Capítulo 04
- Hey, Júpiter. Mírame –tomo su rostro entre mis manos rápidamente- ¿De qué hablas? –silencio- ¿Qué no me has dicho? -murmuro.
- Jesús... Jesús, esa noche é-él... -se rompe a llorar y yo tengo un pequeño debate entre consolarla o sacudirla, ¡cristo! Necesito saber de qué hablara o explotare por toda esta intriga.
- Respira júpiter, cálmate; tienes que respirar, calmarte y decirme por lo que más quieras que paso.
- Jesús, él esa noche... -silencio de nuevo. La voy a matar si no habla pronto. Mardision.
- Joder Jup, Habla de una vez –la sacudo solo un poco y ella me mira, pero aparta la mirada de inmediato- ¿Qué paso con mi hermano esa noche?
- Él... él pudo haber salido esa noche y no lo hizo –me mira de nuevo. Mi corazón se detiene.
- ¿Qué? –la suelto y retrocedo- ¿Có-cómo que él pudo salir pero no lo hizo? –silencio- ¿Júpiter? –La miro esperando una respuesta.
- Todo pasó muy rápido, y-yo no me di cuenta de nada, solo paso...
- Exactamente ¿Qué paso? –trato de mantener la calma, porque ella no me dice nada mas y es estresante.
- Todos intentábamos salir, eso lo sabes –asiento de inmediato porque recuerdo de memoria esa noche- Bueno yo estaba igual, Jesús, él... él estaba a nada de salir, pero se detuvo –respira y muerde su labio- Según el orden, él estaba junto a mí y él... me levanto; prácticamente me tiro fuera del hueco, él... -llora- él...
- Prefirió salvarte que salvarse a si mismo –termino con dificultad y ella asiente, yo me dejo caer lentamente por la pared restregando mi rostro- Sientes culpa de que luego fuera tarde y él no lograra salir de allí como tu.
- Pensé que lo lograría, no creí que ayudarme aunque no lo pidiera, -remarca- le saldría tan caro... no pensé que se fuera por mi culpa.
- Hey respira. No es tu culpa. -intento consolarla.
- Pero por mi él no...
- Él tomo su decisión –la corto antes de que siga culpándose- nadie lo obligo a hacerlo, él quiso -sonrió un poco- Mi hermanito el héroe. -murmuro y pasamos unos pocos minutos en silencio- Hay algo que no entiendo.
- ¿Qué? -pregunta de inmediato.
- ¿Por qué tienes tanto miedo? Sé que no fue por mí... bueno, no del todo.
- Tengo miedo de que también pueda desaparecer. Estuve más involucrada que tú, si tu hermano no hubiera salvado mi vida también me hubiera ido.
- No pasara, no fue tu culpa. No te iras, tranquila.
- No puedo estar tranquila, no puedo hacer nada por él y salvo mi vida. –sonríe con tristeza. Algo en mi cerebro conecta.
- Si puedes –digo rápidamente y me mira- podemos traerlos de vuelta, todavía no sé cómo, pero podemos hacerlos volver.
- An, ellos se han ido.
- No se han ido, aun puedo sentirlos. ¿Puedes creerme?
- Aunque lo hiciera –sonrió y niega- Que aún no lo hago por completo –agrega- estas internada, An. ¿Cómo piensas hacerlo desde aquí?
- Josep me dijo ayer que el Doctor Steven vio mucha mejoría, en tres semanas me dejaran salir; pero sé que puedo adelantar eso.
- ¿Cómo? -duda y sonrió un poco.
- Ya veras, pero tienes que ayudarme.
- ¿Es algo malo?porqu si planeas algo malo no te ayudare.
- No es algo malo -aclaro y asiente.
- De acuerdo, entonces si.
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11 de Octubre de 2022.
- ¿Que estas tramando?
- El libro que estaba leyendo cae al suelo mientras un gritito agudo de sorpresa sale de mí, levanto la cabeza y veo como Josep se dobla muerto de la risa. Parpadeo rápido.
- ¿Te estas burlando de mí? –cuestiono.
- Sí. -responde sin dudarlo.
- No es gracioso. -digo frunciendo el ceño.
- Si lo es –se burla de nuevo y entre cierro mis ojos hacia él.
- Estaba concentrada idiota, me asustaste.
- Lo siento, no fue esa mi intención –entra a la habitación y se sienta en el suelo junto a mí.
- ¿Milo? -pregunto de nuevo con esperanza. Suspira.
- Siguen sin querer dejarlo entras, hemos hecho hasta lo imposible, pero no quieren... incluso se hizo muchos exámenes de sangre para dejar claro que está sano, pero no quieren.
- ¿Ni, aunque pida verlo? -niega- ¿Que opina el doctor Steven?
- También intenta que entre, pero sus superiores no quieren, lo siento.
- No es tu culpa, pero me gustaría verlo... ha estado viniendo todo este tiempo y es en vano.
- Sabes que no lo ve así, le importas. -asegura y asiento.
- Lo se, Sep, es mi amigo, estará siempre. -digo y asiente.
- ¿Qué tramas? –repite después de un corto silencio.
- ¿De qué estás hablando? –lo miro con duda.
- No te hagas la que no sabe de qué hablo, dime.
- Realmente no lo sé –lo veo y su mirada es un: ¿En serio?- ¿Qué? Realmente no lo sé. ¿De qué hablas?