LA HERENCIA
Nuevamente era de noche en el país Egiptay, desgraciadamente aquella noche era más melancólica, y alguien había tocado la puerta en la mansión Abdalla, Amber corre abrir y por fin era la persona que estaba esperando hace un tiempo.
- Disculpe señora Abdalla por llegar hasta hoy, he tenido mucho trabajo
- Descuide abogado ¿todo está bien en su trabajo?
- Si, todo está bien, no se preocupe, ¿Dónde se encuentra el señor Abdalla?
- Sígame por favor
El abogado se dirige al cuarto de Caden quien seguía acostado en la cama, pero con mejores condiciones, no se veía tan mal como en otras ocasiones, pero él sabía que muy pronto moriría así que lo mejor que podía hacer era poner en orden sus pertenencias
- Buenas noches, señor Caden
- Buenas noches, me alegra que esté aquí
- Me disculpo, he tenido mucho trabajo
- Oh no se preocupe, lo comprendo
- Muy bien – dice el abogado tomando nota en su tablet – sobre la herencia de sus sobrinas ¿desea cambiar algo?
- Sí, el dinero que tengo en el país Mexicalli es para Darnella Leal Abdalla, la hacienda y cosas valiosas son para mi pequeña Jezabel, ya sabe sus apellidos y por cualquier situación que algo la respalde a mi pequeña sobrina
- Por supuesto señor Caden, pero ¿y el resto?
- Mi pequeña Jezabel, se hará cargo de lo demás, hasta que encontremos a las personas que estamos buscando y cuando aparezcan, Jezabel tiene la obligación de firmarle lo que les pertenece. Ahora en caso de que no aparezcan dentro de seis años, ella se convertirá en dueña de todo lo demás
- Debo de admitir que su trabajo no era para volverse millonario, pero creo su propia fortuna señor Caden, tiene muchas cosas valiosas
Caden solo sonrió y suspiro, había recordado su tiempo de juventud y todos los sacrificios que había hecho, pero cuando encontró el amor renuncio a todo y no se arrepintió de haberlo hecho. El abogado se retira y Amber sé que queda con su esposo
- Sabes bien que pudiste seguir ahí, si me hubieras olvidado
- Lo mejor que me pudo pasar, fue estar contigo Amber
- No soporto verte sufrir, si me hubieras olvidado ahora mismo estuvieras con tus amigos haciendo maldades – menciono con tristeza la mujer
- Amber, mi vida no era un juego, todo lo que vi, lo que viví, tuve que irme por un tiempo de mi casa, luego lo que paso con mi hermana y sobre que estaba loco cuando no era verdad, por suerte tuve personas que me apoyaron y esas peleas, ver a mis compañeros y compañeras morir fue horrible
- Caden – abraza a su amado quien comenzaba a llorar – no era mi intención ponerte así
- Amber, este libro que te daré – le muestra el libro – lo descubrí en casa de mis padres, ellos jamás les llamaron la atención, pero ahora este libro le debe pertenecer a Jezabel, es muy valioso más que cualquier tesoro, solo alguien con sangre poderosa como la de Jezabel y la mía es capaz de abrirla, ella sabrá como hacerlo.
- Caden... – Amber quería hablar, pero su esposo la interrumpió
- Después de mi muerte, buscaras a mi sobrina, tú ya sabes quién es Jezabel y cuando la veas se lo darás, este libro es importante porque lleva el origen de nuestra familia, al igual este cartel
- Caden, ¿Cómo era tu vida antes de conocerme?
- Amber si te digo como era, nada será como antes
- Quiero saber a lo que me estoy enfrentando, me case contigo a pesar de decirme que no podías ser sincero conmigo – dijo Amber tomando la mano de Caden
Caden suspira y comienza a contarle una historia. Amber escuchaba con mucha atención y las cosas que decía su esposo eran aterradoras, todo parecía salir de un cuento de fantasía, pero no lo era.
Al terminar de contarle la historia Amber entendió que Jezabel podría correr la misma suerte que su tío, ella quería proteger a su sobrina, pero su esposo la hizo jurar que no dirá nada, pero se asegurara de apoyar a su sobrina política cuando ella lo necesite
- No era necesario que me fuera con ustedes, tanto tú como mi hermana deben tener sus momentos a solas, podía tomar un taxi– menciono Darnella sonriendo
- No es molestia si es lo que piensas – dijo Augusto mientras seguía con su celular
- Bueno, antes de salir del auto ¿me dejarías hablar a solas con mi hermana?
- De acuerdo, que sea rápido
Llegamos a la universidad, Augusto fue a revisar algunas cosas, con uno de sus socios que tenía en la escuela mientras Darnella y yo nos quedamos solas en el auto
- ¿De qué quieres hablar Darnella?
- Jezabel, creo que ya es momento de que sepas algo de Skyler
- ¿De qué se trata? – pregunto curiosa
- Skyler tiene una hermana gemela se llama Starla, según él, su hermana es caprichosa y segundo Skyler tenía un hermano tres años menor que él, pero fue asesinado por esas bestias junto a su madre – explicó con melancolía
- Darnella – me quedé con la boca abierta – vaya yo, no sé qué decir
- Quería contártelo, porque quiero que comprendas el porque te protejo, no soportaría ver si te sucede algo
- Pobre, no me imagino lo que sufrió, entonces su hermano y yo tenemos la misma edad – analice la situación
- Así es, Starla su hermana gemela que es menor que él por una hora, vive en el país Turquie
- Cuando me mude allá es posible que la vea, Augusto dice que ya tiene todo arreglado - analice tal vez logre conocerla
- Jezabel, aún no puedo creer que te casaras con él, digo Augusto también fue mi novio antes de que tú lo conocieras, luego terminamos y después te conoció a ti
- Me apena saber que ustedes eran algo antes – mencione incómodamente
- No te preocupes Jezabel, Augusto y yo nunca nos entendimos, él siempre pensaba en otras cosas, pero al parecer contigo es diferente
- Darnella, a pesar de todo lo que digo, yo estoy feliz de tenerte como hermana, siempre estás ahí para mí
- Y siempre lo estaré Jezabel y por favor jamás dejes de tomar esos medicamentos