Capítulo: 20
12 de noviembre de 2022.
Andrea.
- Lamento que esto haya sucedido... sé que todo fue mi culpa y debí cuidarte mas, no debí retarte a entrar al hoyo con nosotros. Lo siento mi pequeño héroe-susurro a la lápida de Jesús en el cementerio local- lamento que no puedas seguir con tus comentarios listillos y con nosotras...
- >> Mamá esta algo distraída desde tu cumpleaños, incluso lloro mucho ese día... yo también lo hice –Hablo a la nada dejando que el aire se lleve mis palabras—sin embargo ella sigue de pie por ti, por mí también un poco. Lamento el episodio que tuve, realmente trate de ser fuerte...
Pero no lo eres.
- >> De verdad no sé si estas vivo, pero prometo que regresaran, todos volveran –prometo y no miento- te amo hermanito, por favor vuelve a mí –lloro acariciando la lápida con cajón vacío que enterramos de forma simbólica el día que desaparecieron.
Las seis lapidas están aquí y todas tienen la misma fecha de fallecimiento:
21/07/2022. Que descansen en paz.
Me levanto con cuidado y repaso el nombre de todos mis amigos: Susana Trujillo, Leandro Carrero, Juan Medida, Ashley Pérez, Andrés Márquez y una vez más el Jesús Rodríguez. Algunas lágrimas caen y dejo que lo hagan, prefiero drenar mi tristeza con ellas que dejarla dentro y me haga más débil.
Camino de regreso al auto donde mamá me espera con una sonrisa y con sus ojos algo aguados, le doy un gran abrazo y susurro que todo está bien, cosa que hace que se relaje un poco.
Han pasado unos días desde el episodio, tuvieron que darme tratamiento con suero por lo débil que estaba y aún estoy. Mi falta de apetito es más grande por lo que han tenido que darme suplemento alimenticio y muchas cosas más para que mi apariencia y salud no empeoren más.
Júpiter aún se culpa mucho por haberme dejado sola ese día con Javier, al igual que Camilo llego hacerlo en algún momento, pero realmente no fue su culpa, solo hicieron lo que creyeron correcto, además mi insistencia me ayudo a que entrara uno y que Júpiter aceptara salir. Era lo mejor según yo, Javier la estaba tratando horrible y su inseguridad, dolor y miedo estaban en el aire muy fuertes haciendo que no me pudiera concentrar en las emociones de Javier.
Alejandro el "enfermero", es un tenebris o al menos esta con ellos, lo sabía y él me lo confirmo antes de huir. Lo están buscando, pero por lo lejos que lo siento él ya no está aquí, tiene que estar en su dimensión.
Aún no he compartido la información con nadie, ni siquiera con Jup que fue conmigo y no, no es que no confié porque lo hago en demasía. Simplemente aún no sé cómo decirlo, oye entiéndeme como le digo a mis amigos: Hey resulta que todo está pasando por mi culpa, incluso el que se fueran nuestros amigos... ah ¿Cómo olvidarlo? Resulta que no solo puedo sentir emociones, también soy una clase de puente entre su dimensión y la nuestra, puede que hasta con otras dimensiones...
No sería fácil, además no le creo en totalidad a Javier, aun necesito hablar con mamá y ver qué tan cierta es su historia, solo que aún no es el momento. El cumpleaños de Jesús fue exactamente hace 04 días y revivir el pasado de ese día cuando ella estaba embarazada de él no sería algo bueno de revivir.
La secretaria de avamba junto a los otros dos enfermeros, fueron despedidos y detenidos por cómplices de crimen (Drogar a una enferma) además del soborno monetario que obtuvieron con Alejandro, que realmente no sé si ese sea su nombre.
Josep estuvo todo lo que pudo conmigo, incluso el día que lo golpee él estuvo para evitar que me hiciera daño. Soporto cada golpe que le di y se quedó a mi lado sin importarle nada más.
Llore, llore aún más ese día por eso, porque aun cuando sabe que no es mi prioridad él igual está haciéndome la suya.
Al momento de despertar la depresión fue mayor que las ganas de golpear, destruir y lesionarme, fue muy... demasiado fuerte y no podía tomar lexapro o ningún otro medicamento por el episodio anterior.Fue duro, crudo y bastante agonizante durar todo el 08 de noviembre consiente y sin poder tomar ningún tipo de medicamento, por eso quise estar sola.
