Jasón
Todo se nos vino abajo. Robert estuvo investigando y nos comento que alguien de arriba quiere la casa de la madre de Jenna y por esa razón nunca recibimos alguna notificación, lo peor es que al final pudieron demostrar que mi mujer si había firmado un documento dándole permiso a su padre para hipotecar la casa. Cosa que Jenna no recuerda haber hecho tal cosa y ahora había una investigación.
-Señor, tiene una llamada del señor Duncan- Me extraña que ese hombre me llame, la última vez fue en la gala y no me gusto la forma que miraba a mi esposa.
-Pásala Daniela-
-Si señor-
-Diga-
-Buenos días, señor Payner-
-Buenos días, señor Duncan ¿A qué se debe su llamada?-
-Hay algo que deseo hablar con usted, puede darme una cita ¿Mañana?- Lo pienso por un momento y termino aceptando. No sé qué quiere este hombre pero sospecho que no va ser nada bueno.
Le hice el amor a mi mujer toda la noche y esta mañana ella Salió para una entrevista de trabajo. Aún me siento mal e incomodo que ella tenga que buscar trabajo y por mas que le dije que no lo hiciera, termino convenciéndome que solo hasta que nuestra situación mejore, algo que espero que sea pronto.
-Señor, el señor Duncan ya llego- Interrumpe mis pensamientos mi secretaria.
-Dile que pase- La puerta se abre y entra el señor Duncan como siempre luciendo impecable.
- Buenas días, señor Duncan, Siéntese por favor- Digo mientras señalo el asiento.
-Llámame Samuel-
-¿Dígame Samuel a que se debe su visita?-
-Vengo hacerte una propuesta- Lo miro integrado.
-Siga pro favor-
-Vengo a proponerle algo- Hace una pausa –Le daré el dinero que necesite para que saque esta empresa a flote y recupere todo lo que perdió- Enarco una ceja cruzándome de brazos.
-¿A cambio de qué?- Duncan sonríe.
-Usted sabe que quiero a cambio- Sonríe.
-Sea especifico señor Duncan- Digo apretando mis dientes por que se que es lo que quiere este hombre.
-Quiero que te alejes de Jenna, le des el divorcio y te pierdas de su vida y jamás te le vuelvas acercar a ella y estoy dispuesto a darte una buena suma de dinero- Golpeo mi escritorio furioso.
-¿Quién mierda se cree usted? ¡Cómo puede atreverse a venir a mi oficina y pedirme tal cosa!-
-500 millones de dólares estoy dispuesto a darte con tal que te alejes de Jenna-
-Ella no es un objeto para que vengas a ofrecerme dinero por ella, te pido que te largues de mi oficina y de mi empresa antes que te saque a patadas- Estoy furioso y me estoy conteniendo para no golpearlo.
-Mañana vendré y espero su repuesta... Tú no la mereces. Ella merece a alguien que le de todo y no la haga sufrir- Hace una pausa mientras se levanta y arregla su saco –Muy pronto esta empresa ya no existirá y no tienes nada más para ofrecerle a ella, en cambio yo le puedo dar el castillo que ella merece como la reina que es- Dice antes de salir de mi oficina.
Termino de derrumbarme en mi asiento. En algo tiene razón, yo no puedo ofrecerle nada a Jenna, ella merece ser tratada como una reina y no como una plebeya. Lagrimas inundan mi rostro, no sé qué decisión tomar. No me interesa el dinero, no pienso recibirle un centavo, pero si pienso que ella merece ser feliz, aunque no sea a mi lado.
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Editado: 06.09.2024