Ellos Están Aquí

Es tarde...

Capítulo: 17

- ¿Cómo sabes mi nombre? –Pregunta de película, lo se... no me culpen.

Idiota.
-¿Cómo no saberlo? Por tu culpa está pasando todo esto- suelta de golpe y retrocedo chocando contra Júpiter que se ve notablemente asustada y confundida.
- ¡maldita sea! Deja de hablar en latín –Exclamo frustrada- ¿Qué es todo esto? ¿qué está pasando?  -pregunto recuperándome levemente.
- Lo sabes, porque todo es tu culpa.
- No lo sé, no es mi culpa, no...
- Lo es, -interrumpe- que ese ser este aquí es tu culpa, que pueda ir venir cuando quiera mmm también tu culpa, que haga lo que se le dé la gana... -sigue contando- Que este ganando poder sin que tú lo sepas.
- ¿Quién es él? – Interrogo. Él sonríe aún más como si eso fuera posible- ¿De qué dimensión es? –pregunto de nuevo-  ¡contesta! –Exclamo perdiendo la paciencia.
- Lo sabes. –Esto lo que dice moviéndose levemente.
- No es cierto –Respondo a lo que él niega rodando los ojos.
- Piensa, lo sabes –Responde nuevamente en latín- Lo escuchaste directamente de alguien cercano a él, incluso lo mataste... -Murmura y trago fuerte recordando como asesine a "Adelius".
"¡NO! –Grito y corro hacia él, en pocos segundos una luz se extiende y sale de mí, <Adelius> gira desconcertado y miedo sale de él. Toda esa luz sale y se estrella directo con el "Tenebris" haciendo que el comience a brillar y en segundos explote en el aire volviéndose polvo".
Asesina, lo más importante de recordar... es que no tienes remordimiento de ese día, te gusto asesinarlo, quitarle la vida.
Lo disfrutaste.
- El superior... -Murmuro. Mis piernas tiemblan y Júpiter se aproxima a sostenerme por si caigo, cosa que hace que Javier lleve su vista a ella y note por primera vez su presencia.
- An ¿Qué ocurre? ¿Por qué hablas tan raro? –Pregunta y yo no tengo de oportunidad ni de abrir la boca para responder.
- Porque es nuestra lengua –Interrumpe Javier en español al fin- ¿Cierto sobrina? –no respondo- ahora tú, tu no deberías estar aquí –habla de nuevo hacia Jup tornando su vista más negra- tú fuiste un error que por alguna razón él dejo quedarse, debiste irte como todos.
- No... -Murmura alejándose hacia la puerta- no es verd...
- Lo es querida, no estás aquí por un acto de amor –Habla asqueado haciendo una mueca- Estas aquí porque él lo decidió así. Sigues viva porque así lo desea, si no, ya estarías muerta.
- ¡basta! –Exclamo lo suficientemente alto, pero sin llegar a gritar- Jup, sal de aquí –Digo y niega.
- No te dejare sola –Habla con su voz quebrada.
Aun sufriendo prefiere no dejarte, no mereces esa clase de amigas, por esos las demás te dejaron...
- Estaré bien –Informo acercándome de nuevo- Sal, aun necesito respuestas -Digo y con una mirada más de súplica, suspira y asiente abriendo con cuidado con su carnet de visitante.
- Grita si me necesitas –asiento cerrando la puerta tras de ella. Doy la vuelta y en dos segundos veo a Javier moverse hacia mí.
- Así que fue por eso... -Murmura- Tú eres la razón –Comenta moviéndose de un lado al otro. – aparentemente tu eres la puta razón de todo –Exclama moviendo sus manos- Tu eres la causante de todo.
- No lo entiendo –Digo al fin- No entiendo porque me culpas de todo, si yo no entiendo nada de lo que está pasando.  ¿por qué "soy la razón de todo" según tú?
- Porque desde que naciste solo han ocurrido cosas malas –Dice y hago un gran esfuerzo para no tirarme hacia atrás- Desde tu nacimiento personas comenzaron a desaparecer.
- No te creo –Digo negando continuamente- no es posible.
- ¿no? –Sonríe satírico- ¿Cómo explicas que el ritual se creó el mismo año en que naciste? En tu mes de cumpleaños para ser exactos –Continua- ¿cómo explicas que un día luego de nacer el primer grupo desapareció? –Dice y esta vez no oculto mi sorpresa- ¿Cómo logras explicar todo eso? ¿Ah?
