahora miraba a Eleanor – Tú te encargas de que se divierta.

-Sí, señora – le dijo Eleanor divertida.

***

-Te ves perfecta con ese – dijo Anneliese mientras miraba como me probaba toda la ropa que había comprado – Comprar todo eso es la mejor inversión que has hecho.

-No es la mejor inversión, pero es lo que necesitaba – contestó Allen.

-Tienes que contarnos todo del viaje – hablo Camille.

Estaba con todas mis amigas preparándonos para la fiesta que daría David está noche, aun faltaba una hora y yo era la única que no estaba lista.

-No hay mucho que contar – respondió Eleanor por mí – Solo salimos un par de veces, fuimos chicas buenas.

“Familiar” de Liam sonaba desde la bocina de mi celular mientras bailaba al ritmo de la música “este hombre hace solo arte”, pensé. Mis amigas cantaban la canción con su propio “flow” (o lo que sea que eso sea)

Tarareaba la canción mientras cambiaba mi outfit, nada era lo que necesitaba en este momento – Te ves hermosa con todo, solo ponte lo que sea, no tienes a quien impresionar – dijo Amelia, quien miraba mi frustración desde el otro lado de la habitación.

-Analicemos la situación – todas miraron en mi dirección – Es por mi cumpleaños, pero también es una fiesta casual. ¿Cómo puedo verme formal/casual? Sin ser más formal que casual o viceversa.

-Piensas demasiado – me contestó Allen – te voy a ayudar – dijo abriendo mi armario.

Después de muchos no, de mi parte y de que Allen se cansará de que nada me gustará, fue el turno de Sophie.

-Tienes muchísima ropa, tiene que haber algo que te guste – dijo mientras fisgoneaba – aquí esta – saco un top halter negro, que según mamá yo no usaría mientras viviera bajo su techo, y un jean negro hasta la cintura.



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En el texto hay: jovenes, amor, amistad amor lealtad

Editado: 05.07.2020

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