Mamá me recordaría a Jesús por sus facciones y dolor, Júpiter su amor por él, además de su gran remordimiento me ahogarían y Sep me recordaría su amistad y que él estuvo de acuerdo en que saliera sin ningún tipo de objeción o burla... Ahora Cam hubiera sido lo mas razonable estar con el ya que nunca siente nada por su parte, pero tampoco es como si no me hiciera recordar el sin fin de bromas que él y Jesús me hacían cuando teníamos cinco.
Solo que al final lo necesitaba, necesitaba mi conexión humana, sana y buena con la tierra y con las emociones... necesitaba a Josep.
Fue duro decir en voz alta que él se había ido; fue real y doloroso, sin embargo me dejo algo de libertad. No quise ni he querido emocionarme al creer que fue una alucinación, porque sé que pudo no serlo; Las probabilidades estan ambas en un 50/50.
Si Javier llega a tener razón y soy un puente, portal o lo que sea, pude llevarme a ellos y ver que él se había ido, además no he tenido ni una pizca de Jesús hace bastante. He respirado, relajado y concentrado, pero simplemente ya no está.
Aún estoy en plan "investigadora", aun quiero que mis amigos vuelvan aunque mi hermano no esté ahí, siguen siendo mis amigos y mi segunda familia, no puedo abandonarlos.
Llegamos a casa y tomo un gran suspiro, bajo del auto y camino apenas unos pocos pasaos sentándome en el jardín frente a la casa dejando mi vista fija en donde antes estuvo el hueco.
No deje que nos mudáramos aunque ver esto, el lugar del que se fueron los chicos, verlo todos los días era duro y cruel; sin embargo me hacía mantener mi concentración, fuerza y detenimientos para hacerlos volver
Mama insistió mucho tiempo en mudarnos, pero no logro convencerme y lo acepto aunque también le doliera, pero en esta casa he crecido y aquí tengo todos los recuerdos felices y triste tanto con papá como con Jesús y los chicos, puedo dejarla. No podría reemplazar esos recuerdos en ningún otro lado.
Noto la mano de mamá en mi hombro y sus emociones cambian embriagándome con determinación, intriga e incluso un poco de tristeza por herirla... y eso duele.
- ¿por qué? –pregunta al fin y cierro mis ojos- ¿Por qué mentirme? ¿Por qué no decirme que querías conocerlo?
- Tenía miedo de lo que fueras a pensar -hablo luego de un rato- no quería preocuparte ni hacerte recordar a papá...
- ¿y lo de tu recaída? –insiste- ¿Por qué no decirme que estaban volviendo, cielo? –pregunta suavemente.
- Pensé que lo podría manejar, que evitaría ese estado de nuevo. Yo... no quería que me vieras así –susurro- quería volver a ser la de antes, fuerte, sarcástica y no lo sé... tu hija. La que siempre fui, solo no pensé que todo esto sucedería. Lo siento mamá.
- No fue tu culpa –murmura- sé que últimamente te he ahogado mucho, pero es porque no quiero perderte también... -completa con la voz ahogada.
- Lo siento tanto... no debí retarlo mamá, no debí dejar que entrara ese día yo...
- No –me corta levemente- también fue mi culpa. ¿Qué clase de madre en su sano juicio deja que sus hijos entren a un hueco que pasa por sobre ellos? Soy la peor madre, no debí seguirles el juego...
- Mamá, mami... no –me levanto al fin y la observo directo a sus ojos ahora repletos de lágrimas- eres la mejor madre que existe, no fue tu culpa lo sabes -aseguro besando su mejilla y dándole un gran abrazo que me regresa de inmediato. Suspiro y se relaja un poco.
Necesito pensar en un modo de evitar que ni mamá, ni yo caigamos a fondo cuando los chicos vuelvan y Jesús no este con ellos, porque sé que eso será un golpe muy fuerte para ambas.
Ganare algo: que mi segunda familia vuelva, pero también sé que lo perderé todo cuando la realidad llegue y vea que realmente Jesús no está.
La vida no es justa, y nunca lo será...