- No puedo explicarlo, pueden ser solo coincidencias, tal vez...
- ¡mentiras! –Grita acercándose- Sabes que todo es por ti, todo por ser un maldito puente para el mal.
- ¿Qué? –Logro articular y sonríe nuevamente.
- ¿no lo sabias? –ríe sin gracia- eres el motivo por el que puede ir y venir a su antojo, por eso todo es tu culpa... Incluso el que yo esté aquí –Termina y frunzo el ceño rápidamente.
- No, quisiste hacerlo y lo lograste, tu grupo fue el primero, te comenzaste a volver loco  y te internaron por protección para ellos y para ti –Respondo con seguridad, una que se borra al ver su rostro.
- Lo hice por tu culpa. Tú me dijiste que lo hiciera –Dice y me quedo en blanco- tú me metiste en esto.
La culpable de todo siempre...
- No, estas mintiendo. Yo tenía un año y no te conocía –Respondo negando continuamente- Mientes.
- ¿por qué hacerlo? ¿Qué hago con ello? –Interroga, pero no me deja responder- Mi hermano... Tu padre –Aclara- te llevo a mi departamento para que te conociera, eras su "chiquitica" –Remarca rodando los ojos- Fue con tu madre a comprar comida rápida y te dejaron conmigo... veinte minutos –recuerda con facilidad- solo veinte minutos en los cuales comenzaste hablar en latín –Dice y hasta ahora noto que lo está haciendo también- Explicaste todo lo que debía hacer, con detalles incluidos –Ríe negando- Me hechizaste como una serpiente a su presa y yo como idiota, caí.
- No... -murmuro.
- Sí. Estuve en tu cumpleaños número dos y dos días después convencí a mis amigos de hacer el ritual –Camina de nuevo a su cama- ¿Sabes lo que sucedió después? –Pregunta.
- Funciono... -Susurro- fueron los primeros en completarlo.
- Ding, ding, ding tenemos una ganadora –Se burla- Al completarlo dejamos escapara algo... Dice- mejor dicho alguien –se corrige rápidamente.
- El superior...
- El mismo, pero no fue un accidente que él escapara, no... así estaba planeado –Afirma- y solo pudo cruzar de dimensión gracias a ti –vuelve su expresión dura- por ti logro cruzar. Tú trajiste al superior hacia nosotros.
- No, yo solo... no. Mi único don es...
- ¿Sentir las emociones de las personas? –Se ríe interrumpiéndome- Eres más que eso querida, tienes una conexión directa con él, y si tu amiga sigue aquí es porque él sabe que sin algunos de ellos tú, estarías totalmente fuera de control –Completa y mi mundo timbla.
- ¿Qué es lo que quiere? –Cuestiono.
- ¿No es obvio? –Bufa- Lo que quiere cualquier villano de película... Adueñarse de esta dimensión, del mundo... -Rueda sus ojos- Pensé que eras más lista sobrina.
- ¿Cómo lo detengo? ¿Cómo se quién es? –Sigo preguntando y él se inquieta.  
No puedes hacerlo...
- Ya lo sabes y si no... lo sabrás, ahora debes irte, te dije información demás –habla y ahora soy yo la que se acerca a él.
- No, tienes que decirme más –Insisto.
- Esta cerca o lo estuvo, de alguna manera lo conoces, ahora largo. –Niego- ¡Mierda, Andrea! Debes irte. Ahora. –completa y se pone de pie, su mirada se pone dura y fría... casi vacía, pero por alguna extraña razón ya no me intimida.
- No, -Aseguro- Tienes que decirme más.
- Obscurial –Dice agitado- Ya no puedo más, Andrea –Dice- Vete. ¡ahora! –Dice y trata de empujarme.
- ¡No! –Grito y lo empujo de regreso- ¿Qué es eso? Tienes que ayudarme, dime.
- No puedo –Dice convencido. Saco todas mis fuerzas contenidas y lo empujo estrellándolo contra la pared- Vete –Es lo único que me dice. El ruego es claro en su voz.
Eso, hazlo sufrir... quieres dañarlo...
