Empaty Heat

Prólogo

-Perdón –susurro avergonzado.

Normalmente solía ser un chico muy tranquilo pero aquel síndrome lo ataco inesperadamente para comenzar a decir groserías al igual que movimientos involuntarios de manos y cuello, la mujer de cabello rubio con algunas cuantas arrugas en el rostro que tenía un lado que se encontraba conduciendo exhausta.

-Tía perdón, y-yo no quería decir eso

-Fabi tranquilo, todo está bien –dijo mirándolo- no tienes por qué preocuparte, ya casi llegamos

El pequeño chico comenzó a mirar afuera a través de la ventana, admiraba y se asombrara de las pequeñas cosas que divisaba incluso con entusiasmó decía los colores del arcoíris.

La mujer dirigió su vista al reloj del auto dándose cuenta que tan solo le quedaban algunos minutos para llegar a casa, aquel sentimiento de preocupación se apodero de ella completamente para posteriormente presionar el claxon repetidas veces.

-¡Maldita sea muévanse! –grito sacando su cabeza del automóvil a lo cual el chico se exaltó un poco-

-Tía Cindy ¿estás bien?

No se inmuto en responder ni un poco, se encontraban en una situación crítica en la cual ponía en peligro a todas las personas a su alrededor incluyéndola a ella pero en especial a su propio sobrino.

-Tía tengo sueño –menciono mientras se tallaba los ojos- ¿me puedo dormir?

-Fabi ya casi llegamos si

Desesperada y con la tensión en los hombros comenzó a conducir a toda velocidad al momento que comenzaron a moverse todos los autos frente de ella, su nuevo hogar se encontraba en un barrio chico el cual al ver la llegada tan repentina de los nuevos vecinos llamo mucho la atención.

-Vamos Fabi tienes que tomarte tus medicinas –dijo mientras buscaba en su gran bolsa las llaves de la pequeña casa de apenas dos habitaciones pequeñas.

Al abrir la puerta de la cómoda casa saco a su pequeño sobrino del coche sin esperar que un joven muchacho se encontrara mirando por su ventana encontrándose con aquel bello muchacho de cabello chino obscuro y aquella tierna mirada de un niño somnoliento.

-¿Que tanto vez por la ventana eh chamaco? -pregunto su madre al ver a su joven chico embobado viendo la ventana.

-Es que tenemos nuevos vecinos -menciono nervioso cerrando la ventana- y estaba de chismoso la verdad

Su madre le dio una leve sonrisa para seguir con lo suyo, volvió a mirar ligeramente por la ventana para darse cuanta que ya era demasiado tarde para seguir mirándolo. 

Decepcionado dio un suspiro para volver la vista a su viejo libro de Octavio Paz que hacia tan solo unas semanas su mejor amiga le había regalado por su cumpleaños numero catorce en la cual afortunadamente sus familiares pudieron asistir. 

El no era el chico mas popular de la preparatoria, las constantes burlas por ser un "chicano" eran constantes pero eso no impedía que las mujeres se enamoraran de el aun sabiendo de su orientación sexual. 

Su nombre era Cole Espinoza, hijo de dos padres mexicanos y nacido en Arizona Estados Unidos, lugar donde había vivido toda su vida pero no fue impedimento para su aprendizaje en el idioma español.

Continuo leyendo aquel interesante libro hasta que media hora después los gritos de enfado y un llanto descontrolado se hizo presente en el hogar de los nuevos vecinos. 

Mientras en el instituto de la zona los profesores se encontraban molestos y exhaustos en la sala de juntas mientras escuchaban los desastres realizados por los alumnos de menores grados.

Pasaron algunos minutos de espera hasta que el director, el Sr.Mack, un viejo hombre que diariamente venia acompañado de un viejo traje gris regalado por su ya fallecida esposa ademas de una brillantes y reluciente corbata roja con rayas delgadas negras. 

-Antes de comenzar esta junta quiero agradecerles a cada uno de ustedes por asistir tan puntualmente, ya para comenzar el asunto de esta junta es la llegada de un nuevo alumno 

Los maestros se miraron entre si confundidos, la llegada de nuevos estudiantes a la mitad del año escolar eran extraños y normalmente se trataban de chicos problemáticos.

-No quiero ser grosero pero ¿Esto que tiene que ver con todo el personal de esta institución? Ahora mismo deberíamos de estar dando case señor director, tengo que realizar un examen exactamente en cuarenta minutos y la verdad es que no tengo todo el día -contento el Señor Robinson, maestro de Química, mientras observaba el reloj de su muñeca.

-En realidad es más que eso -pronuncio mientras repartía algunas copias del expediente del nuevo alumno- como verán en la primera página Fabi, nombre del nuevo alumno, ha sufrido demasiado, sus padres lo abandonaron hace poco tiempo, vive actualmente con su tía y ha tenido algunos problemitas con su aprendizaje

-¿Y esto que tiene que ver con nosotros? -pregunto agobiada mente nuevamente el Sr.Robinson- varios chicos son abandonados por ambos padres después de un divorcio tan violento, no es el primero ni el ultimo, de verdad, ¿Esta persona que tiene de especial?

El silencio en la sala de juntas se hizo presente provocando que todas las miradas terminaran fijas en el viejo director que tan solo lo quedaban unos cuantos meses para la jubilación que espera con ansias y a su joven secretaria personal que busca llegar a ser maestra de la institución en el área de filosofía.




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