VERLAS POR ÚLTIMA VEZ
Castigada, me decía a mí misma, mientras seguía abrazando mi peluche, quizás mi familia tenía razón, solo estaba ilusionando cosas y eso no fue real, siempre me sentí extraña, mis padres siempre y extrañamente sentía que tenían mayor preferencia a mi hermana
Se escucho fuera de mi recamara, era extraño porque cuando mamá hablaba así es porque alguien no le simpatizaba y no era bienvenido en casa, Darnella y yo tuvimos curiosidad y nos acercamos a la puerta para escuchar mejor
- ¿Así es como recibes a tu hermano mayor Keyla?
- Sabes que no eres bienvenido aquí
Darnella no le dio importancia, simplemente se alejó de la puerta y comenzó a dibujar en su tableta, yo por mi parte estaba emocionada mi tío favorito estaba aquí en casa, hace mucho que no lo veía
- Darnella hay que ir a saludar a nuestro tío – me acerque muy ilusionada
- Ese tío está loco – menciono con frialdad mi hermana
- Claro que no está loco. Darnella anda hay que ir
- Bien, vamos – respondió con pesadez
Mi hermana obedecía mucho a mi madre creo que por eso ellas llevaban una mejor relación juntas, pues mamá decía que mi tío Caden no estaba bien de la cabeza y que lo mejor era alejarse de él por nuestro propio bien, pero yo veía en él una persona cálida que no sería capaz de lastimarnos
- Se supone que estabas en una clínica – alcance a escuchar a mamá a lo lejos
- Pues…me dieron de alta, estoy perfectamente bien – sonrió mi tío, aunque por esa sonrisa puedo asegurar que nunca estuvo en una clínica – como puedes ver, no estoy loco – menciono en voz baja
- No queremos que vuelvas aquí – intervino mi padre – aunque te hayan dado de alta, tus condiciones no son buenas
- ¿Eres doctor Sergio? – pregunto
- No lo soy, pero…
- Entonces no estás seguro de lo que dices – interrumpió mi tío
Mi tío y mi padre no se llevaban bien desde hace muchos años antes de que nosotras naciéramos y mi madre no permitía que mi tío le hiciera daño a mi padre, su relación nunca fue buena, de hecho, mi tío Caden no sabía que estaba en coma, se enteró que tenía dos sobrinas cuando Darnella cumplió los cinco años fue ahí cuando él comenzó a visitarme en el hospital solo para irme a leer cuentos
- Lo siento, pero estoy de acuerdo con mi esposo. No volverás a ver a las niñas nunca más
- Keyla, por favor ellas son mis sobrinas
- Y ellas son mis hijas por lo tanto yo tengo la última palabra
- Al menos…deja que me despida de las niñas – suplico en voz baja, no sabía a lo que se refería, tal vez iría otra vez de viaje
Darnella y yo nos detuvimos a mitad del camino, Darnella estaba a punto de ir a la habitación, pero yo no me rendiría fácilmente, quería hablar con mi tío así que corrí y Darnella me siguió, ella se quedó a lado de mamá mientras yo abrace a mi tío
- ¡Tío has vuelto de tus largas vacaciones! – grite feliz
- Pues claro, ya era tiempo de volver y mira – mostró su mochila – les traje un obsequio a ambas
- Gracias, tío – agradeció Darnella
- ¿Qué nos has traído? – pregunte entusiasmada
- Bueno, estuve de viaje y les traje esto – nos mostró una bella reliquia
- ¿Un huevo? – río Darnella
- No es cualquier huevo Darnella. Estos huevos se llaman Fabergé. En el siglo XIX y XX, el Zar Nicolas tenía muchos de este tipo
- ¿Quiénes son ellos? – volvió a preguntar mi hermana
- Nadie sin importancia, no me hagan caso – manifestó rápidamente mi tío, como si escondiera algo
Darnella no le interesaba la historia y para ella seguían siendo unos simples huevos, ella esperaba una muñeca, un peluche o algo que sea de nuestra edad. Pero no, la idea de nuestro tío era darnos un huevo de extraño nombre
- Haber quiero ver – insistí saltando de alegría
- Niñas, vuelvan a su recamara – ordeno mamá
- Mamá. Déjame estar al menos un minuto más con mi tío – suplique esperando que aceptara
- Keyla, por favor – se acerca a ella y le hablo en el oído – déjame despedirme al menos de ellas
Keyla, mi madre solo suspiro y me vio, arqueó su ceja y al verme tan emocionada, cerro los ojos tomo aire y volvió hablar
- Bien…solo serán unos minutos
- Gracias Keyla, de verdad muchas gracias
Mis padres se retiran de la sala y nos dejan con mi tío, emocionada hice que se sentara y me dio el regalo, era lujoso y delicado, jamás había escuchado tal palabra como por ejemplo “Zar” ni siquiera en los libros de historia aparecía ese hombre
- Darnella, espero que te guste – le dio su obsequio
- Gracias Tío, es hermoso – después de todo si le había gustado el regalo
- Y este es para ti, Jezabel justo el que tienes en tus manos
- Me encanta tío, muchas gracias – abrace con delicadeza