- ¡NO! –Niego gritando. Sus emociones cambian radicalmente mostrando mucho miedo, sin embargo lo ignoro y presiono con mayor fuerza- Debes ayudarme, también es tu culpa –continuo.
- No pue... -no completa su frase. Su mirada cambia a una total de pánico, sin embargo lo ignoro- ¿Quién eres? –Interroga y quiero ahorcarlo.
- No te hagas –respondo reafirmando mi agarre- Habla, dime todo lo demás –Continuo- Ahora.
- No sé quién... -Apretó el agarre de nuevo- ¡Ayuda! –Grita esta vez y lo estrello de nuevo en la pared, él jadea por el impacto. –Déjame, déjame, déjame –Repite una y otra vez.
- Cállate –Controlo- Tienes que hablar, Javier.
- Déjame, no te conozco. ¡ayuda! –Grita de nuevo y esta vez la puerta se abre.
Dos enfermeros entran y tratan de alejarme de él, pero no los dejo hacerlo. Peleo una y otra vez, pero no lo logran; veo entrar a un tercero y lo reconozco como Alejandro, sus ojos conectan con los míos y noto lo serio que esta, mucho más que hace unas horas.
Los dos guardias que intentan sujetarme no logran nada; solo cuando llega el mencionado logran que me despegue de Javier y este corra a su cama.
- ¡no! ¡tienen que dejarme! –Exclamo y me sacudo- ¡NO! Grito removiéndome para que me suelten- Déjenme...
- Se de tu historial –habla Alejandro en un murmuro y me tenso dejando de pelear- Si no te calmas te dormiré o te haré tener un ataque... es tu decisión –Completa y con una rabia inmensa me dejo llevar.
- Eres un maldito –Hablo viéndolo directamente a los ojos- Necesitaba más respuestas y no me dejaron.
- Tu sabes las respuestas –murmura.- Solo que te niegas a verlas –Completa y algo hace click en mi cerebro, y no, no el click que hacen los monstruos cuando se enamoran... maduren.
- Estas con ellos –murmuro y se tensa- Miento, eres uno de ellos – corrijo y comienzo a moverme de nuevo desesperada por soltarme- ¡tú! Maldito hijo de perra, tienen a mis amigos –Continuo sacudiéndome. Intento librarme de nuevo golpeándolo, pero no me deja- Déjame ir, déjame, te demandare...
- Te advertí por las buenas –es todo lo que dice entre quejidos. Siento el familiar pinchazo en mi brazo y me inquieto- Adivina que va a suceder ahora... -Susurra burlón y me suelta.
- No...-murmuro- ¡Júpiter! –Le llamo a todo lo que puedo- ¡Jup! ¡Cam! –Grito y la veo llegar hasta mí.
- ¿An? –Dice corriendo- ¿Qué ocurre?
- Sácame de aquí –Susurro mareándome- todo da vueltas... sácame de aquí –Completo y parece que logra entender.
Caerás fácil...
- Mierda, no. –murmura pasando un brazo por debajo de los míos- vamos, mantente despierta. Tengo conmigo el antídoto.
No puedes soportarlo... eres débil...
- No sé si pueda, estoy muy mareada –Digo y me ve con la confusión plasmada en el rostro, lo que me hace saber que solo estoy balbuceando.
Déjate caer... te estamos esperando.
- No, no, no, es peor –Dice y camina lo más rápido que puede conmigo sobre ella.
- ¿Andrea? -escucho y logro ver a un borroso Camilo.
- Maldición Cam, hay que llevarla al auto.
- ¿Qué demonios paso? -escucho y me mareo aun mas cuando me carga en sus brazos.
Te estamos esperando desde hace tiempo...
- Jup, no creo... -Digo y mi voz se apaga. Visualizo el auto a pocos pasos e intento avanzar, sin embargo ya no puedo moverme, ni mantenerme algo cuerda- Júpiter –Le llamo intentando ver si aún me escucha- Es tarde –Completo y todo duele.
Todo se vuelve negro y no, no acabo por desmayarme, el lexapro mezclado ya llego a mi sistema con fuera en una dosis muy, demasiado alta... ahora solo queda esperar lo mejor.
O simplemente dejarte llevar a la oscuridad que perteneces...



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En el texto hay: misterio, dones, misterio y suspenso

Editado: 27.10.2019

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