Emperatriz De Reyes

VESTIDO DE NOVIA

  • Skyler siempre me ha simpatizado y me ha caído bien, pero hiciste bien hija, en apoyar a tu prometido – hablo mi madre, mientras en los vestidores una joven me ayudaba a medirme el vestido de novia para la boda civil
  • No tiene derecho a decirte que no te cases, lo que hizo mi hermana fue un acto muy maduro, te felicito Jezabel
  • ¿Podemos dejar de hablar de Skyler? - dije, pues en mi interior me dolía que esa amistad se fuera por la borda – quiero que este día sea tranquilo y feliz
  • Tienes razón hija, olvidemos ya ese tema, por cierto, querida ¿ya estas lista? Quiero ver el vestido que te escogí
  • La señorita ya esta lista – menciono la empleada y jalo las cortinas para que yo mostrara el vestido
  • Es bonito, pero yo creo que no le queda, mi hermana es un poco llenita y ese vestido y corte la hace verse más llenita – hablo Darnella inspeccionando el vestido
  • Tienes razón Darnella, tu hermana se ve mal con ese vestido, buscare otros y si es necesario será mejor que te inyectemos algo para que en ese día te veas delgada
  • Mamá insinúas ¿que estoy muy pasada de peso? – pregunte con la autoestima baja
  • Solo un poquito hermana, pero descuida hay más vestidos y encontraremos el indicado
  • Madre, Darnella sinceramente a mí me gustaría un traje elegante, no quiero un vestido
  • Jezabel no digas eso, imagínate, Augusto, y tú con pantalón, no yo quiero que mi hija se vea hermosa con un vestido
  • Estoy de acuerdo con mamá, además Augusto le puede molestar que no lleves vestido

Sonreí y asentí con la cabeza, al final fue un vestido el que se compró, cuando llegamos a casa nuevamente estaba ahí Augusto con el abuelo y con mi futura suegra tomando vino con mi padre

  • Me alegra que vengas más seguido a mi casa – sonreí – mira he comprado el vestido y todo lo demás
  • Me alegra Jezabel, y aprovechando que están aquí, necesitamos decirles que la mudanza de Jezabel será pasado mañana - menciono Augusto sin mostrar felicidad
  • ¿Pasado mañana? – pregunto Darnella – pero las clases aun no terminan
  • Nosotros arreglamos todo – hablo feliz el abuelo – Jezabel se ira con nosotros
  • El día de la boda, como saben con la teletransportación todo es fácil – menciono Lucía la madre de Augusto
  • Bueno, señora Lucía, no todos tienen el dinero para pagar y transportarse, algunos todavía ocupan los aviones tecnológicos ya no estamos en el siglo XXI - explico Darnella
  • Por ello no te preocupes Darnella, agradécele a tu hermana por casarse con el dueño de la tecnología, no pagaran ningún centavo por teletransportarse - reclaco mi futura suegra mostrando su molestia
  • Lucía por favor – hablo su padre molesto
  • Te vere pasado mañana en mi casa – dijo Augusto, me dio un beso en la mejilla y se marchó con su familia

Nerviosa, miedo, felicidad, cosas inexplicables pasaron por mi cabeza y corazón, nunca pensé que pronto me casaría con Augusto y a pesar de no estar muy feliz con el vestido, lo importante para mí era formar una familia con él

  • ¿¡Ese fue el último!? – grito Amón
  • ¡Si su alteza! – contesto su amigo
  • Pobres estúpidos – reía con malicia el príncipe
  • ¡Detente ahí! – grito un cazador bloqueándole el paso al joven príncipe
  • ¡Vaya! ¡pero si es mi querido enemigo! – comenzó a reírse Amón – ¿Cómo has estado Gardien?
  • Déjate de estupideces, ¡deja a los humanos tranquilos! – grito molesto lazándole su espada lo cual esquivo Amón con facilidad
  • Tienes mala puntería – respondió lazándole fuego

Gardien y Amón comenzaron su propia batalla, logrando que se escucharas estruendos por todo el cielo, su batalla era en una montaña que estaba cubierta de bastante niebla, ningún humano podía ver lo que sucedía, y no se atrevían detenerse para averiguarlo, pues seguía habiendo cosas extrañas que los atacaban.

Sin embargo, la fuerza que poseía Amón era inalcanzable, mientras Gardien estaba herido, el príncipe demonio no lo estaba, aprovechaba verlo sufrir, tenía la oportunidad de asesinarlo ahora mismo, pero era más divertido golpearlo.

  • Nunca podrás vencer a un príncipe prodigio como yo
  • Si fueras tan prodigio no harías tantas estupideces, como aquella vez – respondió Gardien levantándose
  • ¿Estupideces? yo jamás he cometido ningún error – se burló dándole la espalda a su enemigo alejándose de él
  • ¿Qué hay de esa niña que se escapó? – pregunto Gardien logrando que Amón le volviera a dar la cara que mostraba sorpresa – Jezabel se escapó de ti y no te diste cuenta – ahora quien reía era Gardien
  • ¡Infeliz! – grito molesto – ¿Dónde está ella? – dijo eufórico tomando a Gardien de su traje levantándolo con una sola mano y con la otra le estaba apuntando con la espada
  • Ella está a salvo de ti y de cualquiera, y si llegaras a matarme ahora, utilizare a Jezabel para que ustedes queden al descubierto y cuando eso suceda, nosotros tomaremos el poder y podremos defender a los humanos sin ocultarnos de ellos




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