2.- En la Escuela.

Por fín llegó a la escuela, me quitó mis audífonos y entró a la casa de estudios, notaste el sarcasmo ¿verdad?.

Tampoco soy una floja, soy una alumna regular, me encanta hacer tareas y esas cosas, me gusta mí tiempo en solitario y con mí tía, y solo tengo un amigo su nombre es Patrick y lo conosco desde el preescolar.

Ambos somos excelentes amigos y él bueno, su apariencia no tiene nada que ver con su personalidad.

Físicamente el es alto, va al Gym, de piel clara, ojos marrones y cabello negro sería el sueño de toda chica y el popular de toda la escuela. Pero lamento arruinar sus fantasías chicas ese chico tan guapo es un matadito de primera y sí hace deporte y se divierte, pero no sale con ninguna chica que no sepa jugar ajedrez o haya leído un libro de la vieja escuela, lo sé algo raro y exigente.

Sí se preguntaban ¿Porqué son amigos?, bueno yo no sé jugar ajedrez, lo intenté pero morí en ello y nos llevamos tan bien porqué en preescolar él no pudo responder una pregunta sobre la función de las enzimas en el cuerpo, yo le dije la respuesta y vamos era obvio ¿Quién no sabe eso? Y desde entonces somo grandes amigos.

Cuándo entró a la escuela, él esta ahí sentado y me mira y sonrie y se acerca, -Hola Sabiduría, me dice riendose.

-Ya te he dicho que no entiendo tus tontos chistes, le digo.

-En Griego, Sofía significa Sabiduría, me dice excusandose.

-Bien lo qué sea raro, ¿Acaso paresco Griega?, le digo.

-No tú eres fea, me dice riéndose y alejandose rápido.

-Te voy a golpear, Patrik, le gritó persiguiendolo.

Cuándo creo alcanzarlo, me grita -Por eso debes de ir al gimnasio.

Tiene razón me hace falta entrenar, pero no se lo admitire.

-Sabes qué no tengo tiempo para hacer ejercicio, le respondo.

-Claro, el viejo pretexto, finjire que te creo y vamos a clase, me dice.

-Ya qué, le digo y cuando llego dónde esta le doy un zape.

-¿Porqué?, me dice sobandose.

-Por decirme fea, le digo.

-Pero no lo eres, me dice.

-Ya lo sé, pero me gusta golpearte eres mí saco de box personal.

Comienza a reirse y entramos a clase y así continúa nuestro día todos los maestros hablan de lo mismo algo sobre alguna enfermedad, pero no pongo atención y la verdad no les creo y no me importa.

Al fin terminan las clases y me dirijo a casa con Patrick, lo he invitado a comer y acepto, siempre lo hace y además tenemos un trabajo en equipo y es mejor acabarlo ya.

Por fín llegamos a casa y me dice,- ¿En qué piensas?.

-En ti, le digo.

-Mensa, me dice y ¿Luisa?

-No está hoy tiene el turno de la mañana, asi que comenzemos a trabajar, le digo.

-Bien vamos a apurarnos, dice.

Y así pasamos el resto de la tarde, haciendo tarea y cuando acabamos ya es tarde y le digo, - ¿Te quedas a cenar?

-Creí que querias matarme de hambre, Sofía.

-Qué exagerado, deja ver que puedo cocinarte.

-Peor aún, me matarás, tú no sabes cocinar, me dice.

Pero ¿Qué se ha creído?, nos conocemos de toda la vida y ahora es un problema no saber cocinar, ahora va a ver este tipo.

-¿Qué estas tratando de decirme?, le digo levantando el sarten que tengo en mis manos.

-Baja eso, tranquila, respira, me dice y se levanta lentamente.

Ahora si vera este Patrick....