Emperatriz De Reyes

AUGUSTO DEMIR

Había pasado ocho años desde que mi tío se fue, aún tenía la esperanza que él volviera, pero nunca más volvió, mamá tenía razón, aquel tío actuaba como un infantil y jamás nos quiso, opté por olvidar que una vez lo conocí, sin embargo, la pulsera que me dio jamás pude quitármela, algo dentro de mí se aferraba a él

  • Pero Darnella, mi bella princesita la más hermosa de todas, te vez preciosa con tu vestido de 15 años – alago mi padre entrando a nuestro vestidor, ambas cumplíamos 15 años y gracias a Darnella pudo convencer a nuestros padres en que nos hicieran una fiesta
  • Ambas están preciosas – escuche la voz de mi madre entrando – lo mejor que me ha pasado en la vida, fue formar una familia con Sergio y con ello concebir lo más hermoso que me ha otorgado la vida – expreso acariciando la mejilla de Darnella, mientras ella sonreía, bueno, ella siempre fue la favorita
  • Espero yo también haber sido lo más hermoso que te haya pasado madre – me atreví a decir, me sentía celosa debo admitir, ¿Por qué siempre ella tenía toda la atención de mis padres y de mi abuela paterna?
  • Ambas, lo son – esta vez llegó mi abuela – simplemente que Jezabel por desgracia no heredo la belleza de mi hijo, solo un poco de su madre, la pequeña Jezabel es preciosa, aun así – explicó e ingenuamente le sonreí
  • Gracias a ambos por cumplirnos nuestros sueños de tener una fiesta grande, Jezabel, mi adorada hermana se ve hermosa – expuso mientras tomaba de las manos a mis padres

La abuela y mis padres sonrieron y nos abrazaron a ambas, aún recuerdo esa fiesta, Darnella tuvo muchos invitados, era popular y bonita, yo era el patito feo, con los lentes grandes y mi vestimenta sentía que no me veía bien, mi única invitada fue Alyssa mi mejor amiga desde la primaria, estuvo conmigo todo el día y toda la noche, a lo lejos note a mi abuela con un anciano, no sabía quién era

  • Patricia, que alegría verte nuevamente – se acercó un anciano muy bien vestido
  • Armando Demir, por un momento creí que no vendrías – saludo feliz mi abuela, dándole un abrazo
  • Pero, si eres mi mejor amiga, además Darnella es una de mis aprendices, como no venir, pero… me acabo de enterar que tienes otra nieta – señaló curioso
  • Así es, ella… casi no sale, desde bebé ha sido delicada y lo que menos queremos es que recaiga, por ello la protegemos – explicó mi abuela
  • Yo también tengo dos nietos – acercó a sus nietos, unos jóvenes muy elegantes, pero su nieto, aquel joven que parecía de 20 años era muy guapo – mi nieta la menor Frida Demir, está de vacaciones, pero volverá al extranjero para terminar sus estudios y él mi sucesor, Augusto Demir

Note la mirada de mi abuela, ella estaba maravillada, Darnella saludo y la chica aquella de cabello lacio y pelirroja que al parecer tenía 18 años la saludo muy feliz, mientras que ese joven tan apuesto, fue cortante

  • Los conocí cuando eran unos niños, pero ahora ya son unos adultos muy guapos, parecidos a la realeza – alago mi abuela
  • Le agradecemos por sus cumplidos – sonrió feliz la joven, mientras su hermano asintió
  • Darnella, querida, por favor trae a tu hermana – ordeno mi abuela

Darnella corrió hacia a mí, pero, antes de llevarme con ellos, me maquillo con su maquillaje, me arreglo, diciéndome que me veía preciosa, Alyssa quien nos había acompañado estuvo de acuerdo con mi hermana, luego me dejo a mi suerte Darnella y dijo que fuera sola y que me acercara

  • Que rápido crecen los nietos – rio el anciano
  • Permítanme presentarla a mi adorada nieta – presumió la anciana – Jezabel, acércate – ordeno mi abuela
  • Sí – asentí temerosa
  • Mira quiero presentarte a dos personas importantes, él es el presidente Demir y sus nietos Augusto Demir el mayor y Frida Demir– me explico, para mí fue un privilegio conocerlos, pues casi nunca se dejan ver
  • Mucho gusto, soy Elodie Jezabel – salude nerviosa al ver aquel chico tan guapo
  • Un placer – sonrió el anciano – eres muy bonita, ese color de ojos azules zafiros, nadie de tu familia los ha tenido
  • Es verdad, que bonitos ojos tienes y me encanta tu vestido – me alagó su nieta, aunque ella era más bonita – te traje algo, mi abuelo y yo no sabíamos de ti, hasta que Darnella dijo que tenía una hermana gemela y cuando estaba en el extranjero me acorde de tu cumpleaños y te compré esto – expreso dándome una caja al abrirla vi una hermosa peineta para cabello fina y de seguro muy caro
  • Es precioso, muchas gracias – exprese maravillada
  • Yo se la pongo – hablo aquel joven tan apuesto, le deje mi peineta y él me la puso, mi corazón latía demasiado rápido – listo, creo que esta vez mi hermanita supo escoger la peineta, se ve hermosa
  • Hijo, presentante como se debe – menciono el anciano
  • Augusto Demir, es un placer conocerla señorita Jezabel
  • El gusto es mío, joven Augusto – mencione encantada
  • Espero que usted y mi nieto sean grandes amigos
  • Lo será abuelo – asintió muy sonriente – para mi es un privilegio y un placer en conocer a tan encantadora joven




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