Emperatriz De Reyes

PERDIDA EN EL BOSQUE

Lo poco que he aprendido de historia en mi colegio es que la humanidad huyo del planeta tierra, aproximadamente hace cuatro siglos, se dice que los Demir nos salvaron y que el gobierno los recompenso y hasta hoy han sido personas poderosas, por desgracia no rescataron a muchos animales y estos se dieron por extinguidos y aunque este planeta nuevo nos favorecía, tenía poco oxígeno y nuevamente gracias a los Demir teníamos oxigeno por su tecnología avanzada, lo malo de todo esto es que siempre teníamos que pagar por ello y por otras cosas

Mexicalli, mi país al parecer nombre azteca o inventado por el gobierno de hace cuatro siglos atrás no lo sé en realidad, es mi país, aquel que aun trata de seguir las costumbres que tenían antes de llegar a esté planeta. La verdad es que no conozco mucho, mamá y papá dicen que soy delicada ya que estuve en coma desde que nací y desperté cuando tenía 7 años, todo era nuevo para mí, pero logré entrar a la primaria a primer grado, mi hermana gemela la mayor, mi única hermana favorita no nació con ninguna dificultad y ella ya iba en segundo grado.

Y aunque fuera delicada de salud como lo mencionaban mis padres, lo cierto es que era curiosa, la primera vez que vi el pánico entre las calles fue después de seis meses de haber despertado del coma y desde ahí nació mi curiosidad, por conocer este planeta.

  • Jezabel – me llamo mi madre por mi segundo nombre –, no te alejes demasiado es muy peligroso

Mi madre y yo no nos parecíamos en nada, salvo por el cabello oscuro y el color de piel entre clara y morena. Siempre me ponía nerviosa cuando me hablaba de esa manera

  • ¡No lo hare mamá, lo prometo! - asegure con firmeza, solo así ella me dejaría disfrutar el bosque que me intrigaba tanto en explorar
  • ¡Darnella, vigila a tu hermana! - inmediatamente ordeno, que a pesar de que tenemos la misma edad, ella era algo más madura, Darnella tenía mucho parecido a mis padres tanto físico como en carácter
  • ¡Sí mamá! – asintió

Corrí para poder ver los árboles, desde que mi hermana mayor y yo nacimos, no salíamos a menudo, menos en las noches, siempre nos manteníamos en casa todo lo que sabía lo conocía apenas por libros.

  • Ya escuchaste a mamá, te mantendré vigilada – señaló mi hermana con superioridad
  • Eso si me alcanzas – sonreí, mientras buscaba la forma de escapar de ella
  • Sí huyes te acusare con mamá y papá – amenazó Darnella, siempre era su costumbre decirme eso
  • Sí como sea – respondí ignorándola, para después correr mientras el viento artificial me golpeaba la frente
  • ¡Oye detente! – grito molesta – ¡te acusare con mamá si te alejas más!
  • ¡Atrápame si puedes! – seguí burlándome de ella
  • ¡Jezabel, espera no te vayas!

Ignoré lo que decía mi hermana y seguí corriendo, además escuché una voz de una mujer, una voz muy bonita con una luz entre rosada y morada, al seguirla me encontré en un lugar hermoso, durante siete años no tuve la oportunidad de salir y ver la flora y la fauna era sorprendente, jugaba con mi pelota cuando de pronto está se fue a otro lugar y corrí para alcanzarla, pero la neblina comenzó a hacerse presente y comencé a llorar

  • Hola pequeña ¿estas perdida?
  • ¿Quién eres? – pregunte temerosa
  • No importa quién soy – camino hacia mi seriamente aquella persona – dime ¿Cómo te llamas?
  • Me llamo…Elodie…Elodie Jezabel Leal Abdalla
  • Es un bonito nombre – sonrió fingidamente aquella persona – vaya es una lástima que nadie más lo vuelva a escuchar de tu dulce boquita – expresó mostrando una sonrisa malévola sacando con ello mismo una espada

Era una bestia extraña, tenía miedo lo único que hice fue sentarme y abrazarme a mí misma para recibir el impacto, pero no había ni un solo movimiento ¿qué fue lo que lo detuvo? Al verlo nuevamente vi que estaba inmóvil, así que me alejé de ese hombre y detrás de mi salió otra persona disfrazada, pero de manera diferente, tenía unos bellos ojos azules y cabello negro

  • No te asustes no te hará daño – sonrió el joven – no deberías estar aquí, es muy peligroso
  • Pero…ese señor…el de ojos púrpuras
  • Anda ve con tu familia, el tiempo se acaba – interrumpió – y cuando lo hagas, no mires atrás

No lo pensé dos veces, di por perdida mi pelota y salí corriendo de ahí, pero al hacerlo caí y me pegué en la cabeza, cuando desperté ya estaba en casa, me dolía un poco la cabeza, pero seguía con vida

  • Jezabel, gracias a Dios has despertado – dijo mi madre mientras me abrazaba – pero ¿acaso no lo entiendes? Debes de obedecer te dije claramente que no te alejaras
  • Tu madre tiene razón – la apoyo mi papá - hay muchas personas malas que tratan de hacer daño y lo que menos deseamos es perderte
  • No toda la gente es mala papá
  • Jezabel, las bestias que salen en la niebla son malas – señalo esta vez mi hermana
  • Deben de creerme él no es malo
  • ¿Él? - preguntaron mis padres al mismo tiempo




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