Capítulo: 29
Andrea.
Mierda multiplicada por infinito en cruz.
No esta.
Se lo llevaron.
Tienen a Josep.
- Jesús debo encontrarlo, yo... no, necesito encontrarlo, simplemente no puedo, no puedo... no puedo perderlo –susurro ahogada.
- Moco, necesito que respires, lo encontraremos, pero tenemos que movernos.
- No me iré sin él.
- Lo sé, pero hay que salir de aquí. -asegura.
- No puedo perderlo... -susurro con mis ojos llenos de lagrimas.
- Andy, mirame -murmura Lean poniendo sus manos en mis mejillas- Mírame -pide y lo hago- Lo encontraremos, pero debemos irnos, ¿de acuerdo?
- Esta bien -susurro y me abrazo a él por unos segundo, sus emociones cambian y lo ignoro suspirando y dejando algo de distancia entre nosotros.
Corremos durante unos treinta minutos y llegamos al punto en específico donde mi fuerza será mayor y podre cargarlos a todos, el camino fue fácil, lo cual me da una señal de que fue planeado y no durara mucho.
Dios, solo espero que Sep esté bien.
- De acuerdo estamos listos -informa Andrés- ¿todo bien? –pregunta en un grito por el fuerte viento que hay.
- Si, debemos apurarnos no creo que la calma dure por más tiempo, están cerca –grita Jesús.
- Lo sé, puedo sentirlos –informo a todos igual por sobre el viento- tomen sus manos ahora –grito- Los dejare en casa y volveré por Sep cuando estén a salvo.
- Andrea, hoy no puedes dudar- me dice Sus con dolor.
- No les fallare –grito de regreso.
- No volverlas sola, volveré contigo –grita Jesús sobre el viento.
- Es muy arriesgado y si la alineación acaba no podre con ambos, volveré sola... estaré bien.
- No puedo dejarte.
- Piensa en mamá, te necesita más que yo.
- Moco no...
- Está bien, no hay tiempo –grito ahora a los chicos- tomen sus manos.
Uno a uno se toman de las manos entrelazándolas entre sí, la energía y esperanza que transmiten me contagia y sonrió sin poder evitarlo. Me hubiera gustado compartir esto con Sep y no estar preocupada por él... al igual que con Milo.
- Volvamos a casa hermanita –dice Jesús y estira su mano hacia mí.
Estiro mi mano y la entrelazo primero con Jup y giro para tomar la de mi hermano, pero no logro hacerlo a tiempo cuando una voz seguido de un viento me impactan haciéndome caer directo al suelo lejos de los chicos y de mi hermano, ellos también están en el suelo, solo que en su mismo lugar.
*******
20 de diciembre de 2022.
Darius.
- Volvamos a casa hermanita –escucho y veo al mundano tratar de tomar su mano, pero no lo logra... o mejor dicho: no se lo permito.
- Yo creo que no cariño, no sucederá –digo y la hago volar lejos de ellos haciendo que golpee contra el suelo, los demás también caen y sonrió por ello.
- No –murmura uno de ellos y rápidamente los que son hombres se ponen de pie y ayudan a las mortales a lo mismo.
- Corran a asegurarse, gritaremos cuando acabe –dice el enclenque número uno y rio sin humor.
- Nadie se ira de aquí –Aseguro en su asquerosa lengua: español, cosa que lo hace verme desafiante.
- Ya lo veremos –dice y corre con los otros hacia mí y las mortales tratan de irse.
- Ataquen y que ninguno salga de aquí –digo y la mayoría de tenebris junto a mi lo hacen- Tenebrias –llamo a las damas- que las mortales no escapen, tienen que estar para la atracción principal. –digo burlón y asienten yendo hacia ellas.
Gritos, quejidos, lamentos y más se escuchan en el enfrentamiento y es agotador. Doy orden tras orden y ningún mortal cae, ninguno cae porque ella está aquí y está peleando como nunca, sabe de alguna forma lo que está haciendo.
- Suficiente –digo tirando una fuerte ráfaga haciendo que los mortales caigan y los tenebris regresen a mi lado.
Los mortales se levantan y hacen una especie de barrera o muro uno junto al otro dejando al puente en medio de ellos y comienzan a tomar sus manos nuevamente. No huirán tan fáciles.
- ¿Qué demonios hicieron con Josep? –pregunta y rio.
- ¿Quién? -me hago y me ve con odio. Lindo.
- No seas tan imbécil, lo capturaron, si solo me quieren bien, pero ellos se irán y lo dejaran libre.
- Oh creo que hay algo cerca, no lo sé...
- He esperado todo este tiempo para conocer al gran superior –se burla y sonrió- Para saber quién es el grandioso Damian con quien debo enfrentarme –sigue y mi sonrisa crece- y ahora la espera ha acabado –continua hacia mí. Hora del show.
- Lamento decir que aun esperaras más, cariño –me burlo y su sonrisa se borra. Ahora solo confusión llega a su rostro- no soy a quien buscas, solo soy su mano derecha –continuo y camino un poco a los lados- o lo que ustedes, mortales, conocerían como "mejor amigo" –concluyó.
- Darius –dice y mi sonrisa crece de nuevo.
- El único y original dulzura –me burlo con arrogancia- ¿quieres conocer a nuestro creador? –pregunto pero no la dejo responder- Aquí lo tienes y no viene solo –digo con simpleza y todos comienzan a abrir un pequeño espacio tipo pasillo en el